Medios de comunicación: Cuando publicar el dolor, duele

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El estilo de tratamiento de las noticias sobre suicidio ha demostrado tener un impacto en la sociedad en general. La difusión apropiada de la información y una campaña de sensibilización del problema son elementos esenciales para el éxito de los programas de prevención. Es por ello que desde las entidades para la prevención del suicidio trabajamos para que los responsables de los medios de comunicación estén debidamente informados y concienciados sobre este impacto.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que los medios tienen una notable influencia sobre las actitudes, creencias y comportamientos de la comunidad y juegan un importante rol en la práctica social. Por este motivo, esta organización tiene disponibles en su página web toda una serie de recomendaciones en este sentido.

“A escala de la población, la información responsable acerca de los suicidios (por ejemplo, abstenerse de utilizar un lenguaje sensacionalista o de presentar el suicidio como la solución a un problema; evitar fotos y la descripción detallada del método utilizado; y ofrecer información sobre dónde se puede obtener ayuda) se recomienda para reducir los comportamientos suicidas. El sector de la salud debería ayudar y alentar a los medios de información a fin de que estos apliquen prácticas periodísticas responsables en relación con el comportamiento suicida”.

 




¿CÓMO INFORMAR SOBRE UN SUICIDIO?

  • Evitar un tratamiento sensacionalista: No hay que publicar fotografías ni notas suicidas, tampoco informar de los detalles.
  • No publicar imágenes de ciertos escenarios como puentes o acantilados, asociados con el suicidio y cuya publicidad supone un aumento del riesgo.
  • Evitar un abordaje simplista, ni describir el suicidio como una forma de afrontar los problemas.

En las últimas semanas, algunos medios de comunicación en España han difundido varias notas de suicidio. Una de ellas ha sido la del músico mexicano Armando Vega Gil que hizo pública su nota de suicidio en redes sociales poco antes de fallecer, tras ser acusado de abuso sexual. No podemos evitar que una persona desesperada y aquejada de un gran dolor vital publique sus intenciones en las redes sociales. Tampoco podemos evitar que algunas personas lo compartan y ayuden en su difusión. Evidentemente, estas personas no tienen porqué conocer las recomendaciones y las implicaciones de este tipo de difusiones. No así, las instituciones, organizaciones y entidades que trabajamos a favor de la prevención, o los medios de comunicación en sí debemos hacer un ejercicio de reflexión antes de difundir estas notas, ya que la difusión de los contenidos de estas notas de despedida suelen ser muy hirientes para los familiares y allegados supervivientes del suicidio. Al permitir esta difusión se intensifica el sufrimiento, a la vez que se menoscaba su intimidad, y eso es algo que se debería tener en cuenta a la hora de publicar una noticia de estas características. Debemos preguntarnos cuáles son nuestros objetivos, y si realmente somos fieles a ellos cuando entramos en el sensacionalismo. Y sobre todo, debemos reflexionar sobre las implicaciones en las personas más vulnerables que están siguiendo nuestras publicaciones o están leyendo las noticias. En definitiva, evitar que compartir el dolor del suicidio duela aún más.

Jennifer Prata

Psicóloga General Sanitaria. Doctoranda en Psicología.

 

 

María Francisca Morell García

Psicóloga en intervención social de Cruz Roja Islas Baleares.



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