Suicidio y diferencias de Género
El estudio del suicidio en el mundo señala diferencias entre hombres y mujeres en conductas suicidas. En casi todo el mundo, el registro de hombres que mueren por esta causa es muy superior al de mujeres. Sin embargo, los intentos de suicidio son más frecuentes entre sus compañeras. Algunos autores han denominado a esta diferencia la Paradoja de Genéro en el Suicidio.
China parece en la actualidad el único país donde el suicidio es mucho más alto entre mujeres. Se estima que cerca de 160.000 mujeres del ámbito rural mueren cada año en este país asiático. Esta cifra representaría la mitad de los suicidios entre mujeres del mundo.
¿A qué se deben estas diferencias?
Un estudio reciente relaciona estas diferencias con las desigualdades de género. De esta forma, las diferencias entre sexos que se observaron a nivel mundial fueron más marcadas en los países con normas de género más igualitarias. Mientras, en aquellos países con más desigualdades, las diferencias entre las tasas eran menores. En ese sentido los indicadores de desigualdad de género se mostraron más predictivos que los indicadores económicos. Los autores señalan como conclusión que aquellas estrategias que eliminan la discriminación contra las mujeres son útiles para prevenir el suicidio.
En consecuencia la realidad del suicidio a nivel mundial parece marcada por variables complejas de carácter cultural que interacciona a varios niveles, donde no hay que obviar la desigualdad de género como factor de riesgo.
¿Por qué mueren más los hombres?
En la actualidad, no es raro observar a través de las redes sociales un movimiento que utiliza de forma ideológica las muertes de hombres por suicidio. Este hecho parece cuestionar la violencia de género como un problema con connotaciones culturales de tipo machista, negando el hecho de que la inmensa mayoría de las víctimas son mujeres. En ese sentido se usa el mayor número de muertes de hombres por suicidio de forma artificial para mostrar tesis diferentes que no parecen sustentarse en otras razones más allá de opiniones personales de carácter emocional.
Frente a esta cuestión, algunos autores piensan que no solo que esto no es así, sino que el mayor número de muertes entre hombres podría ser también fruto del problema de cómo la cultura tradicional ha definido el rol de la masculinidad. Entre las posibles causas, se ha señalado un mayor consumo de drogas y alcohol entre los varones, una mayor relación entre violencia y suicidio o una mayor dificultad a la hora de pedir ayuda o mostrar las emociones por parte de los varones.
Uso de métodos más violentos
Sea como sea, un hecho que está claro a la luz de los datos, es que los hombres se caracterizan por el uso de métodos de suicidio más violentos. Este hecho podría reflejar un mayor grado de decisión al buscar la muerte, pero también ser indicadores de una mayor agresividad o impulsividad general. De esta forma la diferencia entre géneros estaría causada por la elección del método, de forma que los varones eligen métodos potencialmente más letales que provocan un mayor número de víctimas.
Dificultad para pedir ayuda
Esta variable tiene un alto valor preventivo. La detección precoz de casos depende mucho de la demanda de ayuda que las personas en riesgo suicida realicen a proveedores de servicios sanitarios o a personas cercanas.
El rol asociado a la masculinidad hace falsamente pensar a muchos hombres que pedir ayuda es un signo de debilidad imperdonable. Muchos hombres que tienen problemas no acuden a pedir ayuda y esto puede provocar mayores dosis de sufrimiento. El dolor acumulado y no expresado podría convertirse en una trampa que aumente la probabilidad de conducta suicida y sus consecuencias.
Consumo de drogas y alcohol y suicidio
Uno de los mayores factores de riesgo de suicidio es el consumo de alcohol y drogas o la presencia de otras adicciones que en muchos casos pueden ir aparejadas a la presencia de un trastorno mental (patología dual).
Las encuestas realizadas en España señalan consumos superiores en todas las drogas estudiadas por parte de los varones. Estas diferencias van desde el doble en el caso del cannabis al triple en el de la cocaína, MDMA y las anfetaminas. Las diferencias son aún mayores cuando nos referimos al número de personas que son admitidas a tratamiento.
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