Sexting, género y suicidio desde la óptica criminológica

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La dinámica social del sexting como delito
Foto de Jesus Con S Silbada en Pexels

Belén Casas Campos, es experta en Criminología y Seguridad y Máster en Sistema Penal y Criminalidad.

 

En los últimos años, el término anglosajón Sexting ha ido adquiriendo relevancia y abriéndose paso en la actualidad social española hasta el punto de convertirse en un vocablo conocido por gran parte de la población, pero, ¿sabemos realmente en qué consiste este fenómeno?

 

¿Qué es el sexting?

El sexting consiste en la producción, envío y recepción de material digital (mensajes de texto a través de plataformas de mensajería instantánea, fotos, vídeos…) de contenido erótico y/o sexual de forma consentida y voluntaria entre dos personas mediante dispositivos tecnológicos. Dentro de esta definición, encontramos el sexting activo, que responde a la persona que produce y envía material digital erótico/sexual, y por otro lado, el sexting pasivo, que hace referencia a la persona receptora de dicho material.

Esta práctica sexual surge como consecuencia de la dinámica social en que nos vemos envueltos. Las TICS, los dispositivos tecnológicos, la mensajería instantánea junto a las redes sociales y la era del tiempo acelerado en que vivimos han promovido cambios en la manera de relacionarse, expresarse y comunicarse. Es así como la sexualidad se ha ido adaptando a este nuevo escenario digital para reinventarse y crear nuevas formas, ya habituales y normalizadas, de desarrollo sexual para todo tipo de públicos. 

Es muy importante no confundir este fenómeno, primero con la pornografía (en el caso de adultos), ya que no tiene un carácter profesional ni lucrativo, y en segundo lugar, con la conducta delictiva también llamada sexting recogida en el artículo 197.7 del Código Penal que hace referencia a los actos de difundir, revelar o ceder a terceros imágenes o grabaciones audiovisuales erótico/sexuales de una persona sin su autorización, aun habiéndolas obtenido con el consentimiento de la misma en un domicilio o lugar fuera del alcance de la vista de terceros provocando un daño grave en su intimidad personal

 

Los medios de comunicación y la distorsión del sexting

Los medios de comunicación han tenido un papel protagonista a la hora de arrojar luz sobre este fenómeno, pero su función, lejos de ser informativa, ha distorsionado la imagen y concepto de esta habitual práctica sexual, que no solo es cosa de jóvenes, hasta el punto de confundir términos (sexting como fenómeno/ sexting pornografía/ sexting como conducta delictiva) e introducir elementos de carácter moral que son totalmente innecesarios.

El sexting como fenómeno social per se, no es una práctica delictiva, por lo que no existe fundamento jurídico que justifique su criminalización. Tampoco debe ser juzgado bajo sentencia condenatoria moralista ya que la sexualidad cuenta con un amplio abanico de instrumentos y mecanismos que favorecen su desarrollo y expresión para que cada sujeto, de forma individual, voluntaria y sin perjuicio al colectivo social, escoja la que más se adapte a su persona y gustos.

Se trata de un juego erótico/sexual que con el tratamiento mediático se ha ido demonizando. Su práctica, desde el punto de vista social y sexual, no es algo negativo; lo que sí genera daño es el mal uso que muchos y muchas hacen de esta práctica al no respetar y vulnerar la intimidad de la otra persona, derivado de una alarmante escasez en educación afectivo/sexual y emocional.

 

La doble moral de la sexualidad femenina

El sexting como conducta delictiva reproduce y ejemplifica la cultura y violencia machista de nuestra sociedad. Ya son varios los casos de sexting que se han hecho mediáticos donde sus víctimas han sido mujeres (a excepción del caso de Víctor Sánchez del Amo, ex entrenador del Málaga Club de Fútbol, cuya dinámica y reacción social es notablemente diferente) empezando por Olvido Hormigos y pasando por Verónica, Tiziana y Alyssa, naturales de España, Italia y Estados Unidos, estos tres últimos, ejemplos de mujeres que decidieron suicidarse como consecuencia del daño que les fue causado. 

La sexualidad femenina se concibe, social y mediáticamente, como algo censurable, dañino y vergonzoso, encubierta por una doble moral donde la mujer, en primer lugar, debe tener relaciones sexuales, y acto seguido, es cuestionada moralmente por ello. 

De la combinación de una sociedad machista y la falta de educación sexual obtenemos una doble victimización hacia la mujer, lo cual la convierte en un sujeto muy vulnerable ante los factores de riesgo que la rodean. Esta vulnerabilidad se acentúa al banalizar y quebrantar de forma normalizada el derecho a la intimidad de la víctima.

Un ejemplo de ello son las declaraciones que un conocido torero español realiza en televisión aludiendo a la dificultad que tienen los hombres para no difundir un material erótico/sexual femenino, pidiendo, de tal forma a las mujeres, que no realicen Sexting para prevenir la victimización. 

 

La dinámica social del sexting como delito

Una de las características del sexting como conducta delictiva es la finalidad de humillar y desprestigiar a la víctima por la comisión de un acto transgresor de las normas sociales impuestas. Pero antes de que la conducta típica sea consumada por la persona que difunde el material erótico/sexual en primera instancia, en ocasiones se añade a este contexto la “sextorsión” donde el sexting como fenómeno se convierte en un elemento clave para materializar una extorsión de carácter sexual

Ya efectuado el envío del material erótico/sexual fuera del núcleo bilateral consensuado, comienza una difusión en cadena responsable de la viralización de dicho material cuyos límites son inescrutables como consecuencia del alcance de la mensajería instantánea, el poder de las redes sociales, la falta de empatía con la víctima y la alianza moral con el victimario. El primer eslabón inicia esta conducta gracias a la seguridad que le proporciona saber, si bien de forma previa, que su acción va a ser reforzada positivamente en grupos de Whatsapp y redes sociales. El reproche social no se concibe como primera reacción ante tal supuesto.

Es entonces cuando comienzan las conductas de acoso y vejaciones hacia la víctima entre su círculo más cercano, incluyendo familia, amigos, trabajo/escuela, lugar de residencia… hasta alcanzar población desconocida; aquélla, termina asumiendo la culpa y la vergüenza social que debería trasladarse al victimario. Se trata de una inversión de roles donde la sociedad muestra apoyo al victimario(s) en forma de “reenviar” y sentencia a la víctima por haber cometido una conducta sexual individual. 

Como consecuencia de ello, la atención, curiosamente se vuelca en la víctima recibiendo una mayor presión social, traducida en un intento de aleccionamiento, reprimenda y reeducación bajo la premisa de que el sexting es una conducta dañina que no debe hacerse, más aún si eres mujer. 

Lejos de criticar la postura de quien realiza sexting como conducta sexual, es necesario trasladar los esfuerzos para invertir la reacción social y desprenderse de las lecciones morales, porque, como se ha expuesto anteriormente, sextear no es un delito, sino una práctica sexual con determinados riesgos en forma de juego erótico, por lo que es importante evitar introducir la moral en intentos de educación hacia las víctimas, y trasladar el foco hacia la figura del victimario(s), quien/es debería/n protagonizar los debates sociales y mediáticos por la comisión de una figura delictiva dentro de un espacio tan reservado e íntimo como es la sexualidad.

 

Consecuencias psico-sociales y emocionales del sexting para la víctima dentro del encuadre de las ciberviolencias de género

Daños Físicos

Daños Emocionales

Otros

  • Sudoración
  • Náuseas
  • Dolor de cabeza
  • Dolor de espalda
  • Dolor de estómago
  • Dolor de riñón
  • Falta o exceso de apetito
  • Vacío en el estómago
  • Tensión corporal
  • Llanto
  • Pesadez corporal
  • Autolesión
  • Afección Nerviosa
  • Estrés
  • Angustia
  • Ira
  • Enfado
  • Depresión
  • Paranoia
  • Miedo
  • Confusión
  • Impotencia
  • Miedo a salir
  • Auto restricción de movilidad
  • Abandono de tecnologías
  • Autocensura
  • Sensación de vigilancia constante

*Tabla de contenido de elaboración propia

*Fuente: Informe de la asociación de mujeres mexicanas Luchadoras: “La violencia en línea contra las mujeres en México” (Luchadoras MX, 2017)



Daños Individuales

Daños Psicológicos: Depresión, ansiedad, miedo y pensamientos suicidas

Aislamiento Social: Restricción y/o eliminación de la vida social y menor o nulo contacto con familiares y amistades

Pérdidas Económicas: Despidos, pérdidas de ingresos y dificultad para encontrar empleo

Limitación de la Movilidad: Problemas para participar o acudir a eventos o espacios físicos y online

Autocensura: Restricción parcial o total de la actividad en redes por miedo y pérdida de confianza en la seguridad de las TICS

     *Tabla de elaboración propia

*Fuente: Informe de la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones: “Online gender-based violence: A submission from the Association for Progressive Communications to the United Nations Special Rapporteur on violence against women, its causes and consequences” (APC, 2017)

Además, el informe de Amnistía Internacional publicado en 2018 bajo el nombre La situación de los derechos humanos en el mundo estima los siguientes efectos adversos centrados principalmente en la salud mental (Amnistía Internacional, 2018):

  • Estrés
  • Ansiedad
  • Ataques de pánico
  • Impotencia
  • Pérdida de confianza en sí mismas
  • Problemas para conciliar el sueño
  • Sensación de pérdida de poder
  • Miedo respecto a su integridad física
  • Disminución de la capacidad de concentración
  • Dificultad para tomar decisiones cotidianas
  • Estado de alarma
  • Angustia

 

¿El sexting es motivo de suicidio?

El suicidio responde a la conjunción de una pluralidad de factores, por lo que una única explicación no será suficiente para tratar de comprender una realidad tan compleja dentro de la esfera online.

Si bien es cierto que, dentro de la cadena de difusión del material erótico/sexual existe una responsabilidad jurídico-penal, es importante conferir la misma entidad a la responsabilidad social en estos casos. 

Dentro de los factores que rodean a la víctima en cuanto al suicidio (características psicológicas y emocionales personales de la víctima y rasgos de personalidad, infravaloración los riesgos del sexting como conducta sexual, falsa protección derivada del sentimiento de seguridad que confieren las redes sociales y la mensajería instantánea, confianza puesta en una persona ligada a una relación afectivo/sexual…) existe uno que ostenta el máximo protagonismo: la difusión del material entre terceros como responsable del tratamiento social del mismo como factor de estrés vital.

En este caso, es la repercusión social que sufre la víctima derivada del tratamiento que la sociedad efectúa sobre su sexualidad y no el singular acto de difusión lo que favorece positivamente la ideación/conducta suicida.

Según la teoría criminológica de los vínculos sociales de Hirshi, son cuatro los factores responsables de mantener dentro de la sociedad a una persona. 

  • El apego, traducido en la importancia que se confiere a la opinión que los miembros del círculo más cercano tienen sobre su comportamiento
  • El compromiso, como el esfuerzo invertido en actividades particulares que muestra sentimiento de unión a la sociedad.
  • La implicación, en forma de estar involucrado en actividades convencionales.
  • Las creencias, como la fortaleza de los valores sociales convencionales.

Por el contrario, la debilidad de estos vínculos aumenta la disposición a infringir las normas sociales y desprenderse de la sociedad.

Con la presión y condena social hacia la víctima, su apego se ve afectado como consecuencia de la opinión negativa que, desde su circulo más cercano hasta una pluralidad de desconocidos, se tiene de ella. Así, la importancia que se confiere a esas opiniones, juega como un arma de doble filo.

El compromiso y la implicación social de la víctima se ponen en riesgo. La propia sociedad la va rechazando y cerrando el círculo de actuación por lo que, a partir de ahora, le será más difícil desempeñar esas actividades (trabajo, escuela, gimnasio, asociaciones, grupos de encuentro, encuentros con amigos, cumpleaños, reuniones formales/informales…).

La creencia se va debilitando como consecuencia de haber roto y desobedecido los valores sociales convencionales, en este caso, disfrutar de una sexualidad libre para una mujer.

Aquella persona que posea estos vínculos, tendrá mucho que perder si se aleja de la sociedad, por tanto, le supone una obligación a la vez que un beneficio seguir mantenido a ella. En el caso de las víctimas de sexting, estos vínculos se han ido desgastando dentro de un corto periodo de tiempo, por lo que desde su percepción, no se sienten unidas a la sociedad, y por consiguiente, no tienen mucho o nada que perder si se desvinculan de ella.

 

Sexting y responsabilidad social

Tras el suicidio de Verónica el pasado año, la sociedad se echaba las manos a la cabeza por lo ocurrido. Era incomprensible cómo una mujer joven, madre de dos niños pequeños, con trabajo estable y con toda una vida por delante había tomado la decisión de quitarse la vida. Resulta incoherente esta alarma social si, mediante la retrospectiva, analizamos cómo esa misma sociedad fue la encargada de viralizar su sexualidad

La comunidad social actual necesita a gritos educación afectivo/sexual y concienciación sobre este asunto. Se requiere de una prevención primaria, secundaria y terciaria, encargada de crear conciencia en la sociedad, potenciales víctimas y víctimas para que:

  • Se refuerce el reproche social hacia el victimario(s) en casos de sexting como conducta delictiva
  • Se evite el acoso social hacia la víctima
  • Se disminuyan las conductas de redifusión entre terceros 
  • Se motive a denunciar en contra de la vergüenza social sufrida por parte de las víctimas

Las conductas de sexting como juego erótico aumentan conforme avanza la edad, por lo que, a pesar de los riesgos con conlleva este fenómeno, estos son asumidos (de manera más o menos madura) por una proporción considerable de jóvenes y adultos. Otra característica es un mayor predominio de la mujer adolescente y adulta responsable de producir y enviar sexts donde las razones que lo justifican son diversas, respondiendo algunas a la cosificación sexual femenina y reproduciendo la jerarquía de roles en base al género:

  • Presión por su pareja afectivo/sexual
  • Manipulación por su pareja afectivo/sexual
  • Baja autoestima y necesidad de reforzar el amor propio y el ego
  • Conseguir y/o mantener una relación afectivo/sexual
  • Dependencia afectivo/sexual
  • Sentimiento del deber de complacer sexualmente a la pareja afectivo/sexual
  • Moda social
  • Diversión
  • Aburrimiento

Por otro lado, dentro del sexting como juego erótico, hay una más sexting pasivo que activo. Ello responde a la cantidad de mensajes en forma de reenviar, fruto de la banalización de la intimidad de la víctima y a la falsa y justificada creencia de que si ese material erótico/sexual ha salido del círculo íntimo, ya pertenece al dominio público. 

Por ello, una cuestión relevante en este sentido se relaciona con los riesgos y consecuencias que deben asumir las víctimas de edad adolescente, en especial las de género femenino, cuando la propia sociedad, en este caso adulta, ha desempeñado un papel esencial en el suicidio de Verónica.

 


Belén Casas Campos

Grado en Criminología y Seguridad y Máster en Sistema Penal y Criminalidad. Formación en violencia de género. Técnica en Laboratorio Criminalístico. Experiencia en centros de internamiento de menores infractores. Alumna Becaria en el Máster en Sistema Penal y Criminalidad y prácticas en un servicio de gestión de penas.

 


MÁS INFORMACIÓN

Formación en prevención del suicidio en personas privadas de libertad – Puerto II

Tiempo de lectura: 4 minutos
Formación suicidio privación de libertad
J. Antonio Ramírez, Soraya González, Belén Campos y Daniel J. López Vega coordinador de papageno.es y ponente de esta jornada formativa

 

La plataforma papageno.es agradece al Centro Penitenciario Puerto II, a la subdirección médica y la de tratamiento, la invitación para organizar esta actividad formativa.

Especialmente a J. Antonio Ramírez, trabajador del centro, por la acogida a nuestro equipo y la organización de la logística del acto. A pesar de su larga experiencia, sigue poniendo una mezcla de cariño y profesionalidad  en todo lo que hace.

Gracias.

 

Formación de prevención del suicidio en el Centro Penitenciario Puerto II

Hoy jueves 30 de enero de 2020, el Centro Penitenciario Puerto II, con la colaboración de papageno.es, ha organizado una sesión formativa que tenía como objetivo la prevención del suicidio entre personas privadas de libertad.

En el curso han participado personal de los servicios médicos y de enfermería, del equipo de tratamiento y otros profesionales del centro. J. Antonio Ramírez, enfermero del centro penitenciario ha presentado el curso y al ponente Daniel J. López, coordinador de papageno.es. En la actividad también han participado Soraya González, Belén Casas y Nuria Moncayo, miembros de la plataforma.

 

El suicidio es un problema que durante años ha sido un tabú dentro y fuera de las prisiones. El estigma está detrás de la falta de visibilidad del suicidio y de la falta de políticas claras para prevenirlo. Nuestra ignorancia solo se combate a través de la formación y la investigación.

 

El suicidio dentro de las prisiones

Curso de prevención del suicidio en prisionesEl suicidio no solo es un importante problema de salud pública de nuestra sociedad que afecta a una persona cada 40 segundos en el mundo. Tiene además un componente de desigualdad social en salud, que presenta su peor cara dentro de las prisiones.

 

El suicidio dentro de las prisiones es claramente un termómetro de la calidad de nuestro sistema penitenciario y de su objetivo de reinserción social

D. J López-Vega.

 

López ha destacado la importancia del suicidio como una de las causas de mortalidad más frecuentes dentro de las instituciones penitenciaras, junto a las sobredosis de drogas, que por otro lado podría estar encubriendo conductas suicidas en algunos de los casos.

Este problema complejo y multicausal se relaciona con un entramado de variables personales y del entorno. Los intentos de suicidio previos son una de las variables más predictiva, junto a las adicciones y los problemas mentales. Pero, en la aparición de conductas suicidas también tiene su peso el estrés propio de la privación de libertad. Los conflictos internos y la falta de apoyo social que provoca, pueden ser el germen de un mayor riesgo de la aparición de este tipo de conductas.

 

Situaciones de riesgo de suicidio en centros penitenciarios

El riesgo de suicidio se hace más patente no solo durante la detención y los primeros días en prisión, sino a lo largo de las diferentes situaciones que se viven dentro del sistema penitenciario. Incluso puede aparecer en el momento de obtener la libertad en aquellos internos que sufren el proceso de institucionalización. También las situaciones de aislamiento se han mostrado como posibles detonadores de la conducta. Este tipo de situaciones debe estar limitado a una estricta necesidad por razones de seguridad. Las mujeres y los jóvenes también son colectivos a tener en cuenta en la prevención.

 

Retos

Después de esta actividad, desde papageno.es nos brindamos a seguir profundizando en el tema. Desde nuestra humilde aportación, seguiremos trabajando en el control de este problema de salud pública en centros penitenciarios, responsable de más de 450 muertes desde el año 2000 al 2017 dentro de centros penitenciarios españoles.

 

 

Daniel Jesús López Vega

Daniel J. López Vega

Coordinador de www.papageno.es

Psicólogo General Sanitario. Máster en Intervención Psicológica en Contextos de Riesgo. Autor de «¿Todo por la Patria?». Socio fundador de la Sociedad Española de Suicidiología. Experto Universitario de Estadística Aplicada a las Ciencias de la Salud (UNED). Responsable del Grupo de Conducta Suicida del Colegio de Psicología de Andalucía Occidental.

 


 

Más información

 

 

J. Antonio Ramírez del CP Puerto II (enfermero) y Soraya González (psicóloga clínica), Belén Casas (criminóloga) y Nuria Moncayo (psicóloga) colaboradoras de papageno.es han participado en la sesión formativa de hoy para personal del centro penitenciario.

Euforia, Familias Trans-Aliadas se adhiere a papageno.es

Tiempo de lectura: 2 minutos

Euforia. Familias Trans-Aliadas

 

Euforia comenzó su andadura, desde un experiencia previa de muchas personas implicadas en el activismo trans. Desde una postura coherente con un discurso claro y contundente, crearon un nuevo nombre para un nuevo proyecto.

Esta asociación nació desde su propia decostrucción que les ha permitido crecer, buscando su propia evolución y aprendizaje. 

 

Valores de Euforia

Familia

La asociación se ha asentado sobre un concepto amplio de la familia en su vertiente de cuidar y ser cuidados. Y eso para convertirse en referente y herramienta para superar los estereotipos y aprender a aceptar la identidad de sus hijes. También para quienes han tenido que dejar atrás a sus familias de origen buscando vivir su identidad en libertad.

 

Aliadas y colectivas

En ese sentido se sienten aliadas y sitúan a las personas trans como protagonistas de su acción. En resumen, un colectivo con fuertes sentimientos de pertenencia y sin fronteras, al que unen las ganas de cambiar el mundo, y la ambición de luchar contra los márgenes y condicionamientos sociales.

 

Transfeminismo

Desde Euforia, entienden la lucha por la diversidad desde todos los ejes de opresión, las estructuras sociales patriarcales y una ideología de género alienante. Para ello, utilizan entienden la respuesta y el cambio como globales.

 

Asociación de Profesionales en Prevención y Postvención de la Conducta Suicida, «Papageno»

Logotipo Papageno.esPapageno.es es una plataforma de carácter independiente y no lucrativa. Nació en 2019 gruto del esfuerzo de un grupo de porfesionales con vocación de servicio y activismo social con el objeto social de prevenir el suicidio.

Desde sus inicios se mueve desde la ilusión de unir esfuerzos de los profesionales y organizaciones preocupadas por el impacto que el suicidio provoca en nuestra sociedad. Este impacto no está marcado solo por el número de víctimas mortales, sino por el sufrimiento de las personas y colectivos más vulnerables, y entre ellos el de las personas que afrontan un duelo por suicidio (supervivientes).

Desde la filosofía de la lucha contra el estigma y el tabú, tiene como objetivos la sensibilización de la sociedad y de los colectivos profesionales, con especial atención a la formación y e empoderamiento de personas y colectivos vulnerables.

 

Compromiso

Con esta adhesión ambas organizaciones hacen público su deseo de colaborar en la prevención del suicidio desde el máximo respeto a su independencia en defensa del colectivo al que representan, a sus estatutos y con el único objetivo de aprender juntas.


Adhesiones

Duelo por suicidio: la importancia de la comunidad

Emociones y duelo por suicidio
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María Francisca Morell García,

Presidenta asociación AFASIB

 

Los vínculos emocionales

Incluso en un momento en el que la sociedad tiende al excesivo individualismo, las personas seguimos creando y rompiendo vínculos de distinta naturaleza con todo aquello con lo que nos relacionamos. El hecho de vincularnos emocionalmente con algo o alguien hace que las pérdidas sean una realidad social muy común, y hace necesario que de alguna manera aprendamos a gestionar la pérdida de aquello que hemos disfrutado, y que ya no tenemos.

 

El proceso de aceptación de la pérdida

Este proceso de aceptación de la pérdida y de aprender a reconstruir nuestra vida es lo que se conoce como duelo. La creación y la ruptura de vínculos siempre han estado relacionadas con rituales sociales, especialmente en los casos en que los vínculos son con personas. Nacimientos, matrimonios o defunciones… todos estos acontecimientos implican distintas costumbres muy arraigadas culturalmente, que de alguna manera, dotan de significado social esa experiencia y la definen como “adecuada”.

 

Validación de las emociones en el ámbito familiar y social

 

En el caso de las pérdidas, las relaciones sociales y familiares son las que validan las emociones de tristeza, confusión, ira o culpa, para que los dolientes sientan que su padecimiento es reconocido.

 

Cuando perdemos a un ser querido por suicidio, este espacio social de sufrimiento compartido se reduce, a causa del estigma social, el tabú y la falta de conocimientos compartidos (de lo que no se habla, poco se puede conocer). No poder compartir el sufrimiento puede suponer que el proceso del duelo se ralentice o cronifique, que aumente la sensación de rechazo social, y hace que este acompañamiento social sea sustituido por la atención sanitaria.

 

Duelo por suicidio: de lo familiar y comunitario a lo sanitario

Es así como un proceso originalmente familiar y comunitario se convierte en un proceso sanitario, para una realidad que es reconocida como multifactorial y compleja: el suicidio. A pesar del esfuerzo del sector sanitario por crear equipos profesionales multidisciplinares, intentando que la atención siga un modelo biopsicosocial, suplir esta necesidad de apoyo social no puede restringirse a una visita en un centro de salud. Las personas supervivientes, a veces, lo único que necesitamos es un café o un paseo. Poder ir a comer con personas con las que poder hablar del suicidio, sentirnos escuchadas sin juicios, crear nuevos vínculos con personas, con recursos comunitarios, sentir que lo que nos ha ocurrido puede servir de ayuda a más personas, a dar a conocer la realidad del suicidio.

 

El duelo por suicidio es lo suficientemente complejo para justificar intervenciones desde distintos ámbitos.

 

 

María Francisca Morell García

Psicóloga en intervención social de Cruz Roja Islas Baleares. Cursando el máster en psicología general sanitaria. Miembro del Grupo de Trabajo de Investigación, Prevención y Actuación en la Conducta Suicida del Colegio Oficial de Psicología de las Islas Baleares. Presidenta de AFASIB, familiares y amigos supervivientes por suicidio de las Islas Baleares.

Mi Gramo de Locura: la radio con compromiso social

Mi gramo de locura Radio 5
Tiempo de lectura: < 1 minuto
 

Hoy papageno.es participará en el programa «Mi Gramo de Locura» de RADIO 5.

Los organismos internacionales, señalan la necesidad de implicación de los medios de comunicación en la prevención del suicidio a través de la comunicación responsable.

Hoy papageno.es participará en el programa de RADIO 5 «Mi Gramo de Locura». Porque una radio con compromiso social es posible. Si quieres escuchar la entrevista de José Manuel Cámara, sintoniza tu radio a las 10:22 y aprendamos juntos.

 

papageno.es en RADIO 5

¿Cuáles son las señales verbales y no verbales que lanza una persona que está pensando en quitarse la vida?

Te lo contamos a las 10:22 en MI GRAMO DE LOCURA (Radio 5 Todo Noticias).

Daniel Jesús López Vega es uno de los psicólogos de la Plataforma PAPAGENO de Prevención del Suicidio.

Él nos desvela cómo detectar y ayudar a quien tiene ideas autolíticas. Unas 3.600 personas se suicidan cada año en España (3.539 en 2018); es la causa más habitual de muerte violenta: triplica a la cifra de muertes en carretera.

La prevención del suicidio y el plan de seguridad personal

Plan de seguridad de prevención del suicidio
Tiempo de lectura: 4 minutos

 

El suicidio como hecho social e individual

Prevenir el suicidio es una tarea que depende del trabajo de la sociedad en su conjunto. Este problema de salud pública supone un reto social. Todas las personas podemos contribuir algo para este fin.

Pero el problema del suicidio es también un problema personal y familiar de primer orden. En este sentido, ¿Qué podemos hacer para reducir el riesgo de las conductas suicidas a nivel personal?

En estos casos es útil la elaboración de planes de seguridad personal.

 

Definición de plan de seguridad para la prevención del suicidio

 

«Un Plan de Seguridad es un instrumento que identifica las personas, lugares, ideas o acciones que facilitan la superación de la ideación suicida propia o ajena. Aunque normalmente suele estar dirigida a las personas con riesgo suicida, también es aconsejable que las personas que la estén ayudando cumplimenten su propio plan de seguridad, identificando los contactos y estrategias propias, que, obviamente, no tienen porqué coincidir con la de su allegado».

Fundación Española de Prevención del Suicidio

 

Ejemplo: «Mi plan de seguridad personal»

Una de las organizaciones que propone la elaboración de un plan de seguridad personal concreto es la Suicide Prevention Resource Center (SPRC).  Este organismo estadounidense, ha desarrollado un instrumento fácil de elaborar y útil para el control de las ideas suicidas, que está traducido al español (acceder al final de la entrada).

En el documento de la SPRC se describe la naturaleza constante de las ideas suicidas y animan a ejercer las acciones necesarias para controlarlas. El plan de seguridad puede ser cumplimentado individualmente o pidiendo ayuda a otras personas. En ese sentido, es aconsejable compartirlo con algún profesional y otras personas del entorno social.

 

Reducir la accesibilidad a métodos de suicidio

El primer punto a reflexionar dentro del plan de seguridad propuesto es dificultar la accesibilidad a métodos letales. Algunos suicidios cursan con importante dosis de impulsividad. Alejar los métodos de las personas vulnerables parece una medida de sentido común. Además son medidas que reducen riesgos de accidentes. En este sentido, es conveniente no almacenar grandes cantidades de psicofármacos, mantener las armas de fuego debidamente almacenadas o retirar utensilios peligrosos. Así se reduce la probabilidad de ser utilizados para autolesionarse o acabar con su vida en caso de desesperanza o depresión extrema.

 

Detección precoz de señales de riesgo para el suicidio

Aprender a anticipar las señales previas a una crisis suicida, nos da un tiempo valioso para poner medidas de prevención del suicidio. Estas señales pueden ser de naturaleza interna o externa. Entre las primeras están las emociones intensas que son vividas negativamente. Entre las externas nos podemos encontrar con sucesos estresantes como las disputas, noticias negativas…

En general, estas señales son «disparadores» de la conducta que se repiten antes las crisis. En consecuencia, ayudan a predecir el riesgo y a tomar las medidas necesarias para prevenirlo.

 

Soluciones alternativas a los problemas diferentes al suicidio

Como no nos cansamos de repetir, el suicidio en una solución permanente, para problemas de naturaleza pasajera. No sólo causa el fallecimiento de una persona cada 40 segundos en el mundo, sino que se estima que afecta emocionalmente de forma grave de seis a doce sobrevivientes o supervivientes. Este es el nombre que toman los familiares o allegados de personas muertas por suicidio. Sus vidas sufrirán cambios dramáticos.

Por todo ello, es conveniente buscar conductas alternativas al suicidio para solucionar los problemas. Hablar con otras personas, las actividades deportivas o artísticas, la adherencia farmacológica, la religión, la participación en actividades grupales o asociativas… son alternativas a tener en cuenta. Se deben poner en marcha cuando aparecen las emociones de desesperanza y depresivas.

 

Apoyo social y prevención del suicidio

Uno de los factores protectores del suicidio más efectivos es el apoyo social. Cuando alguien siente que tiene un problema que no puede abordar solo, lo primero que debe hacer es pedir ayuda .

Muchas veces, las personas que sienten como le desbordan sus problemas sufren una distorsión del pensamiento que se denomina visión en túnel. Eso afecta a la manera de percibir la realidad. Pienses lo que pienses, ¡No estás solo!

 

Grupos de ayuda mutua para superar ideas suicidas

Una de las ayudas podrás encontrarla en asociaciones e instituciones de personas que se reúnen alrededor de un problema concreto que puedes compartir.

Los sobrevivientes o supervivientes, se convierten automáticamente en un colectivo de riesgo. Si es tu caso puedes obtener ayuda a través de los grupos de ayuda mutua. Podrás compartir tus emociones en un ambiente seguro y aprender recursos para afrontarlas.

 

Ayuda profesional para la prevención del suicidio

El suicidio ha sido históricamente un tema tabú perseguido por el estigma, lo que ha afectado a los recursos para prevenirlo. Sin embargo, en la actualidad se están dando pequeños pasos para atender este problema de salud pública.

Si lo necesitas, busca el recurso más cercano y pide ayuda.

 

APP de prevención del suicidio

Por último, nos gustaría dedicar un pequeño espacio a una herramienta que puedes sernos útil para crear nuestro plan de seguridad personal.

En la actualidad existen diversas aplicaciones para móviles con utilidad para la creación de planes de seguridad en caso de aparición de conductas suicidas.

Entre dichas apps, una de las más utilizadas es la creada por la Fundación Española de Prevención del Suicidio. Su nombre es «Prevensuic» y está disponible en la App Store (IOS) y Google Play (Android).

 
MÁS INFORMACIÓN

Y tú buscando a alguien y me tenías a tu lado. Soledad y desesperanza en el suicidio.

Ayuda frente al suicidio
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Soledad, desesperanza y suicidio

En el caso que existiera alguna característica común a aquellas personas fallecidas por suicidio la más probable sería la vivencia de soledad y desesperanza. Y es que la persona que se suicida, no sólo puede carecer objetivamente de apoyos sociales, sino que en muchas ocasiones deja de percibir los recursos de su entorno social más cercano.

Todas las personas nos sentimos solos en nuestra vida cotidiana. Pese a nuestra incapacidad para recordarlo, podríamos decir que la primera vez que sentimos esa sensación de «separatidad«, como la denominó el psicólogo Erich Fromm, es en el momento del parto. Si el  embarazo no ha sido problemático, cuesta creer una situación donde uno pueda sentirse más seguro. El parto, nos hace conscientes por primera vez de la soledad en toda su intensidad. Algunos autores dicen incluso que las emociones de los primeros momentos dejan una huella mnémica en nuestro cerebro.

En la mayoría de las ocasiones, aprendemos a afrontar la soledad de manera adaptativa. Pero, ¿qué ocurriría si alguien pensara que esa soledad fuera eterna? Entonces hablaríamos de desesperanza. Para entenderlo tenemos que tener en cuenta que en español la palabra soledad tiene varias acepciones. Nos referimos a la soledad no deseada. A aquella que produce emociones displacenteras y que te hacer sentirte desconectado del mundo que te rodea.

 

«La vivencia de la separatidad es la fuente de toda angustia. Estar separado significa estar aislado, sin posibilidad alguna para realizar las capacidades humanas. De ahí que estar separado signifique estar desvalido, ser incapaz de aferrar el mundo -las cosas y las personas».

Erich Fromm

 

El suicidio como acto social

En consecuencia, los seres humanos nos caracterizamos por el desarrollo de lazos sociales complejos que justifican gran cantidad de nuestros comportamientos. El suicidio no es solo un acto social porque se da en una coyuntura socioeconómica y cultural concreta. También lo es por el hecho de que el peso de las variables familiares y sociales tienen un peso importante. En ese mismo sentido, los grupos de socialización, el familiar, el escolar y el laboral pueden constituir importantes factores de riesgo o protección. Esta motivación a moverse en grupos sociales aumenta la probabilidad de supervivencia.

Por otro lado, la persona con ideación suicida piensa en muchas ocasiones de forma errónea que su muerte liberará de una carga a sus familiares y allegados. Niegan o desconocen el hecho de que una muerte por suicidio afecta dramáticamente a su entorno familiar y social más cercano. En otras ocasiones el suicidio se convierte en la forma de expresar un daño, responsabilizando a otros de su decisión. Sea como sea, el suicidio es un salto hacia delante de una persona que no se siente capaz de responder a sus problemas.

 

Sin embargo, no estás solo

Por eso, si te sientes deprimido, desesperanzado o solo, mira a tu lado. Si miras lo suficiente acabarás encontrando a alguien a tu alrededor que te ayude a pasar esta crisis. No es fácil responsabilizarse de la soledad. Afrontarla es uno de los actos de valentía más grande que tendrás que hacer esta vida. Pero no estás solo. Muchas personas podemos ayudarte a conseguirlo.

 

Y tú buscando a alguien y me tenías a tu lado

Si encontrar a alguien dispuesto a ayudarte te resulta complicado, te invitamos a pasar un tiempo juntos. Así que si cuando sientas desesperanza necesitas a alguien que te  asesore para encontrar la ayuda que necesites, escribe al WhatsApp 633 169 129. Te esperamos al otro lado. algún día tendremos que separarnos, pero no será en este momento. Vivamos juntos esta etapa.

 

El acto suicida no es un acto de libertad

Algunas personas defienden el acto suicida como un acto libre. Cabe reflexionar, si alguien influenciado por la negatividad propia de la tríada cognitiva descrita por Beck en los procesos depresivos con una visión negativa de uno mismo, como de los demás como del futuro (cuando esto no tiene ningún dato objetivo que lo corrobore) está capacitada para tomar decisiones libres.

Los expertos en suicidio repiten una y otra vez a forma de mantra la frase «El suicidio es una solución permanente a un problema temporal». Seguro que eres importante para mucha gente, ya lo eres para nosotros.

 
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papageno.es es una plataforma profesional de prevención y postvención del suicidio que cuenta con un grupo de ayuda mutua para supervivientes

El rincón del superviviente: la utilidad de los grupos de ayuda mutua

Senderismo recurso para mejorar tu salud mental
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Qué es ser superviviente de un suicidio

Los supervivientes son los grandes olvidados entre las víctimas del suicidio. Se denominan supervivientes a aquellas personas afectadas por la muerte por suicidio de un familiar o allegado.

Se calcula que cada muerte por suicidio afecta de seis a doce personas, convirtiéndolas en un grupo de riesgo por el impacto de la muerte traumática de su familiar y por el efecto contagio.

El duelo por suicidio tiene complicaciones emocionales por dicha naturaleza traumática. Aunque muchas personas encuentran recursos propios y apoyos sociales para afrontarlo, otras necesitan de un apoyo profesional.

Sin embargo, todas tienen un punto en común. El estigma y el tabú impide en muchos casos hablar del tema. Las reuniones de supervivientes son una herramienta útil que les permite tanto expresarse emocionalmente sin barreras, como encontrar recursos para reestructurar su vida, trabajar la culpa y seguir viviendo.

 

Los grupos de ayuda mutua

Para ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda a las asociaciones de supervivientes la creación de grupos de ayuda mutua. Según la OMS, un grupo puede proporcionar: sensación de comunidad y apoyo, ambiente de empatía y sensación de pertenencia, esperanza de volver a la “normalidad”, competencias para tratar con aniversarios u ocasiones especiales, nuevas formas de enfrentar los problemas y un lugar para expresar temores, preocupaciones y dolor de forma confidencial y sin ser juzgado.

 

El rincón del superviviente

Desde papageno.es queremos aportar un grano de arena dando voz a los supervivientes. Sus testimonios favorecen la visibilidad de su colectivo y son valiosos para la prevención del suicidio. Una prueba viva de que el colectivo existe y que la muerte por suicidio no acaba en los fallecidos, sino que provoca graves consecuencias entre familiares y amigos. La sociedad no puede darles la espalda.

 

Testimonios de supervivientes por suicidio

 

Yo soy superviviente por suicidio

«Mi nombre es Eva M. y soy superviviente de familiar fallecido por suicidio. Desde el principio, tras el fallecimiento de mi hermano querido, supe que nadie, ni siquiera un especialista de la salud mental, podría entender el camino de dolor inhumano que tendría que emprender.

Para quien pueda ayudar mi aporte, aquí lo dejo escrito».

 

La búsqueda de recursos: los primeros días

«No sé cómo, busqué y busqué información en las redes sociales acerca de mi dolor. Desde el primer momento supe que nadie que no estuviese en mi situación podría entenderme. Sin embargo, lo primero que sentí el primer día, es que no estaba sola. Solo eso es un mundo entero emocionalmente.

 

Mi grupo de supervivientes

«Más tarde pude acceder a un grupo de supervivientes. Allí nos encontramos personas en diferentes etapas del duelo. Algunos con los fallecimientos más recientes, otros con su duelo más elaborado.

Ellos han encontrado recursos y esos recursos son los que yo pongo en práctica. Solamente una frase, una palabra, te sirven de ancla para sobrevivir a tu dolor y desbancar un pensamiento que te ha estado atormentado desde el primer segundo desde el momento en que te dan la noticia».

 

La culpa

La culpa es devastadora, es la emoción que está presente cada segundo. Desde que participo en el grupo estoy aprendiendo a transitarla, aceptarla y viendo que puedo aprender de ella. Empiezo a manejarla, aún sabiendo que será mi compañera de viaje.

También estoy aprendiendo a protegerme de lo que considero que en estos momentos no puedo enfrentar, el grupo me enseña a darme cuenta de eso.

Nunca había leído sobre el tema y nunca imaginé estar aquí. Ahora sé que el suicidio es la primera causa de muerte no natural en España.

Pero así es y así es como lo estoy viviendo».

 

Eva M. participa en el Grupo de Ayuda Mutua de Apoyo al Duelo dentro del Plan Local de Salud del Ayuntamiento de Cádiz, gestionado por www.papageno.es


 

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Eva M. participa en el Grupo de Ayuda Mutua de Apoyo al Duelo dentro del Plan Local de Salud del Ayuntamiento de Cádiz, gestionado por www.papageno.es

La Asociación Internacional de Estudios de Bomberos se adhiere a la iniciativa papageno.es para prevención del suicidio

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Asociación Internacional de Estudios de BomberosLos bomberos y la prevención del suicidio

El suicidio es una amenaza a la salud pública mundial que requiere una respuesta integral de todos los sectores de la sociedad.

El papel de los profesionales de primera línea, y entre estos, la de los bomberos es esencial en situación de emergencia. Incluso, la Organización Mundial de la Salud (OMS)  considera a los cuerpos de emergencia como una importante fuente de ayuda para las personas con problemas de salud mental, adicciones o con riesgo suicida. Sin embargo, esta organización internacional considera que frecuentemente estos profesionales no están capacitados en el reconocimiento de este tipo de problemas. En este sentido señala la necesidad de mejorar el conocimiento sobre cómo actuar ante las conductas suicidas en situaciones de emergencia.

 

La Asociación Internacional de estudios de bomberos (AIB) 

AIB nace en 2016 con el objetivo de mejorar la formación global de los Servicios de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento. Para ello, busca optimizar la formación que permita la actualización de los profesionales. En esa línea trabajan dando a conocer líneas de actuación efectivas que se desarrollan a nivel internacional.

Desde AIB se tiene el convencimiento de que para conseguir su  finalidad se debe contar con el apoyo y colaboración de distintas organizaciones que sumen esfuerzos para mejorar la profesión.

En la misma línea, AIB entiende el suicidio como un grave problema de salud pública en nuestra sociedad y está dispuesto a aunar esfuerzos con otras organizaciones. Todo ello para mejorar la sensibilización y formación de los profesionales. Su objetivo: disminuir el número de víctimas por suicidio. Aprender y formarse es la mejor actitud preventiva en este sentido.

 

Plataformas profesionales de prevención del suicidio

papageno.esPapageno.es es una plataforma de carácter independiente y no lucrativa de prevención del suicidio que nació en 2019. Desde sus inicios se mueve desde la ilusión de unir esfuerzos de los profesionales y organizaciones preocupadas por el impacto que el suicidio provoca en la sociedad. Este impacto no está marcado solo por el número de víctimas mortales, sino por el sufrimiento de las personas y colectivos más vulnerables, y entre ellos el de las personas que afrontan un duelo por suicidio (supervivientes).

Desde la filosofía de la lucha contra el estigma y el tabú, tiene como objetivos la sensibilización de la sociedad y de los colectivos profesionales, la prevención de la conducta suicida y el acompañamiento de personas en duelo. Todo desde una perspectiva responsable, crítica y consciente de la necesidad existente de formación sobre este problema.

 

Adhesión de AIB a papageno.es

De esta forma, tanto AIB como papageno.es declaran su intención de crear puentes de colaboración que contribuyan de diferentes maneras a cumplir sus objetos sociales, haciendo énfasis en sus puntos comunes.

Desde ambas organizaciones hacen pública la adhesión e invitan a otras instituciones a unirse alrededor de la prevención del suicidio. Juntos tenemos que afrontar este reto, que registró 3.539 víctimas mortales durante 2018 en España. El suicidio es la principal causa prevenible de mortalidad externa en nuestro país y es responsable de una muerte cada 40 segundos en el mundo.

 


  • Si desea colaborar como profesional en papageno.es acceda a la solicitud desde aquí
  • Si desea adherirse desde su organización encontrará la solicitud en este link
  • Si necesita asesoramiento para encontrar ayuda puede escribirnos al WhatsApp de papageno.es: 633 169 129

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Nuevo gobierno, asignatura pendiente: Plan Nacional de Prevención del Suicidio

Plan Nacional de Prevención del Suicidio, España
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Daniel J. López Vega es psicólogo general sanitario. Ha trabajado en salud pública en los últimos 25 años y tiene experiencia en el desarrollo y dirección de estrategias y planes integrales. También participa como responsable del grupo de Psicología y Conducta Suicida del Colegio de Psicología de Andalucía Occidental (COPAO).

Actualmente trabaja como asesor técnico de salud en el ámbito público lo que complementa en el ámbito privado con la coordinación de papageno.es. Esta plataforma profesional de prevención del suicidio, independiente y de naturaleza no lucrativa, cuenta con 32 profesionales colaboradores y 14 asociaciones adheridas.

 

Papageno.es cuenta con un servicio de asesoramiento por WhatsApp. Si necesitas alguna ayuda puedes escribirnos al 633 169 129 o al correo electrónico prevencion@papageno.es

 

 

Los planes de prevención del suicidio

A estas alturas de la película quizás no sea necesario recordar la importancia de que los gobiernos se involucren en la prevención de la conducta suicida. Ni siquiera en España, que no cuenta con un plan de prevención del suicidio, incluso siendo el suicidio la primera causa de mortalidad externa de nuestro país. El suicidio es un problema de salud pública complejo, multicausal y prevenible que requiere una respuesta contundente de toda la sociedad en su conjunto. Y esto requiere una dirección clara marcada por las instituciones sanitarias.

En consecuencia, no vendría mal recordar la recomendación de la OMS sobre la creación de planes de prevención del suicidio. Estos suponen una forma de sistematizar la respuesta de un país antes este fenómeno. Según este organismo internacional: 

 

«…una estrategia nacional indica un compromiso claro de un gobierno con el establecimiento de prioridades y el tratamiento del problema del suicidio. También proporciona liderazgo y orientación con respecto a las principales actividades de prevención del suicidio basadas en datos científicos y a lo que debe priorizarse. Una estrategia permite la identificación transparente de los interesados directos responsables de tareas específicas y describe maneras de coordinarse estos eficazmente entre sí«.

OMS

 

Por suerte, y gracias al trabajo de muchas personas anónimas, el movimiento asociativo, y algunos periodistas y políticos, en los últimos tiempos estamos asistiendo a una mayor conciencia social sobre el suicidio. Esto ha provocado un mayor interés por su aparición en la agenda de nuestros políticos y un tratamiento (más responsable) en los medios de comunicación. En esta época convulsa en la política española, con el desmembramiento del bipartidismo, hay decisiones que no pueden esperar.

 

Y es que la creación de un Plan Nacional de Prevención del Suicidio en España es ya una asignatura pendiente.

 

Desde hace años han existido iniciativas claras en este sentido. En una jornada reivindicativa, el entonces diputado de UPN, Íñigo Alli, subrayó que la prevención del suicidio era una «cuestión de Estado». Aquella jornada no contó con la presencia del ministerio, que si intervino en ocasiones anteriores aunque sin que se llevaran a cabo iniciativas para el control del suicidio de forma efectiva.

Por ejemplo, la Exministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, lo hizo en una jornada organizada por la Confederación Salud Mental España. En ella realizó una declaración contundente:

 

«Hablando del suicidio se podría ayudar a eliminar los estigmas de la enfermedad mental y acabar con el problema oculto».

María Luisa Carcedo

 

También anunció la creación de un teléfono de atención a personas en riesgo que supuestamente empezaría a funcionar alrededor de los dos meses siguientes, pero que nunca llegó a materializarse (¡Maldita hemeroteca!).

Su antecesora en el cargo, Carmen Montón presentaba en 2017, el I Plan de Prevención del Suicidio y Manejo de la Conducta Suicida en la Comunidad Valenciana durante su etapa como consejera de Sanidad de la Generalitat Valenciana. En 2018, antes de su dimisión repentina, declaraba ante un medio de comunicación el compromiso de impulsar una Estrategia Nacional de Salud Mental y un plan integral de prevención del suicidio y de manejo de la conducta suicida. No llegó a materializarse (¡Maldita hemeroteca!).

No podemos perder otra oportunidad. La accidentada llegada del nuevo gobierno debe ser una oportunidad para desarrollar el Plan Nacional de Prevención del Suicidio de una vez por toda. Este debe marcar las líneas estratégicas nacionales para controlar las muertes por suicidio.

En principio, parecen no haberse olvidado del tema. En el documento COALICIÓN PROGRESISTA: Un nuevo acuerdo para España, suscrito por PSOE y Unidad-Podemos, aparece una escueta mención al suicidio y su prevención:

 

«Prestaremos especial atención, en colaboración con las comunidades autónomas, al diseño y desarrollo de una estrategia de prevención de la conducta suicida, que incluya un protocolo especial de actuación y que prevea la puesta en marcha de un teléfono de atención público, entre otras medidas.»

PSOE-UNIDAS PODEMOS

 

Ojalá este exiguo texto sea el preludio de la puesta en marcha de estrategias efectivas de prevención del suicidio, más allá de anuncios rimbombantes. Deseamos creernos que esta vez si será. Los políticos jamás deben gobernar un país ajenos a los problemas acuciantes de la población. Por el contrario, deben afrontar con diligencia las necesidades manifiestas, máxime cuando hablamos del suicidio, responsable de 3.539 muertes registradas durante 2018.

 

¿Prevención del suicidio en el plan de salud mental o plan nacional de prevención del suicidio?

Desde papageno.es, entendemos que incluir la prevención del suicidio exclusivamente en las estrategias de salud mental puede diluir la importancia del problema. La primera causa de mortalidad externa en España requiere de estrategias concretas que ayuden a su control. Experiencias similares como la de la prevención de accidentes de tráfico, han dado resultados muy positivos. Un tratamiento diferente entre las víctimas de accidentes de tráfico y los fallecidos por suicidio, señalaría de nuevo el estigma alrededor de esta conducta. El suicidio es un problema de salud pública y no moral y necesita de un plan exclusivo.

 

Atención de colectivos vulnerables

Cualquier Plan Nacional de Prevención del Suicidio debe contemplar los colectivos de riesgo o que presentan mayor vulnerabilidad a la aparición de conductas suicidas. Aunque no es el objetivo de esta entrada en el blog y solo nombremos algunos de dichos colectivos, no deseamos dejar pasar la oportunidad de señalar algunos.

Las profesiones de primera línea de emergencias, y particularmente los cuerpos policiales y la Guardia Civil son colectivos de riesgo para la conducta suicida. A la accesibilidad a métodos letales (armas de fuego), se unen otras muchas condiciones que hacen que puedan presentarse mayores tasas que en la población general. La creación del Plan Nacional de Prevención del Suicidio debe ir en paralelo de la modernización de los planes de estos cuerpos para ser actualizados en sintonía (como el de la Guardia Civil) o impulsar la puesta en marcha de los que están previsto que salgan (como el del Cuerpo Nacional de Policía), o de nuevas estrategias para cuerpos de policía autonómica o local.

No es un tema nuevo, las asociaciones profesionales y sindicatos han mostrado una especial sensibilidad sobre la muerte por suicidio dentro de los cuerpos policiales. La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), por ejemplo, ha trabajado durante años para sensibilizar sobre este problema, y contribuyó a que entrara de lleno en el calendario político. Otras muchas asociaciones y sindicatos han estado ahí señalando ese problema, lo que ha contribuido a la creación de varias asociaciones e iniciativas concretas como ViveCNP una experiencia pionera en España, u otras iniciativas como Ángeles de Azul y Verde que llevan años trabajando en el tema desde su creación. El exdiputado español J. Antonio Delgado Ramos, guardia civil, ayudó a colocar este tema en el candelero, en un intento de mejorar la atención sobre la situación laboral dentro de este cuerpo policial.

Y no es el único colectivo afectado. Los profesionales de la medicina, enfermería, veterinaria, farmacia y otros colectivos laborales han mostrado una mayor predisposición a la aparición de este tipo de conductas que afecta al número de fallecimientos. El entorno laboral no debe ser olvidado de ninguna forma en las estrategias de prevención de la conducta suicida.

Además, y a pesar de que el suicidio es una causa de mortalidad que castiga a todos los colectivos independientemente del nivel socioeconómico y otras variables, también se ha estudiado la aparición de mayores tasas en minorías (como el colectivo LGTBIQ) o personas en riesgo de exclusión social (personas privadas de libertad , personas sin hogar…).

 

El suicidio es un problema de salud pública con claras desigualdades sociales que deben ser atendidas para reducir su impacto. El suicidio no es un problema meramente personal, es una manifestación de una cultura y un escenario socioeconómico concreto.

 

Formación de profesionales sanitarios

En un eventual plan nacional, una estrategia vital sería la instauración de un plan de formación adecuada de profesionales. Esta estrategia de formación debe ser ambiciosa, sistemática y progresiva para combatir los mitos y el estigma que también afecta a los profesionales. Además debe dotarles de herramientas de prevención en los diferentes niveles de atención.

Un colectivo esencial en este sentido, son los profesionales de atención primaria, como primera puerta al sistema sanitario y cuyo rol en la detección precoz del problema puede suponer disminuir el número de fallecimientos por esta causa.

Otros profesionales involucrados en el control del suicidio como psicólogos, psiquiatras, periodistas, trabajadores sociales, educadores sociales, farmacéuticos, criminólogos…. son también pilares en la reducción de fallecimientos por esta causa. La participación de sus Colegios Profesionales es necesaria en todas las fases tanto de creación como de implementación de estrategias preventivas.

 

El papel de las escuelas en prevención del suicidio

La escuela es, como siempre, uno de los escenarios más importantes de carácter preventivo. En este sentido, no es solo un lugar importante para el aprendizaje de habilidades académicas o de transmisión de conocimiento, sino de valores y habilidades para la vida.

La prevención en el entorno escolar y centros educativos no es un aspecto accesorio, sino central. Las estrategias en otros planes de salud, cometen un error básico poniendo la asistencia como punto central. La asistencia a personas en riesgo tiene un carácter obligatorio porque «salva vidas» y es totalmente necesario. Sin embargo, los mayores impactos en reducir las tasas de suicidio tienen que ver con estrategias preventivas y de marketing social relacionadas con la salud mental que pueden y deben ser implementadas en centros educativos y a nivel comunitario.

 

Teléfono de atención a personas en riesgo de suicidio

Los teléfonos de atención sobre suicidio son instrumentos muy útiles para la prevención. Actualmente, y en ausencia de un teléfono de carácter público, existen asociaciones privadas como el Teléfono de la Esperanza que históricamente han realizado una labor socialmente impagable, junto a otras de nuevo cuño como el Teléfono del Suicidio de la Asociación la Barandilla en Madrid.

La creación de una línea a nivel estatal es un buena medida, pero claramente insuficiente. A pesar de su utilidad, no debemos correr el riesgo de convertirlo en una medida efectista que busque la ilusión de control más que un impacto real. Los teléfonos son complementos de otro tipo de asistencia cuando esta se hace complicada o imposible, un eslabón de una cadena que debe contemplar otras muchas medidas.

 

Supervivientes, las víctimas olvidadas

Por último, pero no menos importante, trabajar sobre el control del suicidio pasa por tener en cuenta que cada muerte por suicidio deja otras víctimas que verán como la muerte impacta en sus vidas con un duelo doloroso y complicado.

Los supervivientes y sus asociaciones son un colectivo que debe participar en todas las fases del proceso de creación del Plan Nacional de Prevención del Suicidio. La postvención forma parte de la prevención ya que este colectivo no solo es un colectivo de riesgo para el suicidio, sino que pueden presentar secuelas que requieren de la atención necesaria para mitigar las consecuencias negativas.

 

El papel del asociacionismo

El compromiso social de las asociaciones que han ido creándose alrededor de este tema candente de salud pública, puede ser verificado por sus acciones y los valores que estas trasmiten.

Su importancia en el desarrollo de estrategias es claro, pero de ningún modo pueden delegarse la responsabilidad de la prevención del suicidio en entidades no gubernamentales que tienen objetivos muy diferentes, de apoyo y de reivindicación. De ninguna forma su labor debe sustituir a profesionales debidamente cualificados ni al sistema sanitario público ni a otros estamentos que no pueden obviar su responsabilidad sobre el tema.

 

La prevención del suicidio requiere de un esfuerzo de la sociedad en su conjunto donde cada uno tenga definido claramente el papel y los límites en sus funciones.

 

Ahora que ya existe, por fin, un nuevo gobierno, le conminamos a seguir trabajando en el tema de mano de todos los colectivos involucrados para que la creación del esperado Plan Nacional de Prevención del Suicidio en España sea una realidad.

 


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