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I Encuentro Nacional sobre Prevención, intervención y postvención de la conducta suicida

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El próximo viernes 27 de mayo de 2022 celebraremos el I Encuentro Nacional sobre Prevención, intervención y postvención de la conducta suicida en la ciudad de Málaga

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Fotografías: cómo ilustrar una información sobre el suicidio

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El pasado miércoles 16 de febrero, asistí como ponente a la clase del profesor Juan Carlos Marcos Recio en el Máster de Documentación Fotográfica de la Universidad Complutense de Madrid. Acompañado por el profesor Francisco José Estupiñá Puig, coordinador de PsiCall, el servicio de atención psicológica para los estudiantes de la Complutense, impartimos una sesión sobre la salud mental y suicidio a los alumnos de este máster. Agradecido siempre por la invitación, comparto a continuación mi parte de la sesión, dedicada a enseñar cómo ilustrar una información sobre el suicidio en los medios de comunicación.

*Para una mejor experiencia en la lectura, se recomienda colocar el móvil en posición horizontal para poder ver con mejor calidad las fotografías que acompañan a este reportaje.

Una de las frases que más me gusta utilizar cuando acudo a dar una ponencia sobre la delicada relación del suicidio con los medios de comunicación es que informar del suicidio siempre ha sido, es y será difícil. Lo será, también, para la sociedad, pero en la cabeza de los periodistas existen todavía demasiados mitos sobre este tema. Solo una frase, “informar del suicidio provoca un efecto contagio”, adorna sus apuntes, lo que hace más complicado que, llegado el momento, informen con la responsabilidad que merece este tema. Lo mismo ocurre con las fotografías. Cuando piensan en qué imagen elegir, aparecen varios problemas que les hacen más difícil acertar.

Los problemas para ilustrar una información sobre el suicidio

El desconocimiento es uno de los problemas más graves que rodean a la conducta suicida. La influencia de la religión, el tabú, el estigma o los mitos influyen de manera evidente en la sociedad y en las redacciones de los medios de comunicación. Y esto hace que los periodistas no sean conscientes de las cifras o del dolor que esconden las personas que han perdido a un ser querido por suicidio. Ese desconocimiento, en el que su paso por la universidad juega un papel vital, provoca que los periodistas no sepan cómo informar del suicidio. Si su única formación es una frase, sería inocente pedirles que sepan qué fotografía elegir cuando abordan este tema.

A eso se suma que no conocen el buen número de guías de buenas prácticas que se han publicado en los últimos años. Por ejemplo, si acudimos al escondido Manual del Ministerio de Sanidad, se recomienda al redactor que “sea prudente en el uso de imágenes”. Pero, manuales aparte, otro problema es la ausencia de costumbre, ya que los periodistas no están habituados a informar del suicidio. Sí es cierto que en la actualidad se informa más y mejor que hace años, pero no se hace a menudo. Si la vida se hace de costumbres, entre los periodistas no aparece todavía la de informar sobre el suicidio ni, tampoco, ver habitualmente informaciones sobre este tema.

El último problema a la hora de ilustrar este tema son las presiones por tiempo, un detalle que no hace ningún bien cuando no saben cómo acompañar la pieza. Si la prisa llama a la puerta, la paciencia escapa por la ventana. Es por ello que acuden a los típicos bancos de imágenes (Pixabay, Freepik, Pexels…) para teclear “suicidio” y escoger la imagen que mejor les encaje. Aquí, presos de pura ignorancia, cometen el error de elegir fotos que, aunque se identifican con el suicidio, ocasionan dolor en las personas con ideas suicidas o que han perdido a un ser querido por suicidio.

Errores más habituales

Pero, ¿de qué imágenes estamos hablando? Me refiero a fotografías donde vemos a una persona asomada a un precipicio en la que solo se aprecian sus zapatillas o en la que aparecen unas vías del tren, fotografías en las que se ve a alguien en el suelo rodeado de un buen número de pastillas o, también, las imágenes de una soga. Son imágenes propias del desconocimiento y de la ignorancia, atributos que forman parte del tabú que rodea al suicidio. Y ahora que sabemos qué imágenes debemos evitar, pasemos a otra pregunta importante: ¿por qué no debemos utilizarlas?

Para responder a esta pregunta, acudo a un completo artículo de Gabriel González Ortiz, periodista del Diario de Navarra y autor del libro ‘Hablemos del suicidio: Pautas y reflexiones para abordar este problema en los medios’, publicado en Cuadernos de Periodistas de la Asociación de la Prensa de Madrid. Bajo el título ‘Informar sobre el suicidio: rigor, respeto y responsabilidad’, aborda de forma clínica este tema y ofrece varias ideas fundamentales a la hora de ilustrar una información sobre el suicidio.

La OMS recomienda no publicar fotografías sobre suicidios concretos, una directriz que en España sí que se cumple en la inmensa mayoría de los casos. No obstante, fruto de mi contacto con personas que han perdido a un ser querido por suicidio, he descubierto que hay otro tipo de fotos que los medios publicamos con asiduidad las cuales les generan un inmenso dolor. Y aquí he de decir que la ignorancia es la que nos lleva a hacerlo. Me refiero a informaciones que abordan el fenómeno del suicidio y que se ilustran con vías del tren, una persona asomada a un precipicio, pastillas, una soga… Los medios de comunicación, entre otras carencias, todavía no hemos resuelto la forma con la que ilustrar nuestras informaciones de suicidio. ¿Ilustraríamos una información sobre alcohólicos anónimos con una botella de whisky? Lo dudo. Pero estoy seguro de que si los periodistas supiéramos el dolor que generan estas imágenes, ya que la mayoría lo desconoce, dejaríamos de publicarlas”.

Además, habría que añadir el peligro de que este tipo de imágenes puedan provocar un efecto contagio en personas con ideas suicidas. La recomendación es no detallar el método o el lugar, pero ese consejo se extiende a la fotografía que vamos a elegir para acompañar la pieza. El Manual del Ministerio de Sanidad subraya una acertada recomendación sobre este tema.

Sea prudente en el uso de imágenes. No publique fotografías ni vídeos de la persona fallecida, del método empleado, de la escena del suicidio, ni fotos dramáticas (por ejemplo, fotos de la persona en cornisas o similares, o de los instrumentos utilizados). Tampoco utilice imágenes recuperadas de las redes sociales”.

Conocida la recomendación, ¿se cumple? Como bien apuntaba González Ortiz, esta pauta se sigue en la inmensa mayoría de las piezas. Sin embargo, hay ocasiones en las que se comete un error: será por el desconocimiento, la ignorancia, las presiones por tiempo o la falta de costumbre. Será porque, conviene recordarlo, es difícil saber cómo acompañar este tipo de informaciones. Pero también hay veces en las que se cometen errores que atropellan la intimidad y se olvidan del dolor. Vamos a verlo con algunos ejemplos.

Intentos de suicidio

Una de las piezas que con más frecuencia aparecen en los medios de comunicación es la de un intento de suicidio abortado por los agentes de los cuerpos de seguridad del Estado. Aunque la recomendación es que no sean noticia, la información aterriza en la redacción a partir de una nota de prensa elaborada por los propios agentes. Es una información que, con mi experiencia, suele publicarse en varios medios con todo detalle: método, lugar y, a veces, una fotografía de la persona. Aunque es cierto que se respeta en parte la privacidad (la persona suele aparecer de espaldas, por lo que rara vez se la puede reconocer), la imagen se publica sin su consentimiento.

Si nos ponemos en la piel de esta persona o de sus familiares, es lógico pensar que podrían encontrar esta imagen en cualquier momento. En esa jungla que es internet, nada desaparece y todo permanece. Y hay recuerdos que hacen mucho daño. Pero, a pesar de todo esto, estas informaciones se publican sin filtro alguno, incumpliendo las recomendaciones y sin pensar en el dolor de los protagonistas. Aunque aprecio y valoro la labor de prevención de los agentes, que salvan muchas vidas a diario, cabe preguntarse si escribirían esa nota de prensa si conocieran a esa persona y fuera su madre, su hermano o uno de sus hijos. Sinceramente, lo dudo.

Suicidios consumados

En escasas ocasiones, los medios informan del suicidio de una persona concreta. La información suele relacionarse con una problemática social como el acoso escolar, el paro o los desahucios. Sabiendo que todo suicidio se produce por varias causas, los medios simplifican en exceso y relacionan un suicidio con una sola causa. Dejando a un lado este detalle, centrémonos en las fotografías. La lógica lleva a acompañar las informaciones con el edificio donde vivía la persona o el colegio en el que estudiaba el adolescente. Pero, a veces, se cometen errores que traspasan esa lógica.

En junio de 2021, todos los medios de comunicación informaron con todo detalle del suicidio de Segundo, un hombre que vivía en el barrio de Sants, en Barcelona. Pude ver imágenes dentro de la lógica: manifestaciones en contra de los desahucios o que mostraban el edificio donde vivía. Pero hubo una, publicada en El Periódico (advertencia: las imágenes que aparecen en esa noticia pueden herir la sensibilidad), que me llamó especialmente la atención: mostraba el lugar concreto donde Segundo se quitó la vida. Por razones ya comentadas, este tipo de imágenes no deberían publicarse al poder dar ideas del método empleado y causar un daño a las personas que conocen la dolorosa realidad del suicidio.

Otro ejemplo, más reciente, ocurrió en Ciudad Real a principios de febrero. En este caso, se trataba del suicidio de una persona oriunda de esta ciudad. (Advertencia: las imágenes que aparecen en estas noticias pueden herir la sensibilidad). Varios medios, como La Tribuna de Ciudad Real o Lanza Digital, publicaron la noticia con todos los detalles (si informar del suicidio provoca un efecto contagio, o eso dicen, ¿por qué la publicaron?) y con varias fotografías que mostraban el cuerpo del hombre en plena calle. Más allá de la evidente insensibilidad, añado una reflexión: en el suicidio, es mejor abordar el problema desde una perspectiva general que con un caso concreto.

Recomendaciones en el camino de la prevención del suicidio

Sabido todo esto, cambiemos de tercio. ¿Cómo pueden los medios de comunicación acompañar una información sobre el suicidio? La respuesta no es sencilla. La opción más habitual es con la fotografía de la persona o de las personas a las que hayamos entrevistado, algo habitual en los reportajes. Como ejemplos, un fantástico reportaje titulado ‘Suicidio, la muerte invisible’ escrito por las periodistas de La Nueva España Sandra F. Lombardía y Elena F.-Pello; y un segundo, también maravilloso, obra de Patricia Rodríguez (El Diario Vasco) y que cuenta la historia de Peru Aramburu, una persona que cuenta cómo pedir ayuda le ayudó a superar sus ideas de suicidarse.

‘Suicidio, la muerte invisible’ (La Nueva España)

El pie de foto es de premio: «Peru Aramburu sufrió un vacío existencial durante meses. Con la ayuda de un psicólogo ha conseguido salir adelante».

Ilustraciones

Otra forma preventiva de acompañar una información sobre el suicidio es a través de una ilustración. Sirve de ejemplo la lámina que ilumina este artículo. Elaborada por el ilustrador Felip Ariza, acompañaba el reportaje titulado ‘Todos contra el suicidio’, que fue publicado en El Correo en marzo de 2020. Transmite una idea directa, preventiva y con un mensaje claro: aunque una persona quiera quitarse la vida, siempre habrá una mano dispuesta a evitar que lo haga. 

También sirven como ejemplos dos ilustraciones en sendos reportajes de Ana Lucas en La Opinión de Murcia. El primero, titulado ‘Suicidios en la adolescencia’, contiene una obra de Evelyn Quito (de hecho, este reportaje se llevó un accésit en la primera edición del premio #PeriodismoResponsable de Papageno y AFASIB), mientras que al segundo, titulado ‘El suicidio silenciado de las personas mayores’, le acompaña la ilustración de Loba López. Sin embargo, este tipo de escoltas no son muy habituales en las informaciones sobre el suicidio: necesitan de tiempo, además de la necesidad de pagar a los autores en un mercado donde la cartera no goza de buena salud.

Recursos de Ayuda

Los medios de comunicación no suelen aportar recursos de ayuda cuando informan sobre el suicidio. A la falta de costumbre y al evidente desconocimiento de las guías de buenas prácticas se suma la dificultad de conocer qué número deben incluir. Si el 016 es conocido por todos y es fácil de recordar, con el suicidio no existe, todavía, el teléfono de tres cifras facilitado por el Gobierno. Lo será en unos meses el 024, pero mientras llega marcado por las incógnitas, los recursos existentes son el Teléfono de la Esperanza (717 003 717), el Teléfono Contra el Suicidio (911 385 385), el puesto en marcha por el Ayuntamiento de Barcelona (900 925 555) o el Teléfono destinado a niños y adolescentes de la Fundación ANAR (900 20 20 10). Números largos, poco conocidos por la sociedad, difíciles de recordar y sin la visibilidad institucional.

Todo cambiará con la llegada, antes del 10 de mayo, del deseado pero peligroso 024 porque es corto, fácil de recordar, tiene el patrocinio del Gobierno y hay medios que ya han adquirido la costumbre de incluirlo aunque todavía no esté operativo. Pero, a la espera de su llegada, los medios de comunicación pueden hacer una valiosa labor de prevención si ilustran las informaciones sobre el suicidio con un recurso de ayuda (en especial, si es con un número de teléfono). De esta forma, podrían conectar con los lectores con un impacto visual, más directo y fácil de recordar que en el texto. Un buen ejemplo es este reportaje sobre el Teléfono de la Esperanza del Faro de Vigo o este otro sobre el Teléfono Contra el Suicidio de EL MUNDO.

‘Una voz para la esperanza al otro lado de la línea’ (Faro de Vigo).

 

‘Tres días en el Teléfono Contra el Suicidio’ (EL MUNDO).

Pero ilustrar un reportaje sobre el suicidio con un recurso de ayuda no solo ayudaría a conectar con los lectores de esa pieza. Permitiría, también, llegar a un público más amplio a través de las redes sociales. Compartir un artículo a través de Facebook o de Twitter (y por supuesto de Instagram) implica que este vaya acompañado de una imagen que puede salvar vidas. Además, sabedores de que los lectores no siempre van a llegar al final del artículo (la ubicación habitual de estos recursos), la audiencia recibiría ese impacto nada más entrar, lo que aumentaría su repercusión.

[Añadido el 5 de marzo de 2022]. Según el periodista Diego Fuentes Rodríguez, otra opción acertada para ilustrar una información sobre el suicidio es acompañar la misma de una imagen que contenga un mensaje claro, directo y sencillo que cale en el receptor. Ejemplos útiles pueden ser una llamada a la acción junto a un teléfono de ayuda en lugar de mostrar solo las cifras; desmitificar que suicidarse sea un acto valiente o que quien se haya suicidado sea un ejemplo de algo o referente a seguir en ese aspecto. También que todo tiene solución excepto la consumación de esa decisión, o que nadie quiere morir, solo dejar de sufrir. Acompañada de un buen tratamiento de la información y de los recursos de ayuda, la función sería claramente disuasoria para potenciales receptores con ideas suicidas, parecida a la que tienen los mensajes de las cajetillas de tabaco. Sin embargo, en este caso serían más efectivos porque la imagen tendría un papel protagonista, claramente visible con independencia de si se lee o no la información, y no quedaría reservada a un mero espacio residual.

Cifras, datos, números

Una última opción para acompañar una información sobre el suicidio sería aportar un gráfico con las cifras del número de suicidios. Aportaría una radiografía completa, ya que de un vistazo se podrían observar datos que, de primeras, asustan. Este recurso aportaría conocimiento, contexto e información para que los lectores (y el público de las redes sociales) entiendan mejor la magnitud del grave problema de salud pública que representa el suicidio. Según el ámbito de cada medio (nacional o regional) y la información de la que dispongamos, podemos aportar una imagen que, claro, lleva su tiempo y que necesita de una pizca de paciencia antes de salir publicada.

Conclusiones

Una frase que me encanta es la de “ponerse en la piel de las personas”. Mi intención con este artículo era ponerme en la piel de los periodistas para entender cuáles son las dificultades que se encuentran cuando tienen que ilustran una información sobre el suicidio y, por supuesto, ponerme en la piel de las personas que conocen de cerca este grave problema de salud pública. Personas que han pensado o que piensan en el suicidio. Personas que han perdido a un ser querido por suicidio. Personas en las que los periodistas debemos pensar cuando informamos del suicidio.

 

24 de febrero 2022: Día de la Psicología (Psicología Abierta en Acción CLM)

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El día después. Sobre el duelo por suicidio

Suicidio Jerez
Tiempo de lectura: 2 minutos

¡Hola! Le escribimos desde la secretaría de la Asociación de Profesionales de Prevención y Postvención de la Conducta Suicida “Papageno”. Se ha inscrito en la actividad que celebraremos el próximo miércoles 16 de febrero de 2021 de 18:00 a 20:00 en Centro Administrativo y de Servicios Sociales «Rosa Roige» (Ayto. de Jerez) Calle Dr. Fleming S/N, 11407 Jerez de la Frontera (Cádiz). Le confirmamos que podrá asistir presencialmente preferentemente o si lo desea también tiene la opción de conectarse por videoconferencia desde este link:

Tema: DUELO POR SUICIDIO – JEREZ DE LA FRONTERA
Hora: 16 feb. 2022 18:00 Madrid

Unirse a la reunión Zoom

ID de reunión: 869 6490 4180
Código de acceso: 292421

Le agradecemos su interés en participar y pese a la dureza del tema tratado le expresamos nuestra ilusión de compartir esta charla/conferencia con tod@s vosotr@s. La actividad tiene el objetivo de hablar sobre el duelo por suicidio, sus complicaciones y formas de afrontarlo. También abre la puerta a crear un espacio en formato de grupo de ayuda mutua (GAM) en la ciudad de Jerez de forma continua. Los Gams son espacio seguro para poder compartir las emociones del duelo y aprender formas adaptativas para sobreponerse al dolor que la OMS aconseja para aquellas personas que han perdido a un ser quiero por suicidio.

Esta actividad se desarrollará gracias a la colaboración del Ayto. de Jerez y y sobre todo, de la Asociación Andaluza de Supervivientes por Suicidio de un Ser Querido “Ubuntu”.

Para seguir cuidándonos como en todo este tiempo os rogamos puntualidad y el respeto máximo a las normas COVID-19 del centro donde se celebrará el acto.

En el póster adjunto tiene todos los datos para facilitar su asistencia.

 

Si todavía no te has inscrito, puede hacerlo a través del siguiente link:

LINK DE INSCRIPCIÓN

Un fuerte abrazo.
¡Le esperamos!

“El Dia Después”: grupo de duelo por suicidio en Jerez de la Frontera

Suicidio Jerez
Tiempo de lectura: 4 minutos
  • El suicidio es la primera causa de mortalidad externa en España. 
  • En 2020, se registraron 793 muertes por suicidio en Andalucía y 3.941 en España según el INE.
  • 128 personas se suicidaron en la provincia de Cádiz en el año 2020, según el Instituto de Medicina Legal.

Apertura de un grupo de ayuda mutua para personas que han perdido a un ser querido por suicidio en Jerez

La Asociación Andaluza de Supervivientes por Suicidio de un Ser Querido ‘Ubuntu’ y la Asociación de Profesionales en Prevención y Postvención de la Conducta Suicida ‘Papageno’ organizan una charla-coloquio como preludio a la apertura de un grupo de ayuda mutua para personas que han perdido a un ser querido por suicidio en Jerez de la Frontera (Cádiz).

La actividad se celebrará el próximo miércoles 16 de febrero de 18:00 a 20:00 en el Centro Administrativo y de Servicios Sociales «Rosa Roige» (Ayto de Jerez) situado en la C/ Dr. Fleming S/N, 11407 Jerez (Cádiz)

La sesión, que será retransmitida también por videoconferencia, tendrá un aforo limitado, por lo que será necesaria la inscripción previa en el siguiente enlace, o a través del siguiente código qr.

Charla-coloquio: El Día Después

Durante la charla-coloquio, Daniel J. López, psicólogo, presidente de Papageno y facilitador en los grupos de ayuda mutua y María Jesús León, Presidenta de UBUNTU, realizarán una reflexión sobre el duelo por suicidio, las emociones que cursan con este tipo de muertes (culpa, miedo, rabia, vergüenza, desesperanza…) y los pensamientos (ilusión de control, rumiaciones…). También se ofrecerán algunos recursos para afrontarlo.

Por otro lado, se hablará de los grupos de ayuda mutua como herramienta para poder expresarse libremente en un ambiente seguro y el desarrollo de competencias para un desarrollo adecuado del duelo. Los participantes podrán expresar sus dudas o participar activamente en la actividad.

Con esta charla-coloquio se dará apertura a un Grupo de Ayuda Mutua de Duelo por Suicidio en Jerez, que nace con el espíritu de dar apoyo a aquellas personas que han perdido a un ser querido por esta causa en esta ciudad andaluza.

Duelo por Suicidio

Silhouette Photo of WomanEn 2020, 793 personas fallecieron en Andalucía por suicidio, de las cuáles un 75 % fueron hombres. Además, nuestra comunidad autónoma es la región con más suicidios en España, aunque su tasa por 100.000 habitantes se mantiene en la media española. Y eso solo parece el vértice del iceberg, ya que muchas muertes por suicidio pasan desapercibidas y son registradas de forma errónea.

La magnitud del problema se agrava por las consecuencias emocionales que cambiarán la vida para siempre de las personas más cercanas que chocarán frontalmente con la incomprensión y la ignorancia social ante el problema. Aunque la cifra más utilizada es la de seis personas en duelo por cada muerte por suicidio, no existe una evidencia empírica clara y hay autores que cuentan más de cien afectados por cada fallecimiento.

El estigma y el tabú han convertido el duelo por suicidio en uno de los duelos más dolorosos que se conocen. A la imprevisibilidad percibida de la conducta, los sentimientos de culpa, vergüenza y rabia, y las ideas recurrentes de haber podido hacer mucho más para evitarlo, se une la falta de apoyo social que estas personas afrontan en el duro camino de rehacer su vida.

Grupos de Ayuda Mutua para Supervivientes (GAM)

Photo Of People Holding Each Other's HandsLos Grupos de Ayuda Mutua para Supervivientes por Suicidio (GAM) son una herramienta que facilita la expresión de las emociones y la cercanía junto a otras personas que han perdido a alguien por el mismo motivo. Maria Jesús de León, presidenta de Ubuntu, define así su experiencia como superviviente de suicidio: «Los GAM son un espacio de transformación. Compartimos nuestro dolor, sin prejuicios ni miedos, dispuestas a abrir el alma y mostrando la esencia de nosotras mismas para recuperar la dignidad y la esperanza, para renacer fortalecidas con las luces del amor, llenas de flores por dentro, con cicatrices más fuertes que la propia piel y la irrenunciable convicción del compromiso”. También Cristina Romero, superviviente de Sevilla, destaca el apoyo recibido. “La ayuda mutua me parece muy necesaria para las personas que viven este drama. Sentir la acogida e identificarse con las otras experiencias te ayuda a sentir que las vivencias propias no son extrañas”.

Desde los inicios de su andadura, Ubuntu y Papageno trabajan conjuntamente para desarrollar sus propios grupos de ayuda mutua. Actualmente, cuentan con grupos en Cádiz, Sevilla, Córdoba y Jaén. Si has perdido a algún ser querido por suicidio y quieres formar parte de estos grupos, puedes escribir un correo electrónico a supervivientes@papageno.es o ponerte en contacto con nosotros a través del 633 169 129 (se recomienda hacerlo vía WhatsApp).

Ubuntu y Papageno son dos asociaciones independientes y sin ánimo de lucro que tienen como objetivo la prevención y la postvención del suicidio. Ubuntu está formada por personas que han perdido a seres queridos por suicidio, y tiene como finalidad dar un apoyo integral a personas que se enfrentan a este duelo. Por otro lado, Papageno está compuesta por profesionales multidisciplinares que se dedican a promover actividades de prevención y postvención del suicidio.

Grupos de ayuda mutua de duelo por suicidio (UBUNTU&PAPAGENO)

crop psychologist supporting patient during counseling indoors
Tiempo de lectura: 3 minutos

Manual de Acogida de los Grupos de Ayuda Mutua de Duelo por Suicidio

UBUNTU&PAPAGENO

La Asociación Andaluza de Supervivientes por Suicidio de un Ser Querido «Ubuntu» es una organización no lucrativa e independiente con NIF G05315254 e inscrita en el registro de asociaciones de la comunidad autónoma de Andalucía. Está constituida por personas afectadas por la muerte de un ser querido por suicidio y tiene como objetivo ofrecer un apoyo integral a las personas en duelo. La asociación se constituye en diciembre de 2020 fruto de la ilusión de miembros de los grupos de ayuda mutua organizados por «Papageno» en Andalucía.

La Asociación de Profesionales en Prevención y Postvención de la Conducta Suicida «Papageno» es una entidad no lucrativa e independiente con NIF G90476359 e inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones en España (Sección: 1ª/ Número Nacional: 619143). Nacida en el verano de 2019 tiene como finalidad promover actividades de abordaje del suicidio.

Ambas asociaciones se unen en un intento de mejorar la atención que se da a las personas con pérdidas cercanas por suicidio. ofreciendo atención integral y reivindicando la necesidad de dar mayor visibilidad al suicidio y colocarlo en las agendas políticas, de las administraciones, de los medios de comunicación y de la sociedad en general como una prioridad de salud pública y reto social clave.

Los grupos de ayuda mutua

La participación de las personas en duelo por suicidio en grupos de ayuda mutua es un instrumento ampliamente utilizado y recomendado por organismos como la OMS. Estos grupos se caracterizan por la participación de personas a las que une un problema común y dispuestas a desarrollar estrategias con la finalidad de darse un apoyo mutuo.

Los grupos están compuesto por 8-12 miembros y se celebrarán mensualmente de forma presencial o videoconferencia en sesiones de dos horas.

Actualmente hay grupos activos o previstos de forma presencial en Cádiz, Jerez, Sevilla, Córdoba y Jaén. También se atienden personas de otras provincias cuando no tienen cerca ningún recurso presencial. En este caso las actividades se realizan por videoconferencia. 

Si desea conocer otros GRUPOS DE AYUDA MUTUA de DUELO POR SUCIDIO en nuestro país, pulse aquí

Acompañamiento (peer to peer)

Desde el principio se potencian las relaciones entre los y las miembros de los grupos. La demanda de este tipo de apoyo suele ser continua entre las personas que se incorporan y le dan sentido al margen de intervenciones más de tipo profesionales en aspectos concretos o en duelos complicados.

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La prevención del suicidio es posible: el centro escolar como contexto de prevención

Tiempo de lectura: 5 minutos

Subnotificación del suicidio en España

Papel De Impresora BlancoEn el año 2014, la Organización Mundial de la Salud (OMS) elaboró un informe con el objetivo de promover la atención de los gobiernos sobre la muerte por suicidio, afirmando categóricamente que su prevención no solo es posible sino necesaria y urgente. En nuestro país, de acuerdo con los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre defunciones por causa de muerte, el suicidio se mantiene como la principal causa externa de fallecimientos. Y aún más alarmante es el hecho de que, de acuerdo con algunas publicaciones, la discrepancia existente entre los datos aportados por el INE y los institutos de medicina legal hace pensar en una subnotificación del número de muertes. Además, estas cifras no incluyen la ideación suicida o las tentativas de suicidio que pueden ser hasta veinte veces más frecuentes que el suicidio consumado, con el subsiguiente coste social y sufrimiento personal que conlleva.
Explicar las causas de esta elevada prevalencia no es fácil, ya que, como en casi todos los fenómenos complejos, no hay una única respuesta. El suicidio no es algo que ocurra en el vacío, sino que tiene lugar en un contexto específico y en unas circunstancias determinadas de la vida de una persona, en las que la desesperanza y el sufrimiento cobran especial relevancia. El suicido es fenómeno multifactorial, plural, interactivo, dinámico, cultural, contextual y existencial, lo que se traduce en que, para cada persona, existen diversas configuraciones problemáticas que pueden estar a la base de numerosos problemas o dificultades.

 

Intervención temprana en la prevención del suicidio

Entre las variadas y posibles explicaciones que podemos encontrar, destacarían que no existen intervenciones específicas para poblaciones de riesgo ni tenemos actualmente un plan nacional para la prevención de suicidio, a pesar de que la Estrategia en Salud Mental del Sistema Nacional de Salud lo incluye como uno de sus objetivos. Además, en el ámbito sanitario, la evaluación clínica del riesgo suicida no siempre se lleva a cabo de forma comprehensiva y, a pesar de contar con instrumentos específicos de evaluación de la conducta suicida validados en población española para adultos y adolescentes, es infrecuente realizar un cribado específico.

A pesar de estas dificultades, el suicidio es prevenible. De hecho, no enfrentamos a un problema que –por su propia naturaleza– solo puede ser abordado desde la prevención. Aun así, constituye uno de los problemas más importantes de la salud pública mundial, de tal manera que la Comisión Europea en su Pacto Europeo por la Salud Mental y el Bienestar incorpora la prevención del comportamiento suicida dentro de las cinco áreas de actuación prioritaria. También otras entidades, como la Sociedad Británica de Psicología o la Federación Europea de Asociaciones de Psicólogos señalan que la intervención temprana es fundamental para cualquier estrategia de prevención del suicidio. En todo caso, tal y como ha señalado la OMS, la prevención del suicidio requiere un enfoque innovador, integral y multisectorial, con la participación tanto del sector de la salud como de otros sectores, como por ejemplo los de la educación, el mundo laboral, la policía, la justicia, la religión, el derecho, la política y los medios de comunicación.

¿Y si empezamos por la adolescencia?

Personas Que Toman Una FotoLa literatura científica ha puesto de relieve la importancia de la prevención del suicidio juvenil y la trascendencia de que los adultos que forman parte de la vida de estos jóvenes conozcan las posibles señales de alarma. Asimismo, existen intervenciones preventivas basadas en la evidencia empírica que pueden llevarse a cabo en diferentes contextos para prevenir los intentos de suicidio. Recientemente, la Organización Panamericana de la Salud ha publicado una guía para promover la salud de los adolescentes que insta a la adopción de medidas a nivel estructural, ambiental, institucional, comunitario, interpersonal e individual para prevenir la muerte por en la adolescencia.
No existe un camino único que lleve a un adolescente a intentar quitarse la vida o a realizar conductas que pongan en peligro su bienestar. La investigación ha determinado la existencia de numerosos factores de riesgo (ambientales, psicológicos, clínicos y biológicos) y comportamientos de riesgo relacionados (acoso escolar, prácticas sexuales de riesgo, delincuencia, abuso de sustancias, auto-agresiones, falta de actividad física, hábitos alimentarios inadecuadas, violencia familiar, etc.). Se desconoce la función que juega cada factor por separado, así como las interacciones que pueden establecerse entre ellos. Lo que sí parece claro es que el tamaño del efecto de cada factor es, en general, bajo o muy limitado. Por otro lado, los factores de protección no son sólo la ausencia o la cara inversa de los de riesgo, sino que tienen “entidad propia”. Según la Guía de Práctica Clínica de Prevención y Tratamiento de la Conducta Suicida, los factores protectores asociados a una reducción del riesgo de suicidio en la infancia y adolescencia son: 1) alta cohesión familiar y bajo nivel de conflictos; 2) habilidades de solución de problemas y estrategias de afrontamiento; 3) actitudes y valores positivos, en particular frente al suicidio; 4) sexo femenino; 5) creencias espirituales ; 6) habilidades para estructurar razones para vivir; 7) nivel educativo medio-alto, y 8) locus de control interno, adecuada autoestima y sistemas de apoyos y recursos.

 

Niveles de intervención

Jardinera De Bombilla Transparente Sobre Roca GrisLas estrategias de prevención de suicidio propuestas por la OMS incluyen niveles de intervención en el ámbito social, comunitario, interpersonal e individual, con el objetivo de fortalecer los esfuerzos de prevención del suicidio. Este modelo estimula el uso de estrategias de prevención universales, selectivas e indicadas (las estrategias de prevención universal se dirigen a toda la población con el objetivo de mejorar la conciencia pública y los sistemas de atención de la salud, el acceso a dicho apoyo y las condiciones de vida de la sociedad en general; las estrategias de prevención selectiva se enfocan en ciertos grupos de riesgo dentro de una población, que pueden no mostrar conductas suicidas, pero tienen un mayor riesgo; y las estrategias de prevención indicadas se centran en personas que son particularmente vulnerables, ya que han mostrado signos de comportamiento suicida o intentos de suicidio). Por lo tanto, los esfuerzos de prevención del suicidio deben abordarse desde una postura multisectorial de amplio alcance. En el caso de la conducta suicida en adolescentes, la intervención en los contextos educativos es algo crucial. Varias revisiones prestigiosas han indicado que, entre otros abordajes, los programas de prevención escolar y otro tipo de intervenciones en los contextos educativos pueden ser métodos de prevención del suicidio eficaces, aunque la evidencia científica aún es limitada. Se han establecido cinco tipos de programas de prevención del suicidio en las aulas: concienciación y educación transversal del alumnado; liderazgo entre iguale; entrenamiento del personal del centro escolar; cribado de alumnos de riesgo; y entrenamiento de competencias sociales y emocionales.
Sintetizando, el contexto escolar supone un excelente panorama de intervención para los psicólogos donde, además de intervenciones de carácter más asistencial y clínico, los estudiantes podrían verse beneficiados de protocolos de cribado de adolescentes en riesgo, así como del trabajo “a pie de aula” de programas bien construidos con el objetivo de reducir factores de riesgo y potenciar factores de protección de la conducta suicida, aprender a manejar situaciones de crisis, fomentar una buena salud mental, promover las redes de apoyo social, identificar situaciones de riesgo, etc. Todo ello constituye aspectos involucrados en el complejo fenómeno de la conducta suicida. También el personal de la escuela puede beneficiarse del entrenamiento en habilidades que permitan la identificación y derivación de los estudiantes hacia los recursos sociales y sanitarios disponibles.

 

En cualquier caso, parece necesario potenciar las estrategias de promoción de la salud mental en los adolescentes. En este sentido, numerosos autores abogan por un cambio de paradigma o añadir un enfoque complementario que no se limite al abordaje de problemas, trastornos y factores de riesgo, sino que también atienda a las fortalezas, potencialidades, capacidades y factores de protección.

Curso Internacional Especializado en Suicidiología

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Inicia: 19 de febrero
Cada año se suicidan alrededor de 800.000 personas, lo que supone una muerte por suicidio cada 40 segundos y un intento de suicidio cada 2. Es fundamental que cuentes con el conocimiento y las herramientas necesarias para prevenir e intervenir adecuadamente.

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¿Hablamos del suicidio? Una realidad escondida contada a través de una historia real

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Luis Herrero entrevista a Carmen Sánchez Alegre, autora del libro, y a Inmaculada Aragón Corvera, especialista en Psicología de Emergencias.

Carmen Sánchez Alegre es escritora, periodista y superviviente. Ha escrito el libro ¿Hablamos del suicidio? en el que relata su experiencia lidiando con el duelo por el suicidio de su hermano pequeño y cómo la terapia le ha ayudado a convivir con esta realidad.

Inmaculada Aragón Corvera, es psicóloga (habilitación Sanitaria). Máster en Mediación.Experta en Psicología de Emergencias y Catástrofes .Especialista Infantil-Juvenil. Experta en Maltrato Infantil. Experto en aspectos psicológicos del paciente crítico, familia y profesionales. Psicóloga en Centro de Atención Inmediata al Menor, experiencia en intervención en crisis con menores y adolescentes en situación de alto riesgo. Miembro y coordinadora del grupo de trabajo de suicidio de SEPADEM y de la Red Nacional Psicólogos para la Prevención del suicidio en Psicólogos Princesa 81.

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La salud mental (Debate ONDA Cádiz)

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El palenque
Sáb, 22/01/2022 – Sáb, 22/01/2022
Tema:
El Palenque desarrolla un debate sobre salud mental, la realidad de nuestra sociedad, las necesidades de los afectados y familiares y las carencias en psicoeducación.
Participan:
Lourdes Rodríguez –  Psicóloga de FAEM
José Lorente – Vicepresidente de FAEM
Jerónimo Acosta – Presidente de COPAO Cádiz
Daniel J. López – Presidente de Papageno

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