En algún momento de mi existencia debí ser árbol. Quizás por eso les siento tan bien: su presencia, su latido, su transformación, su serena sabiduría… Este mensaje va dedicado a toda la gente a la que quiero y, en especial, a tod@s mis compañer@s de UBUNTU, la asociación de personas que han perdido a seres queridos por suicidio, y que hemos creado para ayudar a prevenir y concienciar a la sociedad de este tema tabú pero, también , para sostenernos en nuestro intento de regreso a la alegría y Vida. Y a l@s compañer@s de Papageno, asociación de profesionales de la psicología que nos acompañan en nuestro caminar.
Desde que llegué en septiembre a Grazalema para incorporarme al IES local les he ido fotografiando y compartiendo mis paseos al amanecer, en un intento de hacerles llegar toda la belleza y la paz , la Luz que yo encontraba en ellos. Y, en especial, les he compartido este pequeño bosque que está a la entrada de Grazalema, por donde suelo pasear con Rayo, mi perro, cada día. Desde el principio, he conectado con esos árboles, desde el alma, desde el corazón. He sentido dentro de mí su evolución y sus cambios, su proceso de transformación. Y he aprendido de ellos. Sí, es cierto, he aprendido de ellos. De su capacidad para desprenderse y dejar caer con suavidad y dulzura sus hojas, lo que ya no tiene sentido mantener con nosotr@s, porque nada es permanente, porque nada es para siempre… Cambia, todo cambia… Y hay que dejar espacio a lo nuevo, para que llegue.
Y en invierno he sentido el frío que sus ramas han sentido al quedar completamente desnudas frente al mundo. Desnudas… Pero no muertas…. Porque la vida en ese momento latía escondida en sus raíces, nutriéndose de la madre Tierra, de los minerales que ella les regalaba, del agua subterránea o de la lluvia, del viento y del sol, que les agitaban o acariciaban dulcemente con generosidad, para que permanecieran despiertos a la espera de la llegada de la nueva primavera.
Y ya está aquí. La primavera ha llegado con toda su belleza y su verdor. Y mis árboles han despertado, obligándome a mí a hacerlo también. Su memoria de la Luz les recuerda que deben regresar a la Vida, y comenzar a germinar y a florecer, regalando al mundo su alma creada con el mismo polvo de estrellas con el que estamos hechas todas las criaturas que existen… Ellos no se plantean nada más…Sencillamente, florecen… Dejando atrás cualquier resto de sombras o dolor… Se abren, generosos, a la existencia sabedores de que el mundo necesita de su belleza y su frescor para sobrevivir… Y comienzan a fotosintetizar … Y a regalarnos su alma y su ser, limpiándonos el aire y transformando en oxígeno el co2 para que podamos respirar y vivir. Y lo increíble es que lo hacen juntos, todos a la vez, sin dejar a ninguno atrás.
Ubuntu, como nosotr@s. Soy, porque somos. Es la maravilla del florecer, que regresan todos a la vez.
Aprendamos de ellos: de su belleza, de su sabiduría, de su generosidad.
Es tiempo de abrirnos a la belleza y a la Vida. Es tiempo de dejar memorias dolorosas atrás y abrirnos a lo nuevo. Es tiempo de dejar atrás el invierno y dar la bienvenida a la primavera . Cada un@ a la suya. A la que nos toque vivir. Es tiempo de florecer. Sin más. Sin menos. Los árboles, la Vida, nos están llamando para ello.
Dentro del ciclo de actividades organizadas por Ubuntu y Papageno en el marco de la atención a personas que han perdido a seres queridos por suicidio, el próximo día 30 de abril de 2021 Carolina Ratia dará una ponencia con el nombre «El peso de la Culpa».
La psicóloga gaditana participará en esta actividad interna donde las personas que conforman los diferentes grupos de ayuda mutua podrán trabajar sus emociones y aprender recursos para afrontarlas adecuadamente.
La actividad está reservada a miembros de los grupos de ayuda mutua de Cádiz, Sevilla, Jaén y Albacete y se celebrará por videoconferencia (Zoom) el viernes 30 de abril de 17.00 a 19.00. El enlace se enviará el mismo día por la mañana a través de los WhatsApp de ambas asociaciones.
Es un sentimiento fuertemente arraigado en todo tipo de duelos, sobre todo en los duelos por suicidio.
La culpa aparece como una respuesta emocional que hace que la persona viva su duelo con un intenso sufrimiento y aumente la devastación que producen estos fallecimientos. Es un sentimiento que golpea incesantemente y lleva una y otra vez al pensamiento recurrente de cómo podía haber evitado lo que ya es irremediable, y es a través de ese sufrimiento que la persona sigue conectada a su ser querido, en esta especie de fidelidad engañosa. Es una emoción que va creando una profunda y permanente sensación de malestar, de frustración, de enfado y tristeza.
La realidad es que no podemos cambiar el guion de una persona y tampoco se puede retroceder al pasado, ya que sólo existe el momento presente y la no aceptación de este hecho conlleva un enorme sufrimiento en este tipo de pérdidas.
Simbólicamente la culpa sería como ir andando por un camino lleno de fango con una pesada mochila a nuestra espalda cargada de piedras, estas piedras serían los juicios, reproches y exigencias sobre uno/a mismo/a (los tendría, los debería, los cómo no me di cuenta…). Caminar en estas condiciones hace que nuestra mirada sólo pueda estar centrada en ver cómo a cada paso que damos se van hundiendo nuestros pies y aunque a escasos metros exista terreno firme no podremos verlo. La culpa es un freno de mano que nos bloquea, nos mantiene pegados al sufrimiento y no nos permite avanzar.
¿Qué sentido tiene entonces sentir culpa?
Me gusta especialmente la definición que aporta el manual para enfrentar el suicidio de un ser querido de la Asociación Americana de Suicidología: “La culpa es ira vuelta al interior”. “La culpa es lo que sentimos cuando colocamos nuestra ira donde no corresponde: en nosotros mismos”.
Parece que tiene sentido, dentro del dolor, la frustración y la confusión que generan este tipo de fallecimientos. La culpa es un autocastigo y sirve para añadir aún más dolor y sufrimiento a la pérdida.
Una vez que la persona se da cuenta del significado que tiene la culpa en su vida puede ir viendo otras opciones. El primer paso para ir desprendiéndonos de la culpa es ACEPTAR que no somos responsables de lo que ha sucedido. Una persona sólo puede hacerse responsable de sus propios actos. La culpa siempre tiene una connotación de castigo, en cambio la responsabilidad es diferente puesto que permite darme cuenta si he cometido un error y posteriormente de reparación del daño, me da la posibilidad de rectificar en la vida.
La aceptación es una pieza clave, así en la elaboración del proceso de duelo Worden ya plantea que la primera y más fuerte de las tareas es la “aceptación de la realidad”, ser conscientes de que el ser querido ya no está y no volverá.
Una persona cuando decide suicidarse sólo desea dejar de sufrir, y cae en una trampa mental donde en su cabeza se instalan pensamientos erróneos del tipo: “por fin voy a descansar”, “dejaré de ser una carga para mi familia”, “pronto se olvidarán de mí, “no me van a echar tanto de menos”…
Nada de esto es real, son distorsiones cognitivas que hacen que la persona se mantenga en una visión en túnel, por eso empieza a visualizar y fantasear con su propia muerte como la única salida a su sufrimiento.
Por numerosos testimonios de personas que han sobrevivido a un intento de suicidio se sabe que las personas que toman esta decisión sienten un intenso sufrimiento y viven los momentos previos en un estado de confusión, de desesperanza y abatimiento.
Factores de riesgo del suicidio
Así que si nos aferramos a la idea que esa persona decidió quitarse la vida después de que tuviéramos con ella una discusión, estaremos simplificando y viendo sólo una parte del problema ya que el suicidio es multicausal. Si nos metemos en ese bucle nos podremos darnos cuenta que esa persona muy probablemente ya arrastraba otros problemas en su vida.
Existen diversos factores de riesgo que hacen que aumente la probabilidad del riesgo de suicidio. Algunos factores son de tipo personal de tipo físico o psicológico.
Entre los factores psicológicos nos encontramos con algunos trastornos como la depresión, el trastorno bipolar, el abuso de sustancias, el trastorno bipolar o el trastorno límite de personalidad. En cuanto a los factores físicos: el diagnóstico de una enfermedad grave y crónica, una enfermedad grave que implique un gran deterioro físico y sin posibilidad de mejoría.
Entre los factores personales de tipo emocional y habilidades nos encontramos con factores como la baja tolerancia a la frustración, los altos niveles de impulsividad, agresividad, la baja autoestima, la falta de habilidades sociales y de afrontamiento. También influyen los altos niveles de perfeccionismo, la personalidad introvertida así como los sentimientos de indefensión y desesperanza.
Entre estos factores personales también podríamos citar la existencia de antecedentes de suicidio en la familia, ya que en algún momento la persona aprendió a utilizar la misma respuesta como forma de afrontamiento. La pertenencia a familias donde existen altos niveles de hostilidad, de violencia, vivencias de maltrato físico, psicológico, así como haber sufrido abuso sexual en la infancia o adolescencia.
Entre los factores sociales estarían situaciones como ausencia o pérdida de una red social de apoyo, situaciones de aislamiento, la pérdida o ruptura de un ser querido, situaciones de desempleo, problemas económicos/ legales.
Cuantos más factores de riesgo se den en una misma persona o mayor sea su gravedad mayor será la probabilidad de que realice un intento o conducta suicida. También existiría mayor riesgo cuanto mayor sea el número de intentos previos.
En relación a la culpa al igual que en el suicidio también existen algunos mitos muy arraigados entre los supervivientes que si los conocemos nos pueden ayudar en el proceso de duelo.
Mitos sobre la culpa
MITO: Es mi culpa que esto haya pasado HECHO: La única persona que tiene responsabilidad de su suicidio es la víctima ________________________________________ MITO: Si yo hubiera logrado detener ese intento de suicidio él/ella estaría bien HECHO: No tengo manera de saber qué hubiera pasado si los eventos se hubieran desarrollado de manera diferente. Muchas personas llegan a cometer suicidio a pesar de continuos rescates, a aun estando bajo el cuidado de profesionales de la salud mental. ________________________________________ MITO: Debería haberlo visto venir HECHO: No puedo predecir el futuro, e hice lo mejor que pude con el conocimiento que tenía __________________________________________ MITO: Debería haber sido capaz de salvarlo/a HECHO: Soy humano/a y no puedo controlar todos los eventos de mi alrededor ________________________________________ MITO: Nunca podré ser feliz otra vez. HECHO: Mi vida ha cambiado para siempre por mi pérdida, aunque mi vida continuará.
Los derechos del superviviente.
Para finalizar incluyo este valioso manifiesto, la carta de derechos del superviviente de un suicidio, también extraída del manual para enfrentar el suicidio de un ser querido.
“Tengo derecho a estar libre de culpa”. “Tengo derecho a no sentirme responsable por el fallecimiento del familiar que se ha suicidado”. “Tengo derecho a que mis preguntas sean contestadas honestamente por las autoridades y los miembros de la familia”. “Tengo derecho a no ser engañado porque otros crean que pueden ahorrarme un mayor dolor”. “Tengo derecho a mantener una sensación de esperanza”. “Tengo derecho a tener sentimientos positivos respecto a la persona que perdí por suicidio, sin importar los eventos anteriores o simultáneos a esa muerte prematura”. “Tengo derecho a conservar mi individualidad y a no ser juzgado/a a causa de esa muerte por suicidio”. “Tengo derecho a buscar orientación y grupos de apoyo que me posibiliten a explorar mis sentimientos honestamente y a facilitar el proceso de aceptación”. “Tengo derecho a lograr la aceptación”. “Tengo el derecho a un nuevo comienzo”. “Tengo el derecho a ser”.
Estos dos últimos derechos me han conectado con este hermoso poema de Fernando Pessoa, en el que nos invita a desprendernos de todo aquello que nos limita en nuestra vida y nos hace permanecer anclados en el pasado…
“Llega un momento en que es necesario abandonar las ropas usadas que ya tienen la forma de nuestro cuerpo y olvidar los caminos que nos llevan siempre a los mismos lugares. Es el momento de la travesía. Y, si no osamos emprenderla, nos habremos quedado para siempre al margen de nosotros mismos.» Fernando Pessoa
Dedicado a las integrantes del GAM de Cádiz, por la valentía de realizar cada día una nueva travesía, un abrazo para todas. ¡UBUNTU MARIPOSAS!.
Bibliografía:
Asociación de Investigación, prevención e intervención del suicidio y familiares y allegados en duelo por suicidio. (AIPIS) Conocimientos básicos de la conducta suicida. Aspectos básicos de la conducta suicida: Factores de riesgo.
JACKSON, Jeffrey. Asociación Americana de Suicidología. Manual para enfrentar el suicidio de un ser querido.
Carta de una madre a su hijo a dos años de la despedida
¡¡¡2 años ya sin ti !!!Aún no deperté de este mal sueño. Hasta que no lo ves escrito, no te das cuenta de cuanto duele tu ausencia. Cada día 21 vuelve ese trágico dia. Repasar cada momento.
Estás en el trabajo, inmersa en la rutina de la vida. Pero algo no va bien. Repasas todo lo que ocurrió ese dia, cada detalle, cada minuto. El teléfono suena hasta que paras a cogerlo. Te quema en las manos, ya intuyes que algo va mal. Y entonces todo se para. Te bajas del mundo. Te quedas cómo si esto no fuera contigo. Cada 21 vuelven las culpas, los porqués
¿En qué momento se detuvo tu vida? ¿Por qué no te llamé la noche antes?¿Por qué no te escribí?¿Por qué no me contaste lo qué te preocupaba? ¿Por qué no pediste ayuda? Tan grande era tu dolor, que no pensaste qué pasaría. Y no te paraste a pensar qué ese dolor sería infinito en nosotros.
Jamás puedes imaginar que algo así te pasaría. Ya son 24 meses. Sigues andando, luchando contra tus propios miedos. Cada dia te cuesta vivir, sonreír, salir, pero te pones la máscara aunque estés rota y llores por dentro. Pasa el tiempo y piensas si dejara de doler algún día.
Es un dolor intenso que no sabes si entra o sale del alma, un dolor inexplicable como una herida abierta. Intentas dejarlo de lado, pero roza la locura ¿Cómo seguir adelante después de perder a un hijo? ¿Cómo puedo seguir dando amor? ¿Cómo voy a ser feliz? ¿El amor a él debe ser igual de intenso al dolor por su partida?
Cuánto amor dejó y dio a sus amigos, primos, compañeros de camino, su familia. Todos han compartido un recuerdo feliz con él. Algunos no pueden elegir sólo uno. Sigue siendo la luz y alegría. su sonrisa lo llenaba todo. Lo daba todo. Siempre divertido, deportista, amigo de sus amigos, defensor de causas imposibles. Y como todos tenía su carácter y !!Qué carácter, jajaja!!
¿Cómo darme cuenta de que en su partida dejó un mensaje?. Un legado de infinito amor qué tenemos que seguir dando por él. Este homenaje me lo demostró. Así que este dolor tendrá que ir convirtiéndose en Amor. Sin dejar atrás lanostalgia por su ausencia y la melancolía por esos grandes momentos compartidos.
Dediquémosle un gran sonrisa después de agradecer cómo impactó su vida en la nuestra. Abrazar a la Vida cómo el mejor homenaje y honrar su destino. Guardar esos recuerdos con todo el amor que nos dio.
Reflexiones y aforismos de una superviviente miembro del grupo de ayuda mutua para personas que han perdido a un ser querido por suicidio de Sevilla. (UBUNTU/PAPAGENO)
1. Así soy yo. Pienso que todos evolucionamos o involucionamos según el caso y lo que te propongas. Nadie es igual dentro de 10 años o hace 10 años, las experiencias hacen cambiar.
2. El entorno debe cambiar. No lo creo. si tú cambias, el entorno también.
3. No puedo hacerlo. Primero inténtalo y si alguien lo hizo, tu puedes, si no, puedes ser el primero o primera.
4. Es mejor reprimir las emociones. Depende. Hay veces que se piensa que es mejor hacerlo para evitar una situación incomoda, por ejemplo.
5. No tengo las oportunidades. Hay veces que tienes que buscarlas, al menos se intenta.
6. La vida es muy injusta. La vida es como es, sea injusta o no, se intenta llevarla de la mejor manera posible.
7. Ya no me queda tiempo. Depende, para querer tener hijos con 60 años es complicado, pero para lo demás, mirando siempre tus limitaciones, no es tarde.
8. Me quedaré siempre donde estoy. Pues llevo 45 años en este mundo y nunca he dejado de estar aquí y allá. A veces mejor, otras peor.
9. Las relaciones son más difíciles ahora. Yo creo que son diferentes y habrá que adaptarse.
10. Necesito una pareja para ser feliz. No necesariamente, si estás a gusto contigo misma.
11. ¿Para qué arreglarme si nadie piensa en mí? Porque si te arreglas para ti, te verás con tu mejor aspecto mejor y tu ánimo mejorará.
12. No se si estaré listo/lista. Nunca se está listo/lista y menos para lo que nos es desagradable o nos da trabajo, las cosas vienen sin avisar.
13. Esto puede esperar. Es una mala costumbre y nadie se libra de ella en algún momento. Hay que pensar que si se puede hacer después, también lo puedes hacer ahora.
14. No sé cuál es mi propósito en la vida. Pienso que la vida tiene un propósito siempre,estamos para aprender y mejorar como ser humano el tiempo que estemos aquí.De lo malo se aprende, es tu decisión sacar algo bueno o no.
15. Mejor me lo reservo para mí. A veces hay que hacerlo porque nos encontramos con personas intolerantes que si no piensas como ellas , intentan convencerte y no respetan tus opiniones. No hay que entrar en guerra con alguien que no merece tu opinión porque buscan aprobación y no tener más puntos de vista.
16. Seguro ellos son mejores que yo. Nadie es más que nadie, ni menos tampoco.
17. Soy un tanto inútil. Depende para qué, no todos tenemos las mismas capacidades y no por eso somos inútiles, solo que tenemos otras diferentes y eso enriquece.
18. No tengo tanto valor. El valor que tienes solo te lo puedes dar tú mismo. ¿Cuánto quieres valer?
19. No soy pesimista, soy realista. Típica frase que dice un pesimista. La realidad no tiene porqué coincidir con lo que piensas, a veces te sorprende.
20. Los demás son culpables de lo que me pasa. Es más cómodo hacer responsables a los demás que asumir que tu vida la diriges tú y las decisiones que tomas.
21. «Si fuera de otra manera». Y si tuviera testículo me llamaría Manolo, pero me tocó ser mujer y con las cartas que me ha tocado en la vida son con las que tengo que jugar. Yo decido si juego en positivo o en negativo.
22. El éxito es imposible sin las circunstancias adecuadas. Las circunstancias te las tienes que buscar tu. Depende también a lo que llames éxito, pero si no creas tú mismo esas circunstancias… No vienen solas.
23. De nada sirve entregar todo. Siempre sirve, a ti cuando lo entregas y la persona que lo recibe. No entregarlo todo no genera interés en el banco, así que, ¿porqué no?
Conclusión: no todo es bueno todo el tiempo y la felicidad no dura tanto como quisiéramos, pero estamos aquí por algo y yo quiero seguir jugando la partida porque estoy convencida que cuando pase algo en mi vida que me cause felicidad lo voy a disfrutar el doble.
Curso organizado por la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía
Coordina:
Asociación de Profesionales en Prevención y Postvención de la Conducta Suicida.»Papageno»
Colaboran:
Asociación Alhelí de Málaga
Asociación Alma y Vida de Sevilla
Teléfono de la Esperanza de Sevilla
Asociación Andaluza de Supervivientes por Suicidio de un Ser Querido «UBUNTU»
Asociación para la Prevención y Apoyo Afectados/-as por Suicidio de Alicante «APSU»
Asociación de Familiares y Amigos Supervivientes por Suicidio de las Islas Baleares «AFASIB»
Formación para la dinamización de grupos de personas que han perdido a un ser querido por suicidio.
*Este curso no habilita de ninguna forma para el desarrollo de actividades terapéuticas. el seguimiento terapéutico de personas es una labor que realizan profesionales de salud mental con la debida formación. El facilitador es la persona que tiene como función crear las condiciones para un desarrollo del grupo adecuado, motivar la resolución de los conflictos y canalizar su proceso de maduración natural.
«El suicida no desea morir, lo que anhela en lo más profundo de su ser es vivir». Esta y otras verdades atraviesan el texto de Duelo, autolesión y conducta suicida: desafíos en la era digital, que busca, desde un lugar de comprensión, de verdad, de investigación, llevar luz a la problemática tan compleja que describe en sus páginas.
Los entornos digitales son parte insustituible de nuestra vida cotidiana, y así como traen, entre otros beneficios, información, conexión o entretenimiento, pueden ser un campo fértil para abrumar a personas que no encuentran una salida, que están inmersas en dolores y dificultades que no saben cómo manejar.
Este libro, a través de reflexiones, ejemplos y herramientas de prevención, nos habla del significado y sentido del duelo, de la necesidad de aprender de la pérdida, de curar el amor sin olvidar. Y en ese camino de aprendizaje, nos habla, en definitiva, de la esperanza.
Perfil del Autor
Luis Fernando López Martínez, psicólogo General Sanitario. Psicoterapeuta de adultos/adolescentes y Formador. Co-Director y creador de Proyecto ISNISS del Programa de Doctorado en Psicología de la Salud de la UNED. Investigador de conductas autolesivas y suicidas en entornos digitales, redes sociales e Internet. Máster en Psicología General Sanitaria. Máster en Psicoterapias Humanistas. Máster en Intervención Comunitaria. Máster en Mediación y Resolución de Conflictos. Técnico Experto en Violencia de Género y PRL. Autor de la obra Peajes Emocionales: un viaje de tu interior.
¿Quieres conseguir un ejemplar gratuito en epub?
El autor regalará dos ejemplares en formato epub entre las personas que contesten este Quiz, comenten esta entrada en nuestra página de Facebook (@papageno.es ) y/o Twitter (@EsPapageno) y lo compartan desde el 9/02/21 hasta el 16/02/21.
Recursos para afrontar el suicidio y otras conductas suicidas
En España en 2018 se registraron 3.539 fallecimientos por suicidio. Pese a que no existe un Plan Nacional de Suicidio, algunas comunidades autónomas han establecido planes o estrategias para el control de este problema de salud pública. Aunque aún queda mucho por andar, en esta nueva entrada del blog encontrarás 26 recursos con los que podrás buscar la ayuda que necesites para prevenir el suicidio y otras conductas suicidas.
Emergencias por conducta suicida
En aquellos casos donde la conducta suicida es inminente o supone un riesgo para la vida o pueda tener consecuencias para la salud, lo más aconsejable es llamar a los servicios de urgencia de tu país. En España, los números de urgencia para este tipo de casos son el 061 y el 112. Puedes acudir a ellos cuando consideres que es necesario para preservar la vida de alguien o la tuya propia.
Sin embargo, no siempre son la mejor opción. Cuando existe ideación suicida y no existe una conducta que pueda suponer riesgo inminente, quizás te sea más interesante conocer otros servicios. Nuestro sistema sanitario público tiene como puerta de entrada al sistema de salud la atención primaria. Si empiezas a tener ideas suicidas, consulta con tu médico de familia. En la consulta de atención primaria podrán valorar el nivel de riesgo y derivarte a los servicios de salud mental o hacerte un seguimiento desde su consulta, según sea pertinente.
Asociaciones profesionales de prevención del suicidio
En la actualidad, existen diversas asociaciones que se dedica a la prevención del suicidio. Son organizaciones no gubernamentales independientes y no lucrativas que tienen como finalidad dar visibilidad al suicidio y luchar contra el estigma y el tabú. Algunas ofrecen actividades de formación, o de asesoramiento a personas con ideas suicidas, a sus familiares y a personas que han perdido a algún familiar o allegado por suicidio. En ese sentido, si necesitas algún tipo de asesoramiento, escríbenos a nuestro servicio de mensajería por WhatsApp al 633 169 129
Apoyo telefónico para la prevención del suicidio
Los servicios de apoyo telefónico son instrumentos útiles en la prevención del suicidio. Basados en la escucha empática, pueden ayudar a las personas a encontrar formas adaptativas de resolver sus problemas, pero sobre todo son un fuerte apoyo para la expresión emocional.
Actualmente no existe un teléfono nacional de prevención del suicidio gestionado desde el sistema sanitario público.
Prevención del suicidio en cuerpos policiales
En los últimos años se han creado diversos recursos de carácter no gubernamental dedicados a la prevención de suicidio en un colectivo de riesgo: los cuerpos policiales.
Pero, el problema del suicidio no acaba con la muerte de una persona. Algunos estudios estiman que tras cada muerte se afecta gravemente la salud emocional de 6 a 12 familiares allegados.
Carta abierta de una madre que perdió a su hijo por suicidio a los profesionales de salud mental y a la sociedad
Foto original realizada por Cristina Romero
Este texto ha sido elaborado por Cristina Romero en el desarrollo de una entrevista realizada por Daniel J. López, psicólogo colaborador de papageno.es, y tiene como objetivo reflexionar sobre las necesidades psicológicas de los supervivientes.
Escúchame
Necesito decir con libertad que mi hijo se suicidó, que sufrió mucho durante años y que tenía una enfermedad mental. Déjame hablar de él, apenas tengo oportunidades para hacerlo.
Necesito hablar sobre su suicidio, si lo presentía, si lo habló, si lo había intentado o si jamás pensé que lo haría.
Necesito saber que su muerte es real, tocarlo y abrazarlo por última vez.
Necesito contarte muchas cosas sin interrupciones y con paciencia. Ayúdame a contarte cómo sucedió todo, aunque me cueste hacerlo. Lo que ocurrió antes y justamente después de su muerte. Quiero contarte cómo lo vivo yo, no cómo debería vivirlo. Necesito que no reprimas mis llantos, que me permitas hablar, gritar e incluso perder el control. También que respetes mis tiempos.
Te necesito seguro, cálido, empático y capaz de ayudarme a afrontar mi dolor. No te muestres impotente, frío o frustrado. No necesito que me digas lo que tengo que hacer.
Necesito sentirte como persona que puedes ayudarme, percibir cómo sientes mi dolor, cómo entiendes lo que supone el suicidio de una de las personas que más quieres en el mundo. Así lograré conectar contigo. Necesito tu conocimiento profesional para darle claridad a mi oscuridad.
Necesito hablar de cómo me sentí abandonada y sola, de cómo perdí el sentido de mi vida, de mis ganas de morirme, de irme con él, de mi larga historia con el sentimiento de culpa, de mi total descontrol y del impacto que me produjo su muerte. Escucha atentamente mi relato y respeta cómo me siento. Luego, si lo crees conveniente, cuestiona mis creencias y ayúdame a transformarlo.
Necesito que me preguntes para entenderme no para modificar mi relato.
Necesito que me digas la verdad sobre mi duelo, que será largo, muy doloroso y sin consuelo. Que me pidas cosas que sean asumibles, que me orientes a afrontar mis emociones y que me digas que solo puedo ocuparme de lo que está a mi alcance.
Necesito que entiendas que soy una persona única e individual y que cada uno de nosotros somos diferentes y nos aproximamos de forma distinta a nuestro duelo y a la muerte de nuestros seres queridos.
Necesito que conozcas a mi familia, el contexto en que se produjo su muerte, que me conozcas a mí, a mi hijo y nuestra relación.
Necesito huir de los tópicos: “la vida sigue”, “verás cómo lo superas”, “el tiempo pasará y lo superarás”, “vas a salir más fuerte de este duelo”, “la vida te está poniendo a prueba”…
Ayúdame a afrontar y trasformar mi duelo
Ayúdame a entender lo que ocurrió, la intensidad de su alto grado de desesperación (por qué lo hizo) y a aceptarlo, superando el estado de shock en el que he estado durante años.
Ayúdame a transformar mi rabia –que me devora por dentro- en estar en paz conmigo misma y con los demás, ya que mi hijo ha sido una víctima más del sistema de Salud Mental.
Ayúdame a afrontar los aniversarios de su muerte, a hablar de ellos pero no a anticiparlos. Ayúdame a hacer entender a mi familia lo que necesito, enséñanos a acompañarnos.
Ayúdame a buscar distracciones para no pensar en él continuamente. Ayúdame a socializar. Perdí mis amistades.
Ayúdame a afrontar los trámites burocráticos de su muerte sin horror. Ayúdame a volver a creer en mí y en la vida.
Ayúdame a aprender a convivir con el dolor y a que se me restablezca un estado de equilibrio interno que me aporte habilidades para apreciar lo que tengo y no lo que he perdido.
Ayúdame a tenerlo cerca a través de sus cosas. Deja que su recuerdo me acompañe. No me pidas que abandone mi casa o que tire sus cosas. Así podré expresarte el amor y la gratitud inmensa que siento por haberlo tenido conmigo durante sus treinta años.
Ayúdame a que no vuelva a ocurrir
Necesito que entiendas mi rabia total hacia el sistema de Salud Mental y a la falta de prevención del suicidio, ya que las personas con enfermedad mental sufren mucho.
Ayúdame a que la muerte de mi hijo no ocurra en vano.
Ayúdame a reclamar más recursos para la Salud Mental, como centros de larga y media estancia y centros de día adecuados para ellos. Más inversión en investigación, más especialistas cualificados y sobre todo con compasión… Más protocolos de prevención del suicidio. También a concienciar de la ausencia de solidaridad social.
Ayúdame a implantar programas de inteligencia emocional en los colegios para detectar los problemas y ayudar a afrontarlos.
Ayúdame a hacer entender a los niños y hombres a pedir ayuda, a expresar cómo se sienten. Ayúdame a fomentar el apoyo familiar, escolar y social.
Mi grupo de ayuda mutua
Necesito participar en un grupo de ayuda mutua y compartir lo que siento con personas que tienen las mismas vivencias y que conocen tu dolor en primera persona.
Necesito recuperar el sentido del humor para ir superando este trauma.
Cristina es miembro de un grupo de ayuda mutua fruto de la colaboración de la Asociación Andaluza de Supervivientes por Suicidio de un Ser Querido «Ubuntu» y la Asociación de Profesionales en Prevención y Postvención de la Conducta Suicida «Papageno». Si necesitas ayuda contacta al WhatsApp 633 169 129.
Tiempo de lectura: 3minutosPhoto by Vladislav Murashko on Pexels.com
Los libros reseñados en esta entrada del blog contienen descripciones explícitas sobre conductas suicidas de especial dureza.
Cuanto más difícil es expresar el dolor con palabras, mayor reto supone hacer dos regalos como nos hacen los autores Piedad Bonnett y Martín Sivak. Dos libros recios, duros, sin paliativos, que hablan de un tema a los que otros muchos prefieren dar la espalda: el suicidio. Ambos se internan en forma de autopsia psicológica de corte literario en la creación de una explicación íntima sobre la muerte de sus seres queridos.
Piedad Bonnett, es escritora, ensayista, poeta y novelista nacida en Amalfi, Antioquía en 1951. Es licenciada en Filosofía y Letras de la Universidad de los Andes y profesora desde hace cuatro décadas. Tiene una maestría en Teoría del Arte, la Arquitectura y el Diseño.
El texto de Bonnet no solo describe pormenorizadamente qué significa ser supervivientes del suicidio, sino que es de una belleza y una facilidad de lectura que lo hace un libro ideal para entenderlo desde una perspectiva íntima.
A lo largo de sus páginas la autora narra las vicisitudes de la familia para acompañar a su hijo que padece un trastorno mental y su batalla por afrontarla. Su miedo y su dolor impregna cada párrafo y además de recordarnos la futilidad de la vida, de la que ninguno estamos a salvo, nos ayuda a conocer a su hijo y las circunstancias de su muerte.
Sin sensacionalismos, pero con dureza, describe el camino que los llevó vivir en primera persona la experiencia de perder a un hijo por suicidio.
Seguro que será un ejercicio terapéutico para la escritora y para todas aquellas personas que quieran mirar de frente este problema de salud pública que supone un reto.
No contiene paños calientes para nadie. Sin rencor, también relata las dificultades frente al sistema sanitario de su país y todas las barreras impuestas por el estigma alrededor de los problemas de salud mental.
Muy recomendable para personas que deseen profundizar en el tema.
La Organización Mundial de la Salud viene denunciando una falta clara de medios dedicados a la salud mental que hace que en los países desarrollados del 44-70% de personas con problemas mentales no reciban tratamiento, cifra que alcanzaría casi al 90% en los paises más desfavorecidos.
Invertir en SALUD MENTAL (OMS, 2014)
Martín Sivak periodista argentino nacido en 1975. Director de EldiarioAR, licenciado en Sociología y doctor en Historia de América Latina. Escritor de libros de no ficción. Profesor de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) y de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT). Ha publicado varios libros de investigación periodística.
En contraposición con el libro de Bonnet, Martín narra en este libro la muerte por suicidio de su padre cuando él apenas contaba con 15 años. Su libro nos zambulle en la Argentina más auténtica. En los recovecos de su narración uno llega a creer que siempre conoció a ese hombre al que el sufrimiento le hizo quitarse la vida. Un recorrido por toda la vida de este banquero marxista, preso y exiliado que no supo bajarse de un tren en el que se vio empujado a vivir y que se vio envuelto en un mundo empresarial al que ni quiso ni supo pertenecer.
Ni héroe, ni villano, un simple ser humano que ante el escándalo provocado por la quiebra de sus negocios, además de otras causas, no supo afrontarlo de otra forma. Un relato fácil de leer que explica las causas que un hijo ve detrás de la desaparición de su amado padre. Un texto respetuoso y exento de sentimentalismos, pero humano y poderosamente arrebatador.
Ambos libros son muy recomendables, aunque no dudemos en referirnos de nuevo a su crudeza. Textos ambivalentes en un intento de sus autores de entender la sombra oscura que irrumpió en sus vidas con el fallecimiento de sus seres queridos y llevar a otra fase sus duelos.
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