Desde pequeño a Hugo López Cuetos (Blimea-1979) le brillaban los ojos al ver a las fuerzas de seguridad profesionales desplazarse en sus magníficas motocicletas. Un sentimiento de profundo respeto y admiración inspirado por la dignidad y los méritos de la institución, que le llevaron a desear imitar la profesión.
Su carrera de soldado truncada
El 26 de agosto de 2015, fue el punto de giro de la historia bucólica de Hugo y comenzó su pesadilla. A consecuencia de un accidente de tráfico, se encadenaron una cadena de omisiones de rescate, que derivaron en un trastorno de estrés postraumático. Durante dos años, hasta 2017, estuvo luchando activamente de forma involuntaria contra síntomas que estaban intentando abrirse camino, expertos psiquiatras forenses lo certificaron en sus informes periciales. Y lograron abrirse camino en 2017, cerrado el expediente de pérdida de aptitud psicofísica. El primer impacto de las consecuencias directas del accidente, acontecido en acto de servicio, afectó gravemente su vida laboral:
- Pierde la especialidad de tráfico en un examen médico de 5 minutos, por poder dificultar sus secuelas físicas la conducción de motocicletas.
- Pierde el destino, por destinarle forzoso a más de mil kilómetros del actual.
- Pierde parte del salario y la vivienda en el pabellón de la Guardia Civil.
- Es nombrado dirimente para la conducción de vehículos, y se ve obligado a pasar nuevas pruebas para demostrar lo contrario, con cargo a su presupuesto personal.
- Se le excluye de poder realizar cursos de ascenso, especializaciones, etc., por tener perdida psicofísica.
Sigue intentando trabajar pero, estar presente en una simple discusión de denuncia, le desencadena serios síntomas de pánico y ansiedad, por lo que ingresa en un hospital; ese sábado intenta sobreponerse para poder hacer su turno, con clara desconcentración y riesgo para compañeros, ciudadanos y para sí mismo. Aquí le sorprenden las ideas suicidas, detonadas por el sumatorio de acontecimientos y el cansancio de intentar asimilar lo que le está pasando, esta vez la imagen que le recuerda a su hija, disipa la violencia del arrebato. Aunque volverán más adelante, por la larga temporalidad de mantenimiento de problemas, la falta de humanidad en las entrevistas/revisiones realizadas por los autorizados de Guardia Civil y el desgaste acumulado, para quien ya estaba reconocido como vulnerable.
Los días siguientes se convierten en un infierno; no duerme por las noches, por revivir el accidente; no controla su cuerpo, se le dispara la ira, la rabia era inasumible; se pregunta porqué le está pasando esto a él; quién puede ayudarle; piensa que no puede contarlo y además, no sabe como debe hacerlo.
La médica le receta Trankimazín a demanda, lorazepam y lormetazepam y la psiquiatra añade alguna receta más, por lo que desde entonces ya todo se vuelve lento oscuro. A los meses de estar de baja psicológica, se le cita en la comandancia de Lérida para la entrevista con un psicólogo del cuerpo. El mensaje de esta entrevista fue: “descansa y olvídate de todos los síntomas y recupera tu puesto de trabajo”; lejos de lo que necesitaba, una vez más le negaban que pudiese ser cierto lo que le estaba pasando, cuando pudo reaccionar a los mensajes, no podía creer lo que estaba viviendo.
Hubo más entrevistas de respuesta similar, en las que le ocupaban haciendo largos test… Le citaron a las 09:00 h. en Madrid para hablar con un “gran profesional de estrellas gordas», se traslada desde Zaragoza con las restricciones del Covid19, y la entrevista no acontece hasta las 11:30. El traslado, expectación y retraso, hacen muy complicada la calma; la enumeración de la historia de acontecimientos para su comprensión resulta tediosa para ambos y no varían los resultados. De vuelta a la estación de tren, entre rabia, ira y lagrimas en los ojos, a Hugo le parece increíble recibir de vuelta desaires, como de quien se sospecha invención o fingimiento.
La historia de Hugo puede asemejarse a las de otras personas y no se debería juzgar solo el aspecto exterior del sufrimiento. Nunca sabemos que tipo de infierno están atravesando y no siempre se tienen habilidades para poderlo expresar.
Resurgir con un nuevo propósito
Tras ser retirado de la Guardia Civil en 2022, Hugo siente alivio y también inquietud por las nuevas circunstancias de su vida. Ha decidido hablar en alto y contarlo, para apoyarse a sí mismo y a otros compañeros que también han sentido soledad y frustración con sus problemas, algunos de ellos no pudieron soportar el sufrimiento y decidieron lamentablemente acabar con sus vidas.
Ha contactado con asociaciones para colaborar y visibilizar la necesidad de tener un tratamiento adecuado, si así lo requieren los síntomas psicológicos. Dentro de la Guardia Civil es una necesidad y la sociedad igualmente lo necesita. Así que, se subió a su bicicleta y se trazó un reto para poder difundir este quebranto en la preservación de la salud (https://papageno.es/tag/reto-hugo-lopez-cuetos), se ha expuesto a los medios de comunicación con el afán de romper el silencio que rodea a la salud mental y al suicidio, ha recaudado donaciones para la prevención del suicidio y recomienda cumplir con su responsabilidad a todos los titulares de obligaciones.
La bicicleta le ayuda bastante en el nuevo proceso, el deporte le centra en algo que le produce satisfacción y le simplifica los miedos, le aporta equilibrio naturalmente. Ahora colabora dando visibilidad a las necesidades de Salud mental, a la prevención del suicidio y a la necesidad de un trabajo con condiciones decentes para sus compañeros de la Guardia Civil. En la Guardia Civil son algo herméticos y hasta opacos, a la hora de tratar los riesgos para la salud de trabajar allí.
Cada 26 días un agente de la Guardia Civil se quita la vida, siendo el suicidio la principal causa de muerte no natural en el cuerpo. La Asociación Unificada de Guardias Civiles lleva años solicitando un protocolo de prevención, consideran que la falta de un plan de prevención de riesgos en salud mental podría estar detrás de los 27 suicidios que se registraron en el cuerpo en 2021.
“Así que por vosotros por ellos por mi lucharemos para que se visualicen esas cosas”
SI NECESITAS AYUDA TE DEJAMOS ALGUNOS RECURSOS
No estás sol@. Si tú o alguien que conoces está pasando por un mal momento, @sanidadgob te puede ayudar: LLama: 024 de atencíón a la conducta suicida 24 horas, 7 días a la semana, 365 días al año. Gratuito, confidencial, inclusivo e inmediato Visita: https://www.sanidad.gob.es/linea024/home.htm Atencion a personas con discapacidad auditiva: https://linea024.svisual.org/
También puedes llamar a los teléfonos de emergencias de tu territorio. En España, al 112
Ángeles de Azul y Verde es una asociación con miembros de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que observan la importancia de la salud mental en esta profesión tan delicada y apoyan en la prevención del suicidio. https://angelesdeazulyverde.org/index.php
Contacta con el área de coordinación de prevención y riesgos laborales de Policía Nacional: 91.582.10.43
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Otro agente que reconoce haber sufrido ideación suicida relata su experiencia: “Cuando te quitan el sueño o te lo cambian varias veces al día durante meses, cuando tienes que sacar adelante un trabajo en el que si actúas mal, literalmente puede morir gente; y cuando te amenazan con sancionarte si te opones a pasar por el aro puede que pienses en ello como la única salida”.
La existencia de una Jurisdicción militar ha complicado mucho la detección, persecución y resolución de delitos e ilícitos, como ciertos abusos, en el seno de las Fuerzas Armadas