Todas las entradas de el papageno2019

El por qué de las asociaciones de supervivientes

Tiempo de lectura: 2 minutos
 

Se denominan «supervivientes» a aquellas personas en duelo por la muerte de un familiar o allegado que ha fallecido por suicidio. 

Las asociaciones de supervivientes son aquellas promovidas por los mismos afectados que tienen como objetivo dar un servicio de apoyo a través del método de autoayuda o ayuda mutua sin ningún afán de lucro. 

El duelo por suicidio presenta características diferentes al que acompaña a otro tipo de muertes, que se acompaña de una fuerte carga emocional con culpa y vergüenza y preguntas reiteradas alrededor del hecho de la muerte.

El duelo es un proceso natural de adaptación a la pérdida que nos permite recuperar la normalidad. Hablar, compartir y sentirse acompañado son elementos esenciales para el proceso. Hay personas que pueden necesitar un acompañamiento especial y pueden encontrar un apoyo fundamental en grupos de personas que han pasado por el mismo trance. En casos de duelos complicados o en personas que necesiten un asesoramiento específico conviene también contar con apoyo profesional especializado.

La OMS destaca los beneficios de este tipo de estructuras que según su apreciación beneficia creando un ambiente empático, confidencial y de pertenencia con sensación de comunidad y apoyo y aumentando la esperanza de recuperar la normalidad. También proporciona apoyo para tratar con aniversarios difíciles u ocasiones especiales, da la oportunidad de aprender nuevas formas de enfrentar los problemas y crea un escenario para expresar libremente emociones, temores y preocupaciones.

En España existen diversas asociaciones de supervivientes diseminadas por el territorio que son muy activas y que además de proporcionar ayuda a personas que lo necesitan, hacen también un importante papel reivindicativo para luchar contra el estigma y para promover la creación de un Plan Nacional de Prevención de la Conducta Suicida.


MÁS INFORMACIÓN
  1. Asociaciones de supervivientes, grupos de autoayuda y duelo
  2. Creación de grupos de supervivientes
  3. Guías de autoayuda
  4. Páginas web de ayuda

Prevención del suicidio en el entorno laboral

Tiempo de lectura: 2 minutos

El entorno laboral se muestra como un lugar primordial para implementar estrategias de prevención del suicidio en la edad de adulta, tanto como los centros educativos en la infancia, la adolescencia y la juventud.

La relación entre trabajo y suicidio tiene diferentes conexiones. Por ejemplo la pérdida del empleo o el desempleo puede incidir en una mayor probabilidad de aparición de conductas suicidas. 

La evidencia también ha señalado que puede haber profesiones que se relacionan con mayores tasas de conducta suicida por una mayor accesibilidad a métodos letales de suicidio. Otros atribuyen estas mayores tasas a circunstancias inherentes al empleo por un mayor estrés. Los profesionales sanitarios (medicina y enfermería) y los cuerpos policiales son colectivos en los que se ha señalado ciertos vínculos con unas mayores tasas de suicidio.

Por otro lado, la prensa se hace eco cíclicamente de empresas o instituciones que concentran un número de suicidios inusual atribuida a circunstancias internas o circunstancias laborales de una forma más o menos directa. Es el caso de varias empresas francesas, entre las que el caso más destacado es France Telecom o la taiwanesa Foxconn. En España y en otros países de nuestro entorno como Francia, existe una especial sensibilidad actual por el fallecimiento por suicidio de policías y guardias civiles. 

En algunos casos incluso se ha conseguido la consideración del suicidio como accidente laboral por parte de los juzgados (EJEMPLO). 

Sea como sea, las empresas pueden beneficiarse de la prevención del suicidio y la promoción de salud mental entre sus trabajadores, tanto por la mejora de la productividad y del rendimiento, como evitando gastos en bajas psicológicas o años de vida potencialmente perdidos por sus trabajadores. El beneficio social que esto conlleva es inconmensurable.


PARA SABER MÁS

Prevención del suicidio en entornos laborales

Prevención y manejo de la conducta suicida.
Recomendaciones para el ámbito laboral

EUREGENAS 2014 -Directrices Medio Laboral

 

 

 

 

 

 

1 cada 40 segundos: si lees esto ya no podrás mirar para otro lado

Tiempo de lectura: 3 minutos
«No leas esto, ni lo pases, ni le des a me gusta, ni lo hables con nadie. No lo hagas, o ya te será imposible seguir mirando para otro lado»

Mientras lees este texto 8 personas fallecerán en el mundo por suicidio, de 80 a 160 lo intentarán y unas 48 quedarán duramente afectadas por la muerte de un familiar o persona cercana por este motivo. Tan sólo en este rato, entre 125 y 200 personas se verán afectadas por alguna conducta suicida.

Quizás pienses que ya no puedes hacer nada por ellas, pero a lo mejor sí porque una persona sólo muere cuando la olvidamos. No los olvides, ni le des la espalda, no seas su cómplice. Porque el suicidio es complejo y multicausal y no es meramente un hecho de personas frágiles, de valientes ni de cobardes, de ricos ni de pobres, si no que nos afecta a la sociedad en su conjunto. Ocurre en un contexto sociocultural y económico concreto y muchos somos los cómplices necesarios. Porque use el método que use, la persona suicida necesita de uno que nos hace iguales: el silencio de todos. Un método letal que ha convertido al suicidio en la mayor amenaza a la salud pública.

 

No me preocupa el grito de los violentos, de los corruptos, de los deshonestos, de los sin ética. Lo que más me preocupa es el silencio de los buenos”.

Martin Luther King

 

Nuestro silencio es cómplice necesario de la conducta suicida

Porque el arma letal que los mata, se compone de muchos silencios; el silencio de la persona suicida que no deseó molestar o no se atrevió a contar lo que le ocurría por temor a ser tomado por «loco»; el silencio de los que estuvieron a su lado y no quisieron hablar de las ideas suicidas por el miedo equivocado a «darle malas ideas»; el de los profesionales que lo atendimos y que tampoco lo hicimos ya sea por falta de formación o por no aceptar nuestra responsabilidad en ayudarlos; el de la comunidad educativa que no detectó o afrontó los casos de bullying lo suficientemente pronto o de la forma adecuada; el de las empresas que negaron la existencia de los riesgos psicosociales que muchas profesiones conllevan; el de los periodistas que callaron o trataron los temas sobre suicidio de forma sensacionalista; el de la administración que mantiene un sistema de salud mental deficitario a la cola de Europa o el de los políticos que aún en España no han encontrado tiempo para hacer un plan nacional de prevención del suicidio. 

Porque de una u otra forma, tu silencio, el mío, el nuestro, ahoga, mata y empuja a que cada 40 segundos muera en algún lugar del mundo una persona por suicidio. Deja de ser su cómplice. Si has llegado hasta aquí, ya no podrás volver a darle la espalda al problema. Porque esto no es un problema de personas débiles o de otros, sino de todos y todas.

Por eso, ahora te necesitamos. Únete, trabaja en red, participa para partir el silencio y que nuestro grito llegue a lo más alto.

 
«POR UN PLAN NACIONAL DE PREVENCIÓN DEL SUICIDO DONDE ESTEMOS TODOS»

 

Daniel J. López Vega

Coordinador de www.papageno.es. Psicólogo General Sanitario. Máster en Intervención Psicológica en Contextos de Riesgo, autor de «¿Todo por la Patria?»

 

Cómo comunicar el suicidio de un familiar a niños y niñas

Tiempo de lectura: 3 minutos

Nuestra cultura ha convertido el tema de la muerte en algo tabú y de lo que hay que evitar hablar. Eso convierte el duelo en algo doloroso que muchas veces se coarta y más en casos de que la muerte sea por suicidio y haya que comunicarla a menores.

El duelo por suicidio es especialmente complicado. Los supervivientes, tas un período inicial inician una búsqueda de las causas de la muerte que puede ahondar el sufrimiento y que cursa con sentimientos de culpabilidad, vergüenza y de abandono.

 

“El duelo reclama zurcir los rotos del corazón que la pérdida ocasiona, sanando con paciencia la nueva vida”.
José Carlos Bermejo – Director del centro de Humanización de la Salud 

Cuadernos de ayuda al duelo (ALBIA)

 

El ocultismo y la evitación conlleva a veces problemas agravados puesto que perdemos importantes momentos de aprendizaje para afrontar la muerte de una forma más adaptativa. Los niños y niñas que pasan por situaciones de este tipo necesitan saber para integrar la experiencia en sus vidas y superarlas. Por lo tanto, es importante que todos aprendamos a hablar del suicidio y a comunicarlo adaptándolo al nivel madurativo de cada uno.

 

Es muy difícil encontrar las palabras para comunicar la desalentadora noticia del suicidio de un ser querido. Tal vez sientas la tentación de «proteger» a tu hijo de tan traumática información contándole «mentiras piadosas» o verdades a medias. Sin embargo, al no tener una explicación sincera, los niños tienden a inventarse sus propias historias. Estas historias que se cuentan a sí mismos pueden provocar todavía más confusión, miedo y aislamiento.

Margo Requarth, terapeuta de pareja y de familia
margo@HealingHeartsPress.com

Como explicarles a los niños el suicidio

 

Los ingredientes principales para una comunicación efectiva se basan en dos pilares. Por un lado, la honestidad. Mentir suele traer consecuencias y hoy en día es difícil ocultar un hecho de tal envergadura. Siempre será mejor que un adulto sensibilizado comunique la muerte del familiar, que la información llegue por otro medios (otros niños, medios de comunicación, redes sociales…). Por otro lado, a la hora de informar hay que personalizar el mensaje teniendo en cuenta la edad de la persona superviviente y su nivel madurativo. Adaptar el lenguaje a sus necesidades es vital para ser entendidos.

Otro aspecto importante son los tiempos. La precipitación o los miedos  y los retrasos pueden hacer de la comunicación un proceso complicado que nos aleje del objetivo que no es otro que ayudar al menor a adaptarse a la falta del ser querido y a los cambios que ello conlleva.

Por último es necesario destacar que muchas de nuestras experiencias traumáticas están más ligadas al silencio alrededor de éstas que al hecho que las motivó. Esto está causado porque hablar y comunicar sana y el dolor compartido se atenúa. En cosnecuencia debe favorecerse la expresión emocional. El duelo no es patológico y sólo necesita de apoyo profesional cuando se patologiza.


MÁS INFORMACIÓN

Detección de la conducta suicida: factores de riesgo

Tiempo de lectura: 2 minutos

Para profesionales

Nuevas aproximaciones a la prevención del suicidio: Manual para médicos

La importancia de la detección de las conductas suicidas puede salvar vidas. Algunas personas visitan previamente los centros de atención primaria antes de suicidarse. Sin embargo, otras no tienen un contacto previo con los servicios de salud mental.

Esto hace necesario que profesionales de otros ámbitos aprendan a reconocer los factores de riesgo del suicidio para valorar la gravedad, poder tomar decisiones y ponerse en disposición de ayuda.

El riesgo señala la probabilidad de que un hecho particular ocurra y tienen naturaleza dinámica según la persona y el momento que esté viviendo. Generalmente el riesgo se valora como «alto» o «bajo» que suponen los dos polos de la dimensión a evaluar. Una vez avaluado el profesional podrá tomar las decisiones pertinentes para afrontar la situación de forma conveniente.

En la siguiente tabla podemos observar cuáles son algunos de los factores de riesgo asociados a la conducta suicida.


Factores de riesgo para el suicidio

  • Soledad (aislamiento social)
  • Ser hombre
  • Abuso de alcohol o drogas
  • Otros trastornos mentales, particularmente la depresión
  • Episodios autolesivos anteriores, sobre todo si son ocultados
  • Historia de tratamiento psiquiátrico
  • Historia familiar de trastornos psiquiátricos
  • Desesperanza
  • Gravedad del intento suicida:
    • Elección de métodos letales
    • Acceso a métodos
    • Planificación suicida
  • Bajo nivel social
  • Desempleo
  • Trastornos de personalidad (más grave si existe comorbilidad con otros trastornos psiquiátricos)
  • Problemas físicos especialmente en varones de la tercera edad (trastornos cardiovasculares y úlcera péptica)
  • Eventos vitales:
    • Duelo o pérdida (últimos dos años)
    • Problemas económicos
    • Problemas legales
    • Abusos sexuales, físicos o psicológicos
    • Problemas de relación
    • Pérdidas de padre o madre durante la infancia por separación o muerte
    • Exposición a conductas suicidas
 

FUENTE

APA (American Psychological Assoc.) Duffy, D., & Ryan, T. (2004). New Approaches to Preventing Suicide : A Manual for Practitioners. London: Jessica Kingsley Publishers.

 

«Lo que se esconde del suicidio»

Tiempo de lectura: 2 minutos

El pasado miércoles 24 de abril, la Asociación de Estudiantes de Psicología de la Universidad de Cádiz (AEPCA) organizó la jornada «Lo que se esconde del suicidio» con la colaboración del Servicio de Atención Psicológica y Psicopedagógica.

Alrededor de 70 participantes, la mayoría estudiantes de psicología pero también de otras carreras universitarias, tuvieron la oportunidad de reflexionar sobre el importante papel de la psicología en la prevención del suicidio, que sigue siendo una conducta tabú y estigmatizada. En la segunda parte de la actividad formativa se expusieron casos clínicos en los que los estudiantes pudieron practicar lo aprendido en la sesión teórica.

Nuestro colaborador, Daniel J. López Vega, fue el encargado de realizar la actividad formativa donde además de señalar los grupos de mayor vulnerabilidad. se trabajaron los mitos sobre el suicidio, la señales de riesgo y los datos epidemiológicos y se destacó la importancia de mejorar la formación dentro del colectivo profesional para mejorar la atención que se presta a personas con conducta suicida.

La alta participación señala el interés que el tema ha suscitado entre los estudiantes que mostraron en todo momento una actitud receptiva y participativa y que ha abierto la posibilidad de colaboraciones futuras. La formación en prevención del suicidio entre estudiantes de psicología es esencial para visibilizar el problema en este colectivo que representa el futuro de esta profesión.

 
MÁS INFORMACIÓN

 

 

Daniel J. López Vega

Coordinador de www.papageno.es

Psicólogo General Sanitario. Máster en Intervención Psicológica en Contextos de Riesg

«La persona con conducta suicida no desea morir, sino dejar de sufrir»

Tiempo de lectura: 2 minutos

La Unidad de Gestión Clínica (UGC) «Pinillo Chico» del Puerto de Santa María ha celebrado dos sesiones clínicas (Lunes 22 y miércoles 24 de abril) para sensibilizar sobre la importancia de la detección y atención de la conducta suicida desde atención primaria, en la que han podido participar todos su profesionales. 

 

 

«La persona con conducta suicida no desea morir, sino dejar de sufrir» 

Aquiles M. Martínez

 

Aquiles M. Martínez, Médico de Familia, y Ariane Puertas Rodríguez, Médica Interna Residente, han elaborado una acción formativa con el objetivo de reflexionar sobre el papel de los profesionales sanitarios en el abordaje de este problema de salud pública que es la primera causa de mortalidad en España por encima de los accidentes de tráfico.

El Dr. Aquiles ha destacado durante su intervención el carácter tabú y el estigma que rodea a la conducta suicida que puede provocar emociones encontradas en los propios profesionales. La Dra. Ariane reflexionó sobre los mitos alrededor de la conducta suicida, que en muchas ocasiones pasan inadvertidos y que tienen como consecuencia la perpetuación del problema. 

Los profesionales pudieron exponer sus dudas y confrontar casos que habían atendido, así como conocer instrumentos de evaluación y de apoyo al seguimiento de personas con conductas suicidas o en riesgo.

Con esta acción formativa, la UGC Pinillo Chico, pretende reforzar la detección precoz de conductas suicidas entre sus pacientes. El interés de este tipo de formación viene reforzado por la evidencia científica que señala la formación de profesionales de atención primaria como una medida eficaz de prevención, por lo que se espera que la sesión clínica pueda ser replicada en otras Unidades de Gestión Clínica del Distrito Sanitario de Atención Primaria Bahía de Cádiz-La Janda al que pertenece.

 

Aquiles Manuel Marcelo Martínez

Aquiles Manuel Marcelo Martínez

Médico Especialista Medicina Familiar y Comunitaria en la UGC “Pinillo Chico” del Puerto de Santa María

El Papel de la Atención Primaria en la Prevención y Promoción de la Salud Mental

Tiempo de lectura: 4 minutos

Según la Confederación de Salud Mental en España, el 15 de septiembre de 2017, la Salud mental en Atención Primaria, es la atención en “primera línea”. En España, entre el 2’5 y el 3% de la población adulta tiene un trastorno mental grave. Esto supone más de un millón de personas. Si incluimos el resto de los problemas de salud mental, este porcentaje se amplía al 9% de la población hoy, y al 15% que los tendrá en algún momento a lo largo de su vida.

Un estudio epidemiológico realizado en España sobre una muestra representativa de la población observó una prevalencia-vida del 10,5% y una prevalencia-año del 3,9% (Haro JM, 2006). La edad de máxima de incidencia está entre los 18-44 años (Regier DA, 1988). Las recurrencias son muy frecuentes.

Si bien las causas de la depresión no son conocidas determinados factores podrían intervenir en su génesis: genéticos, vivencias de la infancia y adversidades psicosociales actuales (contexto social y aspectos de la personalidad). También podrían jugar un papel importante las dificultades en las relaciones sociales, el género, el estatus socio-económico o disfunciones cognitivas (Geddes J, 2006).

La depresión se asocia con frecuencia a ansiedad y en ocasiones con el abuso de alcohol u otros tóxicos y con algunas enfermedades orgánicas cerebrales y sistémicas. La Atención Primaria es la puerta de entrada de la gran mayoría de estas personas al sistema de saluduna “primera línea” de la que depende el que se puedan diagnosticar los problemas de salud mental lo antes posible. Y en estos casos, la detección temprana es fundamental. Ya la primera Estrategia del Sistema Nacional de Salud indicaba que “el principal punto de contacto con la salud mental para la mayoría de los pacientes es el médico o médica de familia, y que el 80% de los y las pacientes psiquiátricos atendidos en salud mental proceden del ámbito de la atención primaria”. (WHO, 2007).

En el Plan Integral de Salud Mental 2016-2020 se estiman que en torno a un 25% de la población sufre un trastorno mental a lo largo de su vida. Asimismo, hay que añadir que Andalucía se encuentra por encima de la media estatal en tasa de suicidios.

En la práctica clínica diaria, se estima que de un 60% a un 80% de las consultas diarias del Médico de Familia tienen implicaciones en salud mental, esto supone que, aunque el usuario acuda por un problema médico (una lumbalgia, por ejemplo), puede tener grandes implicaciones emocionales para el paciente tanto laborales, sociales, familiares, económicos y pueden desencadenar ansiedad y es deber del médico saber detectar y encauzar para aliviar la sintomatología. Y todo esto lo tenemos que solventar en 6 minutos que nos da la administración.

Debo reconocer que la formación psicológica de los profesionales de Atención primaria es precaria, tanto por interés como por tiempo. Es más fácil recetar un ansiolítico que empezar una terapia conductual. Muchos médicos adolecen de entrenamiento en terapia psicológica y se centran en una visión orgánica del paciente, una visión “tangible” y más práctica. Aunque debo decir en defensa de mi especialidad, que la Medicina de Familia, de entre todas las especialidades, es la única que se centra en el individuo, en su entorno, en su familia y en la sociedad. Conocemos y tratamos al usuario, teniendo en cuenta a la familia, los amigos y sus problemas físicos y orgánicos (incluso financieros) más que ninguna otra especialidad. Recuerdo cuando era residente, joven e inexperto, usé un medicamento para el asma de reciente comercialización, que controlaba los síntomas nocturnos y las agudizaciones sin ser un inhalador, el paciente al que lo receté me felicito por mi elección, pero en aquella época ese fármaco no tenía punto negro (aportación reducida) y me dijo que su asma estaba muy controlada, pero si compraba ese medicamento, se le descuadraba el presupuesto mensual alimenticio….

El Médico de Familia debe dominar diferentes esferas de conocimiento desde los 14 años hasta el final de la vida, como las Enfermedades Reumatológicas y Musculoesqueléticas, el Dolor Crónico, los Accidentes Cerebrovasculares (Ictus), las Enfermedades Crónicas, las Enfermedades Oncológicas, la gran epidemia del siglo XXI como es la Diabetes Mellitus, la Salud Mental, los Cuidados Paliativos, etc.

 

Se puede recoger el listado completo de los Planes Asistenciales Integrados en el siguiente enlace: ACCEDER A PAIS

 

Todo esto se logra por una cualidad de la Atención Primaria, que es la CONTINUIDAD ASISTENCIAL, es decir, el fácil acceso de la población al Médico de Familia, incluso, todos los días, si fuera necesario. Cosa que ninguna otra especialidad, por la forma de organización, puede realizar. Eso nos convierte en piedra angular de la Sanidad Española.

 

Aquiles Manuel Marcelo Martínez

Médico Especialista Medicina Familiar y Comunitaria en la UGC “Pinillo Chico” del Puerto de Santa María

Corporate: cuando el medio laboral se convierte en un infierno

Tiempo de lectura: 2 minutos

«Corporate» es una película francesa del año 2016 que no deja indiferente. Este drama dirigido por Nicolas Silhol indaga en la relación entre determinadas prácticas de recursos humanos y sus perjudiciales efectos sobre las personas.

En este caso, los guionistas narran la historia de la jefa de RRHH de una multinacional contratada para obligar a renunciar a algunos trabajadores de los que la empresa desea prescindir y así evitar los despidos masivos y salvaguardar los intereses de la empresa. La Directora lleva a cabo religiosamente el plan de la multinacional hasta que uno de los empleados se suicida, lo que provoca una convulsión en la forma de ver su trabajo.

Y como la realidad siempre supera a la ficción, los medios de comunicación se han hecho eco en los últimos años de casos donde la reputación de una empresa se vio tambaleada por casos de suicidio que que fueron atribuidos a sus prácticas de management. Es el caso de France Telecom y otras empresas francesas, o la taiwanesa Foxconn que fue acusada de jornadas laborales extenuantes (En Japón se ha acuñado el término Karōshi para definir las muertes por trabajo excesivo).

 

En un contexto totalmente diferente, en 2016 se publicó el libro «¿Todo por la Patria?: Cultura, clima laboral y conducta suicida en la Guardia Civil» (Acceso a la web)

El estudio ahondaba en el problema del suicidio en este cuerpo militarizado y de cómo esto podría estar vinculado a los riesgos psicosociales asociados al medio laboral y a la falta de democratización y de avances en la política de RRHH y sus valores jerárquicos y de disciplina.

La conducta suicida se ha convertido en la mayor causa de mortalidad externa en España. La actividad laboral se vincula a riesgos psicosociales que no podemos obviar a la hora de explicar los suicidios. Aunque se trata de un fenómeno complejo que involucra a variables de diversa naturaleza, el medio laboral es un espacio preventivo de primer orden.

Si tienes la oportunidad, «Corporate» puede ayudarte a reflexionar sobre este controvertido tema. Como siempre, una visión crítica puede ayudarnos a tomar decisiones que salvan vidas.


MÁS INFORMACIÓN
Título: Corporate
Año: 2016
Duración: 95 min.
País:  Francia
Dirección: Nicolas Silhol
Guion: Nicolas Fleureau, Nicolas SilholKazak
Productions / StudioCanal / Ciné+

 

FICHA COMPLETA DE LA PELÍCULA (FILMAFFINITY)

TRAILER DE CORPORATE YOUTUBE

DOCUMENTAL SOBRE FRANCE TELECOM Y LOS SUICIDIOS

VÍDEO SOBRE EL LIBRO «¿TODO POR LA PATRIA?….»

 

Mitos y realidades. Suicidio tabú y estigma

Tiempo de lectura: 6 minutos

Hablar del suicidio, salva vidas. La conducta suicida es un fenómeno que puede predecirse y que por lo tanto, su prevención es una realidad. La concienciación no sólo desde el ámbito terapéutico, sino también y aparejado a la influencia de los nuevos medios de información y comunicación, las llamadas TIC, insta a la sociedad en general y los psicoterapeutas de modo específico, a visibilizar y desmitificar un fenómeno que afecta a tantas personas.

Sin embargo, el tabú asociado en torno al suicidio, así como los innumerables mitos en torno a al fenómeno, no hacen más que oscurecer y dar cabida a una serie de ideas y creencias erróneas que promueven la estigmatización de la conducta y enturbian la petición de ayuda de los dolientes y las personas con ideación suicida. Es por tanto, imprescindible acabar con los mitos en relación a la conducta suicida. Es labor fundamental la difusión como terapeutas de información veraz y científica que de modo preventivo alejen las concepciones erróneas de los juicios de valor y tabús heredados.

La infografía que nos ofrece la propia Organización Mundial de la Salud, nos ofrece de un modo intuitivo, la magnitud del fenómeno que abordamos, poniendo de relieve la importancia de su prevención primaria como abordaje esencial en la disminución de casos registrados.

Dentro de los enfoques multidisciplinares integrales para su abordaje, los psicoterapeutas y profesionales del mundo de la salud mental, estamos llamados a ejercer una labor de ayuda, acompañamiento y encuentro entre familiares, supervivientes, pacientes y sociedad que evite la estigmatización y la continuación del tabú.

A continuación, expondremos los mitos más frecuentes y escuchados en relación al suicidio, la verdad en clave científica que hay detrás de cada uno de ellos, así como las implicaciones terapéuticas a tener en cuenta en vuestra práctica profesional.

  • La persona que quiere suicidarse no lo dice.

Según las estadísticas, de cada diez personas que se suicidan, nueve de ellas han mostrado, verbalizado o expresado su ideación suicida de un modo expreso, y la ora restante dejó señales, muestras o indicios de sus intenciones de suicidio.


Las verbalizaciones sobre la ideación suicida, en ocasiones pueden mostrarse de modo claro e inequívoco, otras de un modo velado y con expresiones sutiles, del tipo “cuando todo acabe…”. Es esencial, tomar con seriedad, evaluar y permitir la expresión de la ideación en sesión, obteniendo información de la elaboración y evolución de la misma. Nunca minimizar el riesgo ni tomarlo como una llamada de atención, chantaje ni manipulación.

  • Es mejor no hablar ni preguntar sobre el suicidio, ya que puede inducir su consumación o dar ideas.

Las personas que llevan tiempo con ideación suicida, y pueden verbalizarla, disminuyen sus sentimientos de soledad y la desesperanza.

Nuevamente como terapeutas, debemos permitir la expresión emocional de la ideación suicida, ya que de no hacerlo y cambiar el foco a otros aspectos, no permite el alivio del sufrimiento, no se valora de un modo adecuado el riesgo suicida y promoveremos una intervención/ayuda insuficiente o tardía.

  • Las personas que se suicidan tiene rasgos de personalidad impulsivos y/o agresivos.

Es necesario diferenciar el acto suicida de la ideación. El acto, puede en algunos casos ser producto de un impulso; la ideación es un conjunto de pensamientos, emociones y sentimientos que se han dado en evolución en el tiempo.

Considerar este mito, provoca que el terapeuta deje de valorar conductas, patrones de riesgo y señales, que alejan del conjunto del proceso la globalidad de la ideación y las características biopsicosociales que engloba la ideación-.

  • Los que se suicidan son muy valientes/cobardes.

Esta polaridad valentía/cobardía, aleja la objetividad de que las personas que se suicidan son únicamente sujetos con un elevado nivel de sufrimiento y desesperanza. El suicida no quiere morir, desea dejar de sufrir.

La mirada que se dirige al paciente en terapia, basándonos en señales, rasgos y estructuras de personalidad, que pudieran confirmar hipótesis previas basadas en mitos, nos aleja como terapeutas de la comprensión, la aceptación incondicional y empatía necesaria para ser un canal de ayuda y contención de la ideación suicida.

  • Los suicidas son enfermos mentales.

Hay que tener una cosa clara, el suicidio no es una enfermedad mental ni está catalogado el fenómeno en ningún manual diagnóstico de trastornos mentales (DSM-V o CIE-10). El suicidio es un fenómeno multifactorial con una alta comorbilidad asociada (TMG, esquizofrenia, bipolaridad, TCS, abuso sexual, acoso, etc.). Es el resultado de una decisión personal tras un proceso vital basado en el dolor y la desesperanza.

Es esencial en terapia no confundir suicidio y enfermedad mental y viceversa. Atendiendo a esta clarificación, y en base a la expresión de la ideación, es esencial formarse en psicopatología y evaluar síntomas clínicos o subclínicos que pudieran aportar datos acerca de la presencia de trastornos con una alta comorbilidad con la conducta suicida.

  • El suicida estará en peligro toda su vida

Según los datos de la OMS, entre el 1 y el 2& de las acciones de suicidio, se dan en el primer año tras el intento fallido. Entre el 10 y el 20% lo consumen a lo largo de su vida.

El terapeuta debe conocer que las crisis suicidas suelen durar un periodo concreto en el tiempo: a veces horas, días, en raras ocasiones semanas. Sostener la crisis, adaptando las precauciones oportunas, la supervisión constante del paciente, así como minimizar los riesgos, es prevenirlo.

  • Todas las personas que se suicidan están deprimidas.

Hay un criterio dentro del mundo de la salud mental, que es errónea y es el hacer sinónimo la depresión con el suicidio. Puede existir una conducta suicida sin depresión, pero la depresión sin embargo, sí puede conllevar la conducta suicida y hay que tenerla muy en consideración.

Una persona con sintomatología o con un trastorno depresivo, puede conllevar una ideación y consumación suicida. Sin embargo, como decimos depresión y suicidio no siempre vienen aparejados. La comorbilidad es alta (TP, adicciones, TB, TCA, etc.) Detectar los indicios en sesión, es de vital importancia para dar cabida a la expresión y con ella, realizar una adecuada evaluación para su prevención.

  • La mejoría en la depresión grave, elimina el riesgo suicida.

Este mito, conlleva en la mayoría de ocasiones bajar la atención sobre un riesgo que sigue presente. Los deprimidos con ideación suicida, mejoran en su componente motor (más activos, más alegres, etc.) antes que en el componente ideático.

Según los datos, más de la mitad de los suicidas consumaron al acto durante los 3 primeros meses tras la crisis emocional, con una mejoría visible. En sesión, es importante seguir evaluando una vez se observen mejorías, ya que el hecho de encontrarse con fuerzas, ágiles, etc. les aportan recursos para el suicidio. Muchos, se muestran más animados por el simple hecho de haber tomado la decisión de matarse y su nivel de sufrimiento disminuir ante el acto que le dará fin a su dolor.

  • El suicida cree que la familia estará mejor sin él.

Este es uno de las disonancias cognitivas más frecuentes en pacientes con ideación suicida, la de creer erróneamente que sus familiares estarán aliviados y con una calidad de vida mayor. Es un pensamiento distorsionado por el dolor.

En sesiones, se observa este pensamiento con bastante asiduidad, con expresiones verbales del tipo “estarán mejor sin mi”, “cuando ya no esté ellos podrán…”. Es importante verbalizarles de un modo expreso, que “DE NINGUNA FORMA ESTARÁN MEJOR, QUE LES DEJARÁ UN SUFRIMIENTO DE POR VIDA”. Explicarles el peso de la culpa, lo que conocemos de las personas que han sufrido la muerte de un ser querido por suicidio, de la devastación familiar que ocasiona, de la herida irreversible que no se llega a superar. Contar con un grupo de supervivientes del suicidio, que puedan dar testimonio de lo que les ha supuesto la muerte de un familiar, puede ayudar al proceso.

Podemos encontrar muchos más mitos de los que aquí hemos deseado exponer. La amplitud y complejidad de la mente humana, de la sociedad que los alberga y construye, así como del momento histórico donde nacen, favorecen su dispersión y la virulencia de sus síntomas en lo social y sobre todo, en lo íntimamente humano.

A buen seguro, son muchos los mitos que podrían sumarse a esta lista y que en vuestro recuerdo, podréis traer a sesión. Desmontarlos, darles un contenido científico que rebata el poder que implícitamente conlleva a la práctica profesional, indagando en la verdad que se esconde tras el tabú, promoverá un espacio seguro en el que permitir el encuentro entre dos personas, entre terapeuta y paciente. Un lugar donde la expresión del sufrimiento, del dolor de la pérdida, de la devastación y la desesperanza, de paso con tiempo, amor y trabajo, junto a un responsable proceso terapéutico a su aceptación, integración y al tan esperado cambio.


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Luis Fernando López Martínez

Psicólogo Gral. Sanitario. 

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