El pasado día 10 de octubre con motivo del Día Mundial de la Salud Mental dedicado en esta edición a la prevención de la conducta suicida, se celebró un acto en la Universidad de Cádiz. Entre otras actividades dentro de un formato de videofórum, Luis Fernando López tuvo la oportunidad de participar con este vídeo donde se describía el Proyecto ISNISS.
ISNISS es un proyecto nacido y fundado en marzo de 2019 por un grupo de psicólogos con el objetivo principal de investigar e intervenir en la prevención de conductas disruptivas, autodestructivas, autolesivas y suicidas, así como estudiar la posible influencia que los entornos digitales puedan tener en la autolesión.
Las tasas de suicidio se ven influenciadas por la forma en que se comunican las conductas suicidas a través de los medios de comunicación. La aparición de Internet y las redes sociales han aumentado las vías de comunicación y esto afecta a las fuentes que las personas usamos para informar e informarnos.
Junto a este hecho, en los últimos años existe un interés mayor en partir el estigma y el tabú asociado al suicidio y eso hace que se multipliquen las comunicaciones sobre conductas suicidas por diferentes medios. Muchas veces estas comunicaciones movidas desde la mejor de las intenciones no se someten a las indicaciones preventivas y pueden llegar inadvertidamente a constituir un riesgo para personas vulnerables. Por eso es importante que aquellas personas que por razones de carácter profesional o de otra naturaleza, hablemos sobre este problema de salud pública tengamos en cuenta las recomendaciones para evitar comunicar de forma irresponsable. Máxime cuando las redes sociales tienen un fuerte impacto y son muy accesibles tanto para publicar como para acceder a lo publicado. En ocasiones las redes sociales «las carga el diablo».
Si no estoy seguro de la utilidad de lo que publico o tengo una fuerte carga emocional por lo que ha ocurrido, es útil esperar para evitar efectos negativos. También se debe evitar utilizar casos concretos para instrumentalizarlos con otros fines que no sean preventivos. Recuerda que detrás de cada caso de suicidio hay una persona que merece el mayor de los respetos y unos supervivientes a los que hay que evitarles procesos de revictimización.
El efecto de imitación en el suicidio ha sido descrito en la literatura científica y verificado por lo que existe consenso sobre su existencia. Parece estar relacionado con la aparición de descripciones pormenorizadas de sucesos relacionados con el suicidio, donde se describen por ejemplo el lugar exacto del hecho o el método utilizado, donde se simplifica la causa de lo ocurrido o generalmente escrito destacando detalles sensacionalistas. Este efecto puede ser mayor cuando el caso relatado es de una persona relevante o modélica.
A este efecto imitativo se le dio el nombre de «efecto Werther» tomado del personaje homónimo de la novela de Goethe «Las Penas del Joven Werther», escrita en 1774. El personaje se suicidaba por razones atribuidas al desamor. Su publicación se relacionó con un aumento de los suicidios que imitaron el método o incluso la manera de vestir típica de Werther en el acto final. Este efecto también se ha denominado efecto contagio, copycat…
Existe una variante de este efecto que atribuye un efecto negativo por la exposición de la muerte de personajes mediáticos. Tomó el nombre de Yukiko Okada, una cantante de rock japonesa cuyo suicidio tuvo una amplia cobertura sensacionalista, provocando un importante efecto de imitación en el país nipón.
Sin embargo, frente a ambos efectos, existe una manera adecuada y responsable de informar sobre suicidio (Efecto Papageno) que tiene carácter preventivo y que reivindica la importancia de los medios de comunicación en atajar uno de los mayores dramas de salud pública. Por eso el efecto imitación no impide hablar del suicidio, sino que incide más en el modo en el que debemos hacerlo, como indica las recomendaciones de organismo internacionales como la OMS.
RECOMENDACIONES DE LA OMS/OPS (2017)
Referencia rápida
Lo que se debe hacer
Suministrar información exacta acerca de dónde buscar ayuda
Educar al público acerca de los datos sobre el suicidio y la prevención del suicidio, sin difundir mitos
Informar sobre maneras de hacer frente a los estresantes de la vida o a pensamientos suicidas y sobre formas de obtener ayuda
Tener mucho cuidado al informar sobre suicidios de celebridades
Tener cuidado al entrevistar a familiares o amigos que estén atravesando un duelo por haber perdido a un ser querido
Reconocer que los profesionales mismos de los medios de comunicación se pueden ver afectados por noticias sobre suicidios
Lo que NO se debe hacer
No destacar ni repetir innecesariamente las noticias sobre suicidios
No utilizar un lenguaje que sea sensacionalista o normalice el suicidio,ni se presente el suicidio como una solución constructiva a problemas
No describir explícitamente el método utilizado
No facilitar detalles acerca del sitio ni la ubicación
No usar titulares sensacionales
No usar fotografías, material de vídeo ni enlaces a redes sociales
Alrededor de la conducta suicida y su comunicación a través de medios de comunicación y redes sociales existe una paradoja que, por desgracia, contribuye al mantenimiento del problema a través del tabú y el estigma y que indirectamente podría estar influyendo en la muerte de personas vulnerables.
Por un lado, existe un consenso entre los medios de comunicación alrededor de su responsabilidad para evitar que las noticias publicadas contribuyan a fomentar el efecto que se denominó Werther. Este efecto tomó el nombre del personaje homónimo de la novela de Goethe «Las penas del joven Werther», que acaba por suicidarse tras una contrariedad amorosa. Después de su publicación, se registró un importante número de suicidios de jóvenes que imitaban la conducta del personaje. Este efecto también se ha denominado de imitación, contagio o copycat. Su existencia ha sido demostrada científicamente. Consiste en la imitación de conductas suicidas por parte de personas vulnerables por la repetición de noticias sobre suicidio sobre todo cuando son personajes públicos o mediáticos de cierta relevancia y en especial en población adolescente. También hay estudios que han investigado la relación de relatos o series de ficción en este mismo sentido. El consenso entre los medios no impide, sin embargo, que existan artículos que aparecen en nuestros periódicos obvien las indicaciones que al respecto ha realizado la OMS.
En otros casos, se opta por el silencio más rotundo ante este problema de salud pública lo que contribuye a mantener el estigma y el tabú. El silencio tampoco está justificado de ninguna forma. Esta práctica se ha extendido en muchos colectivos que mantienen en secreto las estadísticas y datos sobre conductas suicidas lo que le quita visibilidad al problema y le resta importancia contribuyendo a su mantenimiento. Esto ni siquiera consigue evitar que los hechos lleguen al conocimiento de las personas a través de redes sociales o a través del boca a boca con la merma de calidad de la comunicación que estas formas de transmisión representan.
Las redes sociales y la comunicación digital han cambiando nuestro mundo de forma irremediable y representan uno de las herramientas más revolucionarias a las que se ha enfrentado la humanidad. Conseguir grandes cantidades información se ha convertido en un proceso fácil y rápido. Alrededor del tema del suicidio se han creado miles de grupos que han encontrado en los medios digitales y de mensajería instantánea una forma de expansión y que en su mayoría tienen finalidades preventivas y nacen del buen corazón de colectivos. Sin embargo, no necesariamente son acertadas. Hablar del suicido es positivo, pero todos estamos obligados a formarnos para no contribuir a difundir mitos y conseguir el efecto contrario al que buscamos.
Además, tanto la familia como las personas afectadas se merecen el máximo de los respetos. La publicación de datos concretos del fallecido o de los familiares, fotos identificativas, especialmente cuando son menores, la especulaciones sobre las causas o su simplificación, el alarmismo y el sensacionalismo vienen a añadir dolor a los supervivientes y pueden complicar un duelo ya de por sí complicado.
Nuestro blog, http://www.papageno.es toma el nombre de un personaje de la ópera de Mozart «La Flauta Mágica» que al contrario de Werther fue ayudado a encontrar razones para seguir viviendo. Al final dio nombre al efecto contrario por el cual hablar del suicidio puede ser preventivo. Por lo tanto, existen prácticas de comunicación «buenas» y otras «malas». ninguno estamos exentos de cometer errores, por lo que la formación se convierte en esencial en este tema.
Vídeo promocional de www.papageno.es
Así que recuerda: Hablar del suicido o el silencio no son en sí prácticas preventivas. Todo depende del cómo lo hagamos. La rigurosidad en respetar el dolor de los afectados y supervivientes y a las indicaciones que se realizan desde las instituciones, deben ser siempre la guía de nuestras comunicaciones al respecto.
Resumen de indicaciones de la OPS/OMS
QUÉ SE DEBE HACER
Suministra información exacta acerca de dónde buscar ayuda
Educa al público acerca de los datos sobre el suicidio y la prevención del suicidio, sin difundir mitos
Informa sobre maneras de hacer frente a los estresantes de la vida o a pensamientos suicidas y sobre formas de obtener ayuda
Tiene mucho cuidado al informar sobre suicidios de celebridades (en caso de que lo haga)
Tiene cuidado al entrevistar a familiares o amigos que estén atravesando un duelo por haber perdido a un ser querido
Reconocer que los profesionales mismos de los medios de comunicación se pueden ver afectados por noticias sobre suicidios
QUÉ NO SE DEBE HACER
No destacar ni repetir innecesariamente las noticias sobre suicidios
No utilizar un lenguaje que sea sensacionalista o normalice el suicidio, ni se presente el suicidio como una solución constructiva a problemas
No describir explícitamente el método utilizado
No facilitar detalles acerca del sitio ni la ubicación
No usar titulares sensacionales
No usar fotografías, material de vídeo ni enlaces a redes sociales
Artículo escrito por nuestro colaborador Luis Fernando López Martínez
RESUMEN
El suicidio es un fenómeno de naturaleza multifactorial, con el cual hemos convivido a lo largo de la historia de la humanidad en sus diferentes culturas y que en la actualidad, con la aparición de nuevas formas de comunicación e interacción social, supone un nuevo escenario y con él, un nuevo problema para la prevención de la conducta suicida. En este contexto, nace un nuevo concepto, el de cibersuicidio, gracias al desarrollo y potenciación de las nuevas Tecnologías de la Información y la comunicación (TIC), el cual hace referencia a la acción de quitarse la vida, motivado por la influencia, entre otras variables, de páginas pro-suicidas, foros y salas de chat en Internet. Este estudio trata de replicar, con las adaptaciones oportunas, la investigación realizada por Biddle, Donovan, Hawton, Kapur y Gunnel (2008) sobre los contenidos pro-suicidas que son encontrados mediante motores de búsqueda en Internet y observados por usuarios con ideación suicida. Para ello, ha sido utilizado el motor de búsqueda Google, con cuatro frases clave relacionadas con el suicidio: quiero suicidarme, quiero suicidarme sin dolor, quiero suicidarme formas y quiero suicidarme pero me da miedo. Se analizaron las cinco primeras entradas de cada estudio, cuyo contenido electrónico fue sometido a 10 criterios de clasificación para determinar si la información ofrecida en el servidor web, poseía contenidos preventivos sobre la ideación suicida o contenidos pro-suicidas. Por último y tras la observancia de los resultados, se enfatiza la labor de algunas asociaciones en la propuesta de medidas de prevención en la Red, gracias a la implantación conjunta de protocolos en empresas como Google y Facebook, que han diseñado campañas y tomado medidas para la detección, comunicación e intervención ante episodios detectados de cibersuicidio. Igualmente, se contempla las medidas actuales que desde el ámbito jurídico permanecen presentes en España ante el fenómeno y el conflicto surgido con la libertad de información y expresión que marca la generación de Derechos Humanos en Internet, en el Ciberespacio. Palabras Clave: Suicidio, Cybersuicidio, TIC, Pro-suicidio, Chats-room, Internet, Redes Sociales, prevención del suicidio
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