Héctor García Barnes, ‘Los Reporteros’ (Canal Sur), Ginés Donaire y Michele Catanzaro, ganadores de la tercera edición de los premios #PeriodismoResponsable sobre el suicidio

De izquierda a derecha: Eduardo Vázquez, presidente de la Delegación de Cádiz del Colegio de Psicología de Andalucía Occidental; Verónica Sánchez, periodista de La Voz de Cádiz; Inmaculada García, periodista del programa 'Los Reporteros' de Canal Sur; y Daniel Jesús López Vega, psicólogo y presidente de la Asociación Papageno
Tiempo de lectura: 4 minutos De izquierda a derecha: Eduardo Vázquez, presidente de la Delegación de Cádiz del Colegio de Psicología de Andalucía Occidental; Verónica Sánchez, periodista de La Voz de Cádiz; Inmaculada García, periodista del programa ‘Los Reporteros’ de Canal Sur; y Daniel Jesús López Vega, psicólogo y presidente de la Asociación Papageno.

El jurado de la tercera edición del premio #PeriodismoResponsable sobre la conducta suicida, organizado por la Asociación Papageno, la Delegación de Cádiz del Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Occidental (COP-AO) y la Delegación Territorial de Salud y Consumo en Cádiz, ha otorgado al periodista Héctor G. Barnés el primer premio en la categoría nacional por el reportaje ‘Con 4.003 muertes, ¿y si la salud mental no tiene tanto que ver con el suicidio como creemos?’, publicado en El Confidencial. El jurado ha subrayado el enfoque novedoso y original alejado de la simplificación, la calidad o la inclusión de infografías acompañadas por un nutrido grupo de especialistas en la materia.

“Espero con este trabajo haber contribuido a que la sociedad entienda un poco mejor la problemática y tenga más herramientas para hacerle frente”, ha reconocido García Barnés en el acto de entrega, celebrado en la Delegación de Cádiz del COP Andalucía Occidental. Además, el jurado ha otorgado dos accésits a otros dos reportajes. El primero a Laura Gómez Sánchez, periodista de RTVE, por el reportaje ‘Ante el túnel del suicidio, la esperanza de los sobrevivientes: «Soy la prueba de que el dolor se puede superar”’, y el segundo a la periodista Beatriz Corral (Gasteiz Hoy) por el reportaje titulado ‘“Los supervivientes de un suicidio convivimos con la culpa”’.

Por otro lado, el jurado ha elegido el reportaje ‘Aferrarse a la vida’ del programa ‘Los Reporteros’ de Canal Sur como ganador en la categoría audiovisual. El jurado ha valorado su enfoque local centrado en los supervivientes, personas que han perdido a un ser querido, además de la notable cantidad de fuentes utilizada. Inmaculada García, autora de este reportaje, ha agradecido el fallo del jurado. “Desde la humildad y con sentido de servicio público afrontamos este trabajo, que es mérito también de todas las personas que me asesoraron y participaron”, ha afirmado García, quien también se ha referido al periodismo como herramienta para ayudar.

En cuanto a los accésits, el jurado ha premiado el pódcast ‘Sobre vivir’, emitido en la Cadena SER. El formato, con seis episodios, demuestra la cobertura sostenida en el tiempo con diferentes enfoques arropados por numerosas fuentes. Además, los miembros del jurado han valorado la aproximación multidisciplinar del programa ‘Noche de Reportajes’ de la Televisión Canaria al complejo problema del suicidio con el reportaje titulado ‘La muerte silenciada’.

Por otra parte, Ginés Donaire ha recibido el primer premio en la categoría regional por el reportaje ‘En el pueblo de España con más suicidios: “Ahora veo salir el sol, la gente debe saber que de esto se sale”’, publicado en EL PAÍS. La delicadeza con la que aborda un tema complejo o la aportación de soluciones desde el punto de vista de la comunidad han sido las cualidades más destacadas por el jurado. Donaire ha resaltado que el mayor mérito del reportaje lo tiene la protagonista del mismo, que con su generosidad decidió contar su experiencia, también ha llamado la atención sobre “la importancia y la necesidad de reforzar los recursos de la salud mental, en especial en la Atención Primaria”. Jesús María Álvarez, de ABC, y Verónica Sánchez, de La Voz de Cádiz, han recibido los dos accésit.

Por último, el jurado ha reconocido a Michele Catanzaro con el premio especial por su entrevista a la psicóloga Susana Al-Halabí, emitida en los canales de Facebook y YouTube de El Periódico con una cobertura previa y posterior en el mismo medio. El formato interactivo, con la participación de los lectores y mantenido en el tiempo, ha convencido a los expertos. “Este trabajo ha sido un aprendizaje tanto para lectoras y lectores como para mí como periodista para comunicar de forma responsable en esta temática; ha significado un antes y un después”, ha concluido Catanzaro.

Los cuatro trabajos ganadores recibirán un premio de 200 euros y un diploma conmemorativo, mientras que cada uno de los accésit recibirán un diploma.

El jurado, compuesto por Gabriel González Ortiz, periodista del Diario de Navarra y autor del libro ‘Hablemos del suicidio. Pautas y reflexiones para abordar este problema en los medios’; Cristina Martínez Vallier, periodista y secretaria de la asociación La Niña Amarilla; Miguel Ruíz-Flores Bistuer, licenciado en Medicina con la especialidad en Psiquiatría y profesor de la UNED; e Inmaculada Sánchez, psicóloga y responsable del Grupo de Psicología y de la Conducta Suicida del COP-AO, ha agradecido la calidad, la sensibilidad y la responsabilidad de los trabajos finalistas en la tercera edición del premio #PeriodismoResponsable..

Daniel J. López Vega, psicólogo y presidente de la Asociación Papageno, ha agradecido el apoyo de la Delegación de Cádiz del COP Andalucía Occidental y ha destacado “el fuerte potencial de los medios y periodistas para cambiar el estigma de la conducta suicida”, además de subrayar el compromiso de todos los periodistas que han presentado su candidatura a este premio con la prevención y la visibilización del suicidio.

En la misma línea, Eduardo Vázquez, presidente de la Delegación de Cádiz del Colegio de Psicología de Andalucía Occidental, que ha iniciado el acto con un minuto de silencio como respeto y condolencias a familiares y amistades de las víctimas del atropello múltiple que tuvo lugar ayer en Cádiz, se ha congratulado por la buena acogida del III Premio Periodismo Responsable y la jornada y taller para periodistas y por la colaboración estrecha entre medios de comunicación y psicología en la prevención del suicidio.

El premio #PeriodismoResponsable busca servir de estímulo para los periodistas en la búsqueda de un cambio de actitud en las redacciones, alejado del miedo al efecto contagio y centrado en informar del suicidio con rigor, respeto y responsabilidad para ayudar a salvar vidas.

25 candidaturas optarán a ganar la tercera edición de los premios #PeriodismoResponsable sobre el suicidio

Tiempo de lectura: 2 minutos
  • Organizado por la Asociación Papageno y el Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Occidental (COPAO), el fallo del jurado se conocerá el martes 10 de octubre de 2023 en un acto en la Delegación de Cádiz del COPAO.
  • El premio está dividido en tres categorías: nacional, audiovisual y regional. El jurado entregará además un premio especial al trabajo más completo.
  • Consulta en este enlace las 25 candidaturas finalistas al premio.

El comité de cribado de la tercera edición del premio #PeriodismoResponsable sobre la conducta suicida ha comunicado en el día de hoy al jurado su decisión de incluir a 25 candidaturas como finalistas al galardón, organizado por la Asociación Papageno y el Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Occidental (COPAO). De ellas, 15 trabajos pertenecen a la categoría nacional, cinco a la categoría audiovisual y otros cinco a la categoría regional. En la misma línea, todos los trabajos finalistas tendrán la posibilidad de ganar un premio especial que otorgarán los miembros del jurado. 

Un total de 25 periodistas optarán a ganar la tercera edición de este premio, cuyo objetivo es distinguir a las mejores piezas periodísticas publicadas en España que visibilizan el problema del suicidio y ayudan a salvar vidas. Los ganadores de cada categoría recibirán un premio económico de 200 euros y un diploma conmemorativo. Cada categoría, salvo la categoría especial, otorgará dos accésit, cuyos premiados recibirán un diploma como reconocimiento de los miembros del jurado.

El comité de cribado que ha seleccionado las 25 piezas finalistas está formado por un equipo multidisciplinar de doce profesionales de la Asociación Papageno: Silvia G. Bravo, Federico Gómez, Elizabeth Suárez, Sonsoles Rivera, Noelia García-Guirao, Gracia Roldán, Lola Martín, Rosa M. Guillén, Patricia García, Araceli Ortega, Rafael Muñoz y Edgardo Flores. Este comité ha valorado la creatividad, la sensibilidad, la originalidad, la aportación de datos y de contexto, el seguimiento de las principales recomendaciones o la aportación de especialistas en la materia.

Finalizado este proceso, un jurado formado por Gabriel González Ortiz, periodista del Diario de Navarra y autor del libro Hablemos del suicidio. Pautas y reflexiones para abordar este problema en los medios; Cristina Martínez Vallier, periodista y secretaria de la asociación La Niña Amarilla; Miguel Ruíz-Flores Bistuer, licenciado en Medicina con la especialidad en Psiquiatría y profesor de la UNED; e Inmaculada Sánchez, psicóloga y responsable del Grupo de Psicología y de la Conducta Suicida del COPAO. 

Jornada sobre suicidio y periodismo responsable

Los ganadores de los premios se conocerán el martes 10 de octubre en una jornada centrada en la relación de los medios de comunicación con el suicidio. Este evento, que se celebrará en la Delegación de Cádiz del Colegio de Psicología de Andalucía Occidental, contará con varios especialistas en este tema. Yaiza Perera, periodista de EL MUNDO y una de las ideólogas del proyecto ‘Once Vidas’ de este medio, impartirá la conferencia inaugural. Posteriormente, se abrirá una mesa redonda moderada por Ángel Luis Mena, periodista y profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública, con Guillermo Córdoba Santos, periodista y coordinador del proyecto ‘Periodismo Responsable’ de la Asociación Papageno; Cristina Martínez y Daniel Jesús López, psicólogo y presidente de Papageno. 

Los organizadores agradecen el compromiso y la predisposición de todos los periodistas que han presentado alguna candidatura a este premio, que ha alcanzado en este año su tercera edición. Además, animan a asistir al acto de la entrega de premios el próximo 10 de octubre en Cádiz.

Más de 80 candidaturas se presentan a la tercera edición del premio #PeriodismoResponsable sobre la conducta suicida

Tiempo de lectura: 3 minutos
  • El 12 de septiembre se comunicarán los 25 trabajos finalistas.
  • El fallo del jurado se conocerá el 10 de octubre en un acto que se celebrará en la Delegación de Cádiz del Colegio de Psicología de Andalucía Occidental.
  • Consulta en este enlace las 82 candidaturas presentadas al premio #PeriodismoResponsable.

La Asociación de Profesionales en Prevención y Posvención del Suicidio ‘Papageno’ y el Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Occidental (COPAO) han cerrado la convocatoria de la tercera edición del premio #PeriodismoResponsable sobre la conducta suicida. 82 candidaturas optarán a hacerse con un premio que distingue la labor de los periodistas en la visibilización y prevención de este grave problema social y de salud pública, que ayuda a sensibilizar y a salvar vidas según todos los expertos.

El premio #PeriodismoResponsable busca servir de estímulo para los periodistas en la búsqueda de un cambio de actitud en las redacciones, alejado del miedo al efecto contagio y centrado en informar del suicidio con rigor, respeto y responsabilidad. Para recompensar la originalidad, el contexto, la inclusión de información preventiva o la sensibilidad, la Asociación Papageno y el COPAO han organizado la tercera edición de una iniciativa pionera en España.

Por un lado, 55 candidaturas se han presentado en la categoría nacional, dirigida a las piezas publicadas en medios españoles en papel o en internet. Periodistas de medios generalistas como EL PAÍS, ABC, El Periódico o La Razón, un buen número de medios regionales como Las Provincias, El Progreso de Lugo, El Día o El Diario Vasco, junto a nativos digitales como EL ESPAÑOL, El Confidencial o NIUS Diario, configuran una lista de trabajos que han abordado con responsabilidad el suicidio.

Por otro lado, 14 candidaturas se han presentado en la categoría audiovisual, abierta a las piezas emitidas en radio o en formato de pódcast y en televisión. Aquí hay que destacar los trabajos de televisiones autonómicas como Televisión Española, Canal Sur o Televisión Canaria, que se suman a medios radiofónicos tradicionales como la Cadena SER o la Cadena COPE.

Por su parte, la categoría regional, abierta a las piezas publicadas en los medios de comunicación andaluces, ha recibido doce candidaturas. Periodistas del Diario SUR, el Diario de Sevilla, Málaga Hoy o El Correo de Andalucía han presentado su trabajo a este premio. Esta categoría, una novedad en esta edición, ha sido complementada con la categoría local, abierta a las piezas publicadas en medios gaditanos, que ha recibido la candidatura de La Voz de Cádiz.

Daniel Jesús López, presidente de la Asociación Papageno, señala la consolidación de esta iniciativa que a lo largo de los tres últimos años ha trabajado en la promoción de los medios de comunicación como agentes clave para la prevención del suicidio. “Durante estos años hemos visto la evolución de muchos profesionales del periodismo y la comunicación que han tomado la iniciativa para responder a la necesidad de afrontar el suicidio de forma conjunta desde una perspectiva profesional, respetuosa y responsable. Un esfuerzo que seguro tendrá eco en la sociedad, dada la importancia de los medios dentro de la alfabetización en salud mental y suicidio de la población”, subraya.

Por su parte, Eduardo Vázquez, presidente de la Delegación de Cádiz del Colegio de Psicologia de Andalucía Occidental, expresa la importancia de los medios para visibilizar la necesidad de situar la salud mental en las agendas sociales y políticas para mejorar la atención para las personas con conductas suicidas, sus familiares y a aquellas que han perdido a un ser querido por suicidio. “Desde la psicología, no podemos eludir nuestra responsabilidad en el abordaje de este problema complejo con el desarrollo de estrategías y técnicas de prevención, intervención y posvención apoyadas en la evidencia científica. La colaboración con los medios de comunicación no solo es necesaria, sino que constituye un aspecto clave de nuestro trabajo para partir el estigma y los mitos detrás de esta conducta”, concluye.

Evaluación de los trabajos y fallo del jurado

Cerrado el período de recepción de las candidaturas, la siguiente fase consiste en evaluar todos los trabajos presentados a este premio. Para ello, un equipo formado por doce profesionales de la Asociación Papageno valorará todos los trabajos según la categoría. Este comité está realizando el cribado de los artículos desde la apertura de la convocatoria del premio, y comunicará al jurado las 25 candidaturas finalistas el martes 12 de septiembre.

El fallo del jurado se conocerá el 10 de octubre de 2023 en un acto que se celebrará en la Delegación de Cádiz del Colegio de Psicología de Andalucía Occidental. En este evento, que se celebrará de forma presencial y será retransmitido en streaming, se abordará la singular relación del suicidio con los medios de comunicación con varios especialistas en la materia.

 

Cifras y suicidio: preocupación sin alarmismo

Tiempo de lectura: 4 minutos

Este artículo ha sido elaborado por Guillermo Córdoba, periodista especializado en el tratamiento informativo del suicidio en los medios de comunicación, y por Rogelio González, criminólogo y autor de varios estudios epidemiológicos sobre el suicidio. Ambos son socios de la Asociación Papageno.

El pasado 19 de diciembre de 2022, el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó la conocida como ‘Estadística de defunciones según la causa de muerte’ del año 2021, en la que conocimos cuántas personas murieron por suicidio ese año en España. Unas cifras que, además de frías, dejaron unos datos récord: por primera vez desde que existen registros (1906), se superaron los 4.000 suicidios. En 2021, 4.003 personas se suicidaron de forma oficial en España, lo que supone un 1,6 % más que en 2020, año en el que 3.941 personas se quitaron la vida según los mismos datos del INE.

Si sacáramos una radiografía de los datos, la pantalla ofrecería una conclusión clara. Desde el año 2000, el número de suicidios no ha bajado de los 3.000, y desde el año 2012 no ha bajado de los 3.500, lo que demuestra la estabilidad de este problema y la diferencia con otras causas externas de muerte como son los accidentes de tráfico o la violencia machista. Estas, que sí han descendido a partir de la visibilidad social, las campañas preventivas o la inversión presupuestaria, contrastan con un problema que viene de antiguo: el suicidio.

Sin embargo, la primera causa de muerte externa desde el año 2008 apenas cuenta con recursos enfocados a su prevención. Palabras como el tabú, el silencio, el miedo o la vergüenza, que han impedido desde hace siglos su visibilidad, mantienen ahora el protagonismo, pero este es cada vez más menguante. Asimismo, la irrupción de la pandemia y la presencia en ascenso de la salud mental en la agenda mediática o en las redes sociales, han ayudado a que el problema salga del cajón. Aquí, los medios, antes acostumbrados al mutismo, han dedicado más espacio a este problema.

Los datos, los testimonios de personas que han perdido a un ser querido por suicidio o las declaraciones de los especialistas han aparecido con asiduidad en los medios de comunicación. Numerosas piezas han favorecido la visibilidad y el lanzamiento de mensajes de esperanza y de prevención, vitales para animar a hablar como la mejor vacuna ante este problema. Sin embargo, la mayor cantidad de piezas publicadas no ha sido proporcional a la calidad, ya que a veces los periodistas reiteran los detalles, simplifican las causas o no cumplen con las recomendaciones básicas.

Una queja habitual de los profesionales es la excesiva atención de los medios a las cifras del suicidio en la infancia y en la adolescencia, lo que contrasta con la escasez de piezas en otros grupos de edad. Este es el caso en los menores de 15 años, que fue una de las conclusiones más destacadas de los datos de 2021. En este grupo de edad, 22 personas se suicidaron ese año, más que en 2020 (14 suicidios) y también más que en 2019 (siete). Esto, sumado al aumento de las autolesiones e intentos de suicidio en este grupo de la población, representa un problema evidente. 

Ocurre algo similar con los suicidios comprendidos entre los 15 y los 29 años. El INE apunta que en este grupo de edad se suicidaron 316 personas en 2021, un dato que coloca al suicidio como la primera causa de muerte en este grupo de edad, pero con contexto vemos que la diferencia es mínima respecto a otras causas de muerte. Los accidentes de tráfico (307 muertes) y los tumores (295) se sitúan por detrás, pero los números revelan su cercanía con el suicidio. Además, podemos contrastar los datos con las tasas de suicidio, que en este grupo de la población se mantienen estables e incluso son inferiores a las tasas de principios del siglo XXI.

Pero, ¿qué significan las tasas de suicidio? La diferencia entre la tasa y la incidencia (número de muertes) podemos explicarla con un ejemplo comparativo. Imaginemos que en la Comunidad de Madrid fallecen 400 personas por suicidio, y que en Soria lo hacen 40 personas. Aunque parece que en Madrid existe más ‘riesgo’ que en Soria, aquí no se tiene en cuenta la población. Por ello, si sacáramos la tasa de fallecidos por cada 100.000 habitantes, Madrid tendría una tasa de cinco y Soria de 50, por lo que el problema sería más grave en Soria que en la Comunidad de Madrid.

Explicado esto, si regresamos al gráfico anterior vemos que la tasa de suicidio de la población joven (15 a 29 años) se mantiene estable desde hace más de una década y se sitúa en poco más de 4 por 100.000 habitantes. El dato no debe restar ni la más mínima importancia a un problema evidente que merece más recursos y más tiempo en la agenda de los medios de comunicación, pero sin el alarmismo o los excesivos detalles que en ocasiones romantizan, enturbian o empañan las informaciones. Aquí atributos como el contexto, el rigor o la responsabilidad son imprescindibles.

Si comparamos la tasa de suicidio de la población de entre 15 y 29 años con la de las personas mayores de 64 años, vemos que la diferencia es notable. Situada en 20 por cada 100.000 habitantes a principios de siglo, en los últimos años ha descendido hasta alcanzar los 14 por cada 100.000 habitantes en 2021. Asimismo, si hiciéramos el mismo cálculo en la población de más de 75 años (o de más de 90), veríamos que la tasa aumenta todavía más. Como defienden los especialistas, el riesgo de suicidio aumenta con la edad, debido a la soledad, la utilización de métodos más letales o la menor presencia de redes de apoyo, por lo que es crucial ayudar a prevenirlo.

Es en este punto donde los medios de comunicación pueden jugar un papel crucial y ayudar, con su altavoz, a que el mensaje de prevención llegue a este colectivo. Pero, a pesar de todo, han centrado su mirada en los niños y adolescentes, con atención a un excesivo número de casos concretos, cuando es preferible abordar el problema en su conjunto. Por todo ello, sería deseable que los periodistas ampliasen el foco e informasen más del suicidio en las personas mayores, con piezas elaboradas desde el rigor, con protagonismo de la información preventiva y con recursos de ayuda. Sin olvidar, por último, la precisión en el lenguaje para aportar rigor y huir de los titulares alarmistas, además de denunciar el escaso e insuficiente compromiso político.

El suicidio es un problema complejo, social y multicausal que requiere de un especial cuidado y de mayor sensibilidad cuando informamos sobre ello. La pregunta no debe ser si informar o no del tema, sino de cómo hacerlo para no aumentar el dolor y para reiterar una y otra vez el mismo mensaje: el suicidio se puede prevenir y hablar con contexto, rigor y sensibilidad es la mejor vacuna para conseguirlo.

Carine Nonnast: Promesa Creativa en Papageno

No pixeles tu vida, tenemos que hablar
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Carine Nonnast, (Lorca, 2000) ha realizado un trabajo de diseño para favorecer la reflexión del público joven sobre sus mayores dificultades de salud mental y les invita a recapacitar sobre el suicidio, como una salida desproporcionada ante el sufrimiento. El objetivo es provocar un efecto de prevención, a través de la naturalización de los problemas mentales, que no de su normalización, para afirmar que la vida merece la pena. Se enfoca en la lucha y la esperanza, pues “la detección y el tratamiento temprano son importantes para lograr una recuperación total”. Carinne colabora ahora con su trabajo en la red Instagram de Papageno, dirigiéndose a satisfacer la demanda de clientes potenciales.  

En la elección de este tema para realizar su Trabajo de Fin de Grado, ha influido la atracción genuina que tiene hacia las causas humanitarias y la abundancia de casos que ha conocido a través de las difíciles circunstancias sociales que atraviesa nuestro país, que desde marzo de 2020 son más pronunciadas y han hecho imposible esconder la inseguridad, confusión, pobreza y sufrimiento que han causado.

Su pregunta de investigación se centra en ayudar a la prevención del suicidio desde el diseño gráfico y se determina a 3 objetivos: concienciar a los jóvenes para que cuiden su salud mental, contribuir a disminuir el tabú sobre los trastornos mentales y modernizar el estilo gráfico utilizado por las organizaciones humanitarias en las campañas relacionadas. Cuenta con la herramienta de su propia juventud para entender estos problemas y el estado de la cuestión. Y aunque recibió recomendaciones para abandonarlo por su complejidad, ha respondido desde su responsabilidad, insistiendo en realizar este proyecto; porque ante el suicidio, todos podemos ser agentes de cambio.

Con su capacidad de trabajo ha llegado a profundizar en la identidad corporativa y las materias que ocupan los fines de la Asociación Papageno. Demuestra gran responsabilidad, creatividad e iniciativa, y destaca su dedicación en la preparación de los materiales.

Expone que: “Tras muchas conversaciones sobre comida, redes, ansiedad, autoestima, etc., sintió la necesidad de intentar ayudar proyectando la importancia que tiene la salud mental en una campaña que buscara naturalizar los trastornos pero no normalizarlos como algo cotidiano imposible de evitar. Pues del tabú sobre estos problemas, se está pasando a tratarlo en comentarios normalizados”

 

“Tras muchas conversaciones sobre comida, redes, ansiedad, autoestima, etc., sentí la necesidad de intentar ayudar proyectando la importancia que tiene la salud mental en una campaña que buscara naturalizar los trastornos pero no normalizarlos como algo cotidiano imposible de evitar, pues del tabú sobre esos problemas, que los ocultaba, se está pasando a una época rodeada de comentarios normalizados”

 

En este vídeo presenta su trabajo de diseño, enfocado a prevención del suicidio

https://www.youtube.com/watch?v=QsheOc7eNDo&t=2s 

Un ejemplo más de su intuición y humanidad, es el documental “Olvide no quererte”, reconocido con premios a mejor corto documental y del público, en el festival de cortometrajes ESNE FeelMotion de 2020 y el premio Neuronita de Plata, en el festival Memorables Film Festival, del certamen de cortometrajes sobre el Alzheimer. En 7 minutos expone la historia de amor de sus abuelos con 92 y 95 años, en la que, un documental sobre la pareja que, después de superar los 60 años juntos, se enfrenta a la crueldad del Alzheimer.

https://youtu.be/O6fm3fE1Hmk

 

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Entrevista en la Ser de Carine Nonnast: «Mi abuelos representan a mucha gente que son cuidadores o que tienen Alzheimer»

https://cadenaser.com/emisora/2020/11/03/radio_lorca/1604417004_124629.html

 

Carlos Padilla, Yaiza Perera y ‘Crónicas’ (RTVE), ganadores de los premios #PeriodismoResponsable sobre el suicidio

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  • Carlos Padilla ha sido galardonado con el premio especial del jurado por el pódcast ‘El suicidio y tú’, emitido en Onda Cero.
  • Yaiza Perera, periodista de EL MUNDO, ha sido la ganadora del premio en prensa escrita por sus cuatro piezas dedicadas al duelo por suicidio publicadas en el mes de julio de 2021.
  • Anna Solana y Carolina González, del programa ‘Crónicas’ de RTVE, han sido reconocidas en la categoría audiovisual.
  • La entrega de premios se ha celebrado en el marco de una jornada dedicada a la prevención del suicidio, organizada por la Escuela Andaluza de Salud Pública y la Asociación Papageno.
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El jurado de la segunda edición del premio #PeriodismoResponsable de la Asociación Papageno sobre la conducta suicida ha otorgado al periodista Carlos Padilla el premio especial por el pódcast ‘El suicidio y tú’, emitido en el programa ‘Más de Uno’ de Onda Cero durante los meses de mayo y junio de 2022. Formado por cuatro episodios, el jurado ha subrayado su calidad, rigor y sensibilidad. “Es un enfoque distinto, con un formato novedoso y en un programa de máxima audiencia”, han declarado los cuatro miembros del jurado. 

“Quiero dar las gracias a los miembros del jurado, a Onda Cero por la oportunidad y a todas las personas que han formado parte de este trabajo”, ha reconocido Padilla en el acto de entrega, celebrado en la sede de la Escuela Andaluza de Salud Pública en Granada. El autor del pódcast ha recibido un premio económico de 200 euros, un diploma conmemorativo y los libros Hablemos del suicidio, de Gabriel González Ortiz; La Niña Amarilla, de María de Quesada Herrero y La mirada del suicida. El enigma y el estigma, de Juan Carlos Pérez Jiménez

Por otro lado, el jurado ha reconocido la candidatura de Yaiza Perera, periodista de EL MUNDO, como la ganadora en la categoría de prensa escrita. “Tiene sensibilidad al abordar un tema complejo y delicado, y se pone en la piel de las personas”, han afirmado los miembros del jurado. “Estoy muy emocionada por este premio y quiero dar las gracias a todas las personas que han formado parte de él”, ha afirmado Perera, que ha recibido el mismo reconocimiento que el entregado a Carlos Padilla.

En la misma línea, el jurado ha concedido dos accésit de la categoría de prensa escrita a trabajos que visibilizan y ayudan a prevenir este problema de salud pública desde una perspectiva concreta. Marcos Domínguez, periodista de EL ESPAÑOL, ha sido reconocido por el reportaje ‘El tabú del suicidio en las personas trans: «Tuve unos cuantos intentos, me cortaba, pero aquí estoy»’, mientras que Violeta Molina, periodista de El Periódico de España, se ha llevado el segundo accésit por la pieza titulada ‘“Sientes que eres una basura”: Manya, la voz del mayor riesgo de suicidio de las mujeres maltratadas’. 

Por otra parte, el jurado ha elegido al programa ‘Suicidio: alerta juvenil’ del programa ‘Crónicas’ de RTVE como la candidatura ganadora en la categoría audiovisual. Anna Solana y Carolina González han agradecido el primer premio en una videollamada. “Estamos muy orgullosas y damos las gracias al jurado por elegir nuestro trabajo”. Además, han destacado el papel de la televisión pública como referente, ya que este tiene una responsabilidad social. En esta línea, en la primera edición del premio, el jurado otorgó el galardón a Luisa Pérez y Javier Monterde por el trabajo ‘Suicidio: una decisión sin vuelta atrás’, emitido en Radio Nacional de España. 

En cuanto a los accésit, el jurado ha premiado el reportaje ‘Víctimas del silencio’ del programa Informe Trópico, emitido en el mes de febrero en la Televisión Canaria. El fallo recoge la calidad y el rigor del programa, que trasciende del ámbito de las Islas Canarias y se acerca con sensibilidad a personas afectadas por el suicidio. Además, los miembros del jurado han valorado la originalidad del formato de la pieza titulada ‘«Una subida del 1% en la tasa de paro es un aumento del 0,8% de los suicidios»’, emitida en la Cadena SER en colaboración con Twitter Spaces. El periodista José Luis Sastre ha agradecido el accésit en nombre de todo el equipo.

El jurado, compuesto por Nicole Haber Eterovich, psicóloga clínica y coordinadora autonómica para la prevención del suicidio del Servicio de Salud de las Islas Baleares; Gabriel González Ortiz, periodista del Diario de Navarra y autor del libro Hablemos del suicidio. Pautas y reflexiones para abordar este problema en los medios; María de Quesada, periodista y autora del libro La Niña Amarilla, un libro de relatos suicidas contados desde el amor; y  Juan Carlos Pérez Jiménez, doctor en Ciencias de la Información y autor del libro La mirada del suicida. El enigma y el estigma, ha destacado la calidad, el rigor y la sensibilidad de los trabajos finalistas.

Por su parte, Daniel J. López Vega, presidente de la Asociación Papageno, ha señalado que la segunda edición del premio #PeriodismoResponsable de Papageno “nos reafirma en la idea del interés que suscita por parte de la sociedad y los medios de comunicación este problema social y de salud pública en la actualidad”. López ha subrayado la calidad de los trabajos y la importancia de la responsabilidad de los medios de comunicación. “Son el reflejo y condicionan el ideario social alrededor de lo que se piensa sobre cada tema”, ha añadido. Por último, ha agradecido a todas las entidades colaboradoras su compromiso con esta problemática.

En la misma línea, Blanca Fernández-Capel Baños, directora gerente de la EASP, ha apuntado el papel fundamental que juega la correcta información y difusión de noticias sobre la conducta suicida. Por otro lado, ha subrayado el trabajo de la EASP en la prevención de este problema a partir de la formación, la organización de varios eventos o las reuniones científicas. También ha invitado a sumarse a la jornada que la Escuela Andaluza de Salud Pública acogerá sobre este tema el 11 de noviembre. 

El premio #PeriodismoResponsable busca servir de estímulo para los periodistas en la búsqueda de un cambio de actitud en las redacciones sobre las informaciones relativas al suicidio, alejado del miedo al efecto contagio y centrado en informar del suicidio con rigor, respeto y responsabilidad con el objetivo de salvar vidas.

25 periodistas optarán a ganar el segundo premio #PeriodismoResponsable sobre el suicidio

Tiempo de lectura: 3 minutos
  • El premio, organizado por la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP) y la Asociación Papageno, busca distinguir a las mejores piezas periodísticas que visibilizan la compleja problemática del suicidio y ayudan a salvar vidas.
  • El fallo del jurado se conocerá el 7 de octubre en la EASP (Granada) durante una jornada, de inscripción gratuita, con la colaboración del Colegio de Periodistas de Andalucía.
  • En este enlace podrás consultar todas las candidaturas finalistas a este galardón. 

El comité de cribado de la segunda edición del premio #PeriodismoResponsable sobre la conducta suicida ha comunicado en el día de hoy al jurado su decisión de incluir a 26 candidaturas entre las finalistas a este galardón. De ellas, 20 pertenecen a la categoría de prensa escrita, mientras que seis optarán a hacerse con el premio en la categoría audiovisual. En la misma línea, todos los trabajos finalistas tendrán la posibilidad de ganar un premio especial que otorgarán los miembros del jurado. 

En total, 25 periodistas optarán a ganar la segunda edición de este premio, que tiene como objetivo distinguir a las mejores piezas periodísticas en España en el último año que visibilizan la compleja problemática del suicidio y ayudan a salvar vidas. Los ganadores recibirán un premio económico de 200 euros, junto a un diploma conmemorativo y el libro Hablemos del suicidio, de Gabriel González Ortiz, La Niña Amarilla, de María de Quesada Herrero o La mirada del suicida. El enigma y el estigma, de Juan Carlos Pérez Jiménez. Cada categoría otorgará dos accésit, que recibirán un diploma.

El comité que ha seleccionado las piezas finalistas está formado por Guillermo Córdoba, periodista especializado en el tratamiento del suicidio y coordinador del proyecto Periodismo Responsable de Papageno; Xisca Morell, psicóloga y presidenta de la Asociación de Familiares y Amigos Supervivientes por Suicidio de las Islas Baleares (AFASIB); Sonsoles Rivera, periodista y socia fundadora de la Asociación Papageno; y Patricia García  Pazo, doctora en Ciencias de la Salud y coordinadora de la Comisión de Prevención de la Conducta Suicida del Colegio Oficial de Enfermería de las Islas Baleares (COIBA). Desde el comité destacan la originalidad, la calidad, el rigor o la sensibilidad para elegir a los finalistas a este galardón, que se otorgará tras la deliberación del jurado.

Los cuatro miembros que forman el jurado son: Nicole Haber Eterovich, psicóloga clínica y coordinadora autonómica para la prevención del suicidio del Servicio de Salud de las Islas Baleares; Gabriel González Ortiz, periodista del Diario de Navarra y autor del libro Hablemos del suicidio. Pautas y reflexiones para abordar este problema en los medios; María de Quesada, periodista y autora del libro La Niña Amarilla, un libro de relatos suicidas contados desde el amor; y  Juan Carlos Pérez Jiménez, doctor en Ciencias de la Información y autor del libro La mirada del suicida. El enigma y el estigma

“El premio busca convertirse en una cita obligada cada año, un punto de encuentro entre los profesionales de los medios de comunicación y los especialistas del tema decididos a asumir la responsabilidad de convertirse en agentes de prevención del suicidio”, apunta Daniel López, psicólogo y presidente de Papageno, que además agradece la alta participación, con más de 120 trabajos presentados. López añade que el premio favorece la responsabilidad y la formación continúa, para mejorar así el abordaje que históricamente se ha hecho de este problema de salud pública. 

Por su parte, Ángel Luis Mena Jiménez, profesor de la EASP, empresa pública de la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía, y organizador del evento en esta institución, señala la necesidad de crear espacios de análisis y aprendizaje mutuo entre la salud pública y los medios de comunicación para unir fuerzas y generar conocimiento que sensibilice y consolide el papel fundamental que juegan los periodistas en la prevención de la conducta suicida. 

Jornada y Taller sobre suicidio y #PeriodismoResponsable

Los ganadores se conocerán el viernes 7 de octubre durante la Jornada de #PeriodismoResponsable, organizada por la EASP junto a Papageno, con la colaboración del Colegio de Periodistas de Andalucía. El evento, de inscripción gratuita [enlace a la inscripción], y en el que participan profesionales expertos en el tratamiento adecuado y preventivo sobre el suicidio en los medios, contará asimismo con un taller específico para periodistas. Esta formación, con plazas limitadas, abordará la temática de forma práctica y adaptada a la realidad laboral de los profesionales de los medios. Guillermo Córdoba, María de Quesada y Ángel Luis Mena participarán como docentes junto al psiquiatra Domingo Díaz del Peral, Xisca Morell y Daniel López. 

Más de 120 candidaturas se presentan a la segunda edición del premio #PeriodismoResponsable sobre la conducta suicida

Tiempo de lectura: 4 minutos
  • El premio, organizado por la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP) y la Asociación Papageno, busca distinguir a las mejores piezas periodísticas que visibilizan la compleja problemática del suicidio y ayudan a salvar vidas.
  • 106 candidaturas se han presentado en la categoría de prensa escrita. Por su parte, 16 candidaturas optarán a ganar la categoría audiovisual. 
  • El 12 de septiembre se comunicarán los 25 trabajos finalistas.
  • El fallo del jurado se conocerá el 7 de octubre de 2022 en un acto en el Salón de Actos de la Escuela Andaluza de Salud Pública, en Granada.
  • Consulta en este enlace todas las candidaturas presentadas a la segunda edición del premio #PeriodismoResponsable sobre la conducta suicida. 

La Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP) y la Asociación de Profesionales en Prevención y Posvención del SuicidioPapageno’ han cerrado la convocatoria de la segunda edición del premio #PeriodismoResponsable sobre la conducta suicida. Un total de 122 candidaturas, una cifra que duplica las 56 candidaturas presentadas en la primera edición, optarán a hacerse con los galardones para distinguir su labor de visibilización y prevención de este grave problema de salud pública. 

El premio #PeriodismoResponsable busca servir de estímulo para los periodistas en la búsqueda de un cambio de actitud en las redacciones, alejado del miedo al efecto contagio y centrado en informar del suicidio con rigor, respeto y responsabilidad. Para recompensar la originalidad, el contexto, la inclusión de información preventiva o la sensibilidad, la EASP y la Asociación Papageno han organizado la segunda edición de una iniciativa pionera en España. 

Por un lado, en la categoría de prensa escrita, dirigida a las piezas publicadas en castellano en el formato de papel o digital, optarán a ganar 106 trabajos. Periodistas de medios tradicionales como EL PAÍS, La Vanguardia, ABC o EL MUNDO, medios regionales como Faro de Vigo, Levante-EMV o Heraldo de Aragón, junto a nativos digitales como EL ESPAÑOL, El Confidencial o eldiario.es, entre otros, configuran una variada lista de trabajos que han abordado con responsabilidad el suicidio.

Por otro lado, 16 trabajos se han presentado en la categoría audiovisual, abierta a las piezas emitidas en radio y en televisión. En este punto, destacan los trabajos de televisiones autonómicas como Castilla y León Televisión, Castilla-La Mancha Media o Radio Televisión Canaria, completadas con otras piezas emitidas en Onda Cero, la Cadena SER o Radio Nacional de España. En definitiva, una notable y heterogénea cantidad de trabajos que han informado de este grave problema de salud pública.

“El trabajo de los medios de comunicación es esencial en el desarrollo de estrategias de alfabetización en salud mental y suicidio, para así combatir los mitos o el estigma. Por ello, agradecemos a todos los profesionales que participan en esta edición su compromiso con la prevención del suicidio”, destaca Daniel Jesús López Vega, presidente de Papageno. “Con más de 120 candidaturas en la edición de este año, el premio #PeriodismoResponsable se consolida como una cita anual para que los profesionales conozcan las mejores prácticas en trabajos sobre el suicidio”, añade.

El suicidio, que representa la primera causa de muerte no natural en España y que duplica las cifras de los fallecidos en accidentes de tráfico, registró en el año 2020 el mayor número de víctimas desde que existen registros (3.941). “Desde la Asociación Papageno defendemos la idea de que la prevención del suicidio es tarea de toda la sociedad en su conjunto. En ese objetivo, los periodistas juegan un papel clave por lo que les invitamos a seguir trabajando para mejorar y aprender juntos”, concluye el presidente de Papageno. 

Evaluación de los trabajos y fallo del jurado

Cerrado el período de recepción de las candidaturas, la siguiente fase consiste en evaluar los más de cien trabajos presentados a este premio. Para ello, un equipo multidisciplinar especializado en la prevención del suicidio valorará todos los trabajos presentados antes de pasar a la última fase, donde el jurado elegirá a los ganadores de cada categoría. Este comité cribará los artículos, un trabajo que empezó desde la llegada de las primeras candidaturas a finales del mes de julio. 

El comité de cribado está formado por Guillermo Córdoba, periodista especializado en el tratamiento del suicidio y coordinador del proyecto Periodismo Responsable de Papageno; Xisca Morell, psicóloga y presidenta de la Asociación de Familiares y Amigos Supervivientes por Suicidio de las Islas Baleares (AFASIB); Sonsoles Rivera, periodista y socia fundadora de la Asociación Papageno; y Patricia García, coordinadora de la Comisión de Prevención de la Conducta Suicida del Colegio Oficial de Enfermería de las Islas Baleares.

El 12 de septiembre, este comité comunicará los 25 trabajos finalistas al jurado, que desde esa fecha empezará a valorar los trabajos. Los cuatro miembros que forman el jurado son: Nicole Haber Eterovich, psicóloga clínica y coordinadora autonómica para la prevención del suicidio del Servicio de Salud de las Islas Baleares; Gabriel González Ortiz, periodista del Diario de Navarra y autor del libro ‘Hablemos del suicidio. Pautas y reflexiones para abordar este problema en los medios’; María de Quesada, periodista y autora del libro ‘La Niña Amarilla, un libro de relatos suicidas contados desde el amor’; y  Juan Carlos Pérez Jiménez, doctor en Ciencias de la Información y autor del libro ‘La mirada del suicida. El enigma y el estigma’. 

El fallo del jurado se conocerá el 7 de octubre de 2022 en un acto que se celebrará en el Salón de Actos de la Escuela Andaluza de Salud Pública, en Granada. En este evento, que se celebrará de forma presencial y será retransmitido en streaming, se abordará la singular relación del suicidio con los medios de comunicación con varios especialistas en la materia. 

La Escuela Andaluza de Salud Pública y la Asociación Papageno convocan el II Premio #PeriodismoResponsable sobre la conducta suicida

Tiempo de lectura: 3 minutos
  • Podrán presentarse las piezas periodísticas publicadas entre el 1 de julio de 2021 y el 30 de junio de 2022 en medios de comunicación españoles.
  • Las candidaturas al galardón deberán enviar sus trabajos por correo antes del 24 de agosto de 2022.
  • El fallo del jurado se conocerá el 7 de octubre de 2022 en Granada, en un evento dedicado a la problemática del suicidio.
  • Bases de la segunda edición del Premio #PeriodismoResponsable sobre la conducta suicida. 

La Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP) y la Asociación de Profesionales en Prevención y Posvención del SuicidioPapageno‘ convocan la segunda edición del premio #PeriodismoResponsable sobre el suicidio. Este galardón tiene el objetivo de distinguir a los mejores trabajos que visibilizan la problemática del suicidio y ayudan a salvar vidas, siguiendo la línea marcada por numerosos expertos y por entidades internacionales que subrayan el papel preventivo que pueden jugar los periodistas.

Aunque diversos factores como el miedo al efecto contagio, el desconocimiento o el tabú social han contribuido a que este problema apenas apareciera en los medios de comunicación durante décadas, entidades como la Organización Mundial de la Salud o el Ministerio de Sanidad, apoyados en la evidencia científica, defienden el notable papel que los periodistas pueden jugar en la prevención del suicidio. Debido a varias circunstancias, en los últimos años se ha producido un cambio en las redacciones y, ahora, los periodistas abordan este tema con mayor asiduidad.

Con el propósito de fomentar la información preventiva sobre el suicidio, el premio #PeriodismoResponsable busca servir de estímulo para que se produzca un cambio de actitud en las redacciones. En la misma línea, es fundamental que los medios de comunicación dediquen más protagonismo al suicidio, un grave problema de salud pública que, según las cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística, se lleva la vida de casi 4.000 personas cada año en España.

«El papel de los medios de comunicación es clave en la prevención de la conducta suicida, tanto en la tarea de darle más visibilidad a este problema social y de salud pública, como a la hora de combatir el estigma y evitar el efecto contagio de algunas malas praxis«, señala Daniel Jesús López Vega, presidente de Papageno. Según López, «los medios favorecen la inclusión de los temas de salud en las agendas públicas y facilitan la comunicación de mensajes preventivos, ayudando a salvar vidas«.

Ángel Luis Mena Jiménez, profesional de la EASP implicado en la estrategia de prevención de la conducta suicida de la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, destaca que «es necesario dialogar sobre suicidio con periodistas y profesionales de los medios de comunicación y entretenimiento y hacerles conscientes de su papel fundamental en la prevención. Dentro de la complejidad que supone el fenómeno del suicidio, hoy sabemos que la forma en que se comunica y se habla sobre suicidio en la sociedad puede influir de forma decisiva y positiva sobre la conducta suicida».

Bases del premio y fallo del jurado

Todas las piezas periodísticas publicadas en los medios de comunicación españoles entre el 1 de julio de 2021 y el 30 de junio de 2022 podrán presentarse a la segunda edición de este premio. La publicación, que deberá abordar el suicidio desde alguna de sus múltiples perspectivas, habrá sido publicada en un soporte de papel, digital o audiovisual (radio y televisión).

Todas las personas interesadas han de enviar los trabajos al correo electrónico premioperiodismo@prevencionsuicidio.school en el formato que se detalla en las bases del premio antes del 24 de agosto de 2022.

En una primera fase, todos los trabajos presentados serán evaluados por un equipo multidisciplinar especializado en la prevención del suicidio. Este equipo realizará un exhaustivo cribado de las piezas para que, en una segunda fase que arrancará el 11 de septiembre de 2022, el jurado pueda elegir a los ganadores de cada categoría y a los accésits que crea convenientes. Los trabajos premiados se darán a conocer el 7 de octubre de 2022 en un acto que se celebrará en el Salón de Actos de la Escuela Andaluza de Salud Pública, en Granada.

Esta iniciativa refuerza el acuerdo de colaboración firmado por la EASP y Papageno en abril de 2022. Ambas organizaciones unen sus esfuerzos para desarrollar actividades que tienen como finalidad favorecer la prevención de la conducta suicida, la salud mental y el bienestar emocional. Además de la presente actividad, la EASP ha colaborado con Papageno en el desarrollo de la I Jornada Nacional de Prevención, Intervención y Posvención de la Conducta Suicida que se celebró en Málaga el pasado 27 de mayo y en la que se celebrará el próximo año en Salamanca.

Fotografías: cómo ilustrar una información sobre el suicidio

Tiempo de lectura: 11 minutos

El pasado miércoles 16 de febrero, asistí como ponente a la clase del profesor Juan Carlos Marcos Recio en el Máster de Documentación Fotográfica de la Universidad Complutense de Madrid. Acompañado por el profesor Francisco José Estupiñá Puig, coordinador de PsiCall, el servicio de atención psicológica para los estudiantes de la Complutense, impartimos una sesión sobre la salud mental y suicidio a los alumnos de este máster. Agradecido siempre por la invitación, comparto a continuación mi parte de la sesión, dedicada a enseñar cómo ilustrar una información sobre el suicidio en los medios de comunicación.

*Para una mejor experiencia en la lectura, se recomienda colocar el móvil en posición horizontal para poder ver con mejor calidad las fotografías que acompañan a este reportaje.

Una de las frases que más me gusta utilizar cuando acudo a dar una ponencia sobre la delicada relación del suicidio con los medios de comunicación es que informar del suicidio siempre ha sido, es y será difícil. Lo será, también, para la sociedad, pero en la cabeza de los periodistas existen todavía demasiados mitos sobre este tema. Solo una frase, “informar del suicidio provoca un efecto contagio”, adorna sus apuntes, lo que hace más complicado que, llegado el momento, informen con la responsabilidad que merece este tema. Lo mismo ocurre con las fotografías. Cuando piensan en qué imagen elegir, aparecen varios problemas que les hacen más difícil acertar.

Los problemas para ilustrar una información sobre el suicidio

El desconocimiento es uno de los problemas más graves que rodean a la conducta suicida. La influencia de la religión, el tabú, el estigma o los mitos influyen de manera evidente en la sociedad y en las redacciones de los medios de comunicación. Y esto hace que los periodistas no sean conscientes de las cifras o del dolor que esconden las personas que han perdido a un ser querido por suicidio. Ese desconocimiento, en el que su paso por la universidad juega un papel vital, provoca que los periodistas no sepan cómo informar del suicidio. Si su única formación es una frase, sería inocente pedirles que sepan qué fotografía elegir cuando abordan este tema.

A eso se suma que no conocen el buen número de guías de buenas prácticas que se han publicado en los últimos años. Por ejemplo, si acudimos al escondido Manual del Ministerio de Sanidad, se recomienda al redactor que “sea prudente en el uso de imágenes”. Pero, manuales aparte, otro problema es la ausencia de costumbre, ya que los periodistas no están habituados a informar del suicidio. Sí es cierto que en la actualidad se informa más y mejor que hace años, pero no se hace a menudo. Si la vida se hace de costumbres, entre los periodistas no aparece todavía la de informar sobre el suicidio ni, tampoco, ver habitualmente informaciones sobre este tema.

El último problema a la hora de ilustrar este tema son las presiones por tiempo, un detalle que no hace ningún bien cuando no saben cómo acompañar la pieza. Si la prisa llama a la puerta, la paciencia escapa por la ventana. Es por ello que acuden a los típicos bancos de imágenes (Pixabay, Freepik, Pexels…) para teclear “suicidio” y escoger la imagen que mejor les encaje. Aquí, presos de pura ignorancia, cometen el error de elegir fotos que, aunque se identifican con el suicidio, ocasionan dolor en las personas con ideas suicidas o que han perdido a un ser querido por suicidio.

Errores más habituales

Pero, ¿de qué imágenes estamos hablando? Me refiero a fotografías donde vemos a una persona asomada a un precipicio en la que solo se aprecian sus zapatillas o en la que aparecen unas vías del tren, fotografías en las que se ve a alguien en el suelo rodeado de un buen número de pastillas o, también, las imágenes de una soga. Son imágenes propias del desconocimiento y de la ignorancia, atributos que forman parte del tabú que rodea al suicidio. Y ahora que sabemos qué imágenes debemos evitar, pasemos a otra pregunta importante: ¿por qué no debemos utilizarlas?

Para responder a esta pregunta, acudo a un completo artículo de Gabriel González Ortiz, periodista del Diario de Navarra y autor del libro ‘Hablemos del suicidio: Pautas y reflexiones para abordar este problema en los medios’, publicado en Cuadernos de Periodistas de la Asociación de la Prensa de Madrid. Bajo el título ‘Informar sobre el suicidio: rigor, respeto y responsabilidad’, aborda de forma clínica este tema y ofrece varias ideas fundamentales a la hora de ilustrar una información sobre el suicidio.

La OMS recomienda no publicar fotografías sobre suicidios concretos, una directriz que en España sí que se cumple en la inmensa mayoría de los casos. No obstante, fruto de mi contacto con personas que han perdido a un ser querido por suicidio, he descubierto que hay otro tipo de fotos que los medios publicamos con asiduidad las cuales les generan un inmenso dolor. Y aquí he de decir que la ignorancia es la que nos lleva a hacerlo. Me refiero a informaciones que abordan el fenómeno del suicidio y que se ilustran con vías del tren, una persona asomada a un precipicio, pastillas, una soga… Los medios de comunicación, entre otras carencias, todavía no hemos resuelto la forma con la que ilustrar nuestras informaciones de suicidio. ¿Ilustraríamos una información sobre alcohólicos anónimos con una botella de whisky? Lo dudo. Pero estoy seguro de que si los periodistas supiéramos el dolor que generan estas imágenes, ya que la mayoría lo desconoce, dejaríamos de publicarlas”.

Además, habría que añadir el peligro de que este tipo de imágenes puedan provocar un efecto contagio en personas con ideas suicidas. La recomendación es no detallar el método o el lugar, pero ese consejo se extiende a la fotografía que vamos a elegir para acompañar la pieza. El Manual del Ministerio de Sanidad subraya una acertada recomendación sobre este tema.

Sea prudente en el uso de imágenes. No publique fotografías ni vídeos de la persona fallecida, del método empleado, de la escena del suicidio, ni fotos dramáticas (por ejemplo, fotos de la persona en cornisas o similares, o de los instrumentos utilizados). Tampoco utilice imágenes recuperadas de las redes sociales”.

Conocida la recomendación, ¿se cumple? Como bien apuntaba González Ortiz, esta pauta se sigue en la inmensa mayoría de las piezas. Sin embargo, hay ocasiones en las que se comete un error: será por el desconocimiento, la ignorancia, las presiones por tiempo o la falta de costumbre. Será porque, conviene recordarlo, es difícil saber cómo acompañar este tipo de informaciones. Pero también hay veces en las que se cometen errores que atropellan la intimidad y se olvidan del dolor. Vamos a verlo con algunos ejemplos.

Intentos de suicidio

Una de las piezas que con más frecuencia aparecen en los medios de comunicación es la de un intento de suicidio abortado por los agentes de los cuerpos de seguridad del Estado. Aunque la recomendación es que no sean noticia, la información aterriza en la redacción a partir de una nota de prensa elaborada por los propios agentes. Es una información que, con mi experiencia, suele publicarse en varios medios con todo detalle: método, lugar y, a veces, una fotografía de la persona. Aunque es cierto que se respeta en parte la privacidad (la persona suele aparecer de espaldas, por lo que rara vez se la puede reconocer), la imagen se publica sin su consentimiento.

Si nos ponemos en la piel de esta persona o de sus familiares, es lógico pensar que podrían encontrar esta imagen en cualquier momento. En esa jungla que es internet, nada desaparece y todo permanece. Y hay recuerdos que hacen mucho daño. Pero, a pesar de todo esto, estas informaciones se publican sin filtro alguno, incumpliendo las recomendaciones y sin pensar en el dolor de los protagonistas. Aunque aprecio y valoro la labor de prevención de los agentes, que salvan muchas vidas a diario, cabe preguntarse si escribirían esa nota de prensa si conocieran a esa persona y fuera su madre, su hermano o uno de sus hijos. Sinceramente, lo dudo.

Suicidios consumados

En escasas ocasiones, los medios informan del suicidio de una persona concreta. La información suele relacionarse con una problemática social como el acoso escolar, el paro o los desahucios. Sabiendo que todo suicidio se produce por varias causas, los medios simplifican en exceso y relacionan un suicidio con una sola causa. Dejando a un lado este detalle, centrémonos en las fotografías. La lógica lleva a acompañar las informaciones con el edificio donde vivía la persona o el colegio en el que estudiaba el adolescente. Pero, a veces, se cometen errores que traspasan esa lógica.

En junio de 2021, todos los medios de comunicación informaron con todo detalle del suicidio de Segundo, un hombre que vivía en el barrio de Sants, en Barcelona. Pude ver imágenes dentro de la lógica: manifestaciones en contra de los desahucios o que mostraban el edificio donde vivía. Pero hubo una, publicada en El Periódico (advertencia: las imágenes que aparecen en esa noticia pueden herir la sensibilidad), que me llamó especialmente la atención: mostraba el lugar concreto donde Segundo se quitó la vida. Por razones ya comentadas, este tipo de imágenes no deberían publicarse al poder dar ideas del método empleado y causar un daño a las personas que conocen la dolorosa realidad del suicidio.

Otro ejemplo, más reciente, ocurrió en Ciudad Real a principios de febrero. En este caso, se trataba del suicidio de una persona oriunda de esta ciudad. (Advertencia: las imágenes que aparecen en estas noticias pueden herir la sensibilidad). Varios medios, como La Tribuna de Ciudad Real o Lanza Digital, publicaron la noticia con todos los detalles (si informar del suicidio provoca un efecto contagio, o eso dicen, ¿por qué la publicaron?) y con varias fotografías que mostraban el cuerpo del hombre en plena calle. Más allá de la evidente insensibilidad, añado una reflexión: en el suicidio, es mejor abordar el problema desde una perspectiva general que con un caso concreto.

Recomendaciones en el camino de la prevención del suicidio

Sabido todo esto, cambiemos de tercio. ¿Cómo pueden los medios de comunicación acompañar una información sobre el suicidio? La respuesta no es sencilla. La opción más habitual es con la fotografía de la persona o de las personas a las que hayamos entrevistado, algo habitual en los reportajes. Como ejemplos, un fantástico reportaje titulado ‘Suicidio, la muerte invisible’ escrito por las periodistas de La Nueva España Sandra F. Lombardía y Elena F.-Pello; y un segundo, también maravilloso, obra de Patricia Rodríguez (El Diario Vasco) y que cuenta la historia de Peru Aramburu, una persona que cuenta cómo pedir ayuda le ayudó a superar sus ideas de suicidarse.

‘Suicidio, la muerte invisible’ (La Nueva España)

El pie de foto es de premio: «Peru Aramburu sufrió un vacío existencial durante meses. Con la ayuda de un psicólogo ha conseguido salir adelante».

Ilustraciones

Otra forma preventiva de acompañar una información sobre el suicidio es a través de una ilustración. Sirve de ejemplo la lámina que ilumina este artículo. Elaborada por el ilustrador Felip Ariza, acompañaba el reportaje titulado ‘Todos contra el suicidio’, que fue publicado en El Correo en marzo de 2020. Transmite una idea directa, preventiva y con un mensaje claro: aunque una persona quiera quitarse la vida, siempre habrá una mano dispuesta a evitar que lo haga. 

También sirven como ejemplos dos ilustraciones en sendos reportajes de Ana Lucas en La Opinión de Murcia. El primero, titulado ‘Suicidios en la adolescencia’, contiene una obra de Evelyn Quito (de hecho, este reportaje se llevó un accésit en la primera edición del premio #PeriodismoResponsable de Papageno y AFASIB), mientras que al segundo, titulado ‘El suicidio silenciado de las personas mayores’, le acompaña la ilustración de Loba López. Sin embargo, este tipo de escoltas no son muy habituales en las informaciones sobre el suicidio: necesitan de tiempo, además de la necesidad de pagar a los autores en un mercado donde la cartera no goza de buena salud.

Recursos de Ayuda

Los medios de comunicación no suelen aportar recursos de ayuda cuando informan sobre el suicidio. A la falta de costumbre y al evidente desconocimiento de las guías de buenas prácticas se suma la dificultad de conocer qué número deben incluir. Si el 016 es conocido por todos y es fácil de recordar, con el suicidio no existe, todavía, el teléfono de tres cifras facilitado por el Gobierno. Lo será en unos meses el 024, pero mientras llega marcado por las incógnitas, los recursos existentes son el Teléfono de la Esperanza (717 003 717), el Teléfono Contra el Suicidio (911 385 385), el puesto en marcha por el Ayuntamiento de Barcelona (900 925 555) o el Teléfono destinado a niños y adolescentes de la Fundación ANAR (900 20 20 10). Números largos, poco conocidos por la sociedad, difíciles de recordar y sin la visibilidad institucional.

Todo cambiará con la llegada, antes del 10 de mayo, del deseado pero peligroso 024 porque es corto, fácil de recordar, tiene el patrocinio del Gobierno y hay medios que ya han adquirido la costumbre de incluirlo aunque todavía no esté operativo. Pero, a la espera de su llegada, los medios de comunicación pueden hacer una valiosa labor de prevención si ilustran las informaciones sobre el suicidio con un recurso de ayuda (en especial, si es con un número de teléfono). De esta forma, podrían conectar con los lectores con un impacto visual, más directo y fácil de recordar que en el texto. Un buen ejemplo es este reportaje sobre el Teléfono de la Esperanza del Faro de Vigo o este otro sobre el Teléfono Contra el Suicidio de EL MUNDO.

‘Una voz para la esperanza al otro lado de la línea’ (Faro de Vigo).

 

‘Tres días en el Teléfono Contra el Suicidio’ (EL MUNDO).

Pero ilustrar un reportaje sobre el suicidio con un recurso de ayuda no solo ayudaría a conectar con los lectores de esa pieza. Permitiría, también, llegar a un público más amplio a través de las redes sociales. Compartir un artículo a través de Facebook o de Twitter (y por supuesto de Instagram) implica que este vaya acompañado de una imagen que puede salvar vidas. Además, sabedores de que los lectores no siempre van a llegar al final del artículo (la ubicación habitual de estos recursos), la audiencia recibiría ese impacto nada más entrar, lo que aumentaría su repercusión.

[Añadido el 5 de marzo de 2022]. Según el periodista Diego Fuentes Rodríguez, otra opción acertada para ilustrar una información sobre el suicidio es acompañar la misma de una imagen que contenga un mensaje claro, directo y sencillo que cale en el receptor. Ejemplos útiles pueden ser una llamada a la acción junto a un teléfono de ayuda en lugar de mostrar solo las cifras; desmitificar que suicidarse sea un acto valiente o que quien se haya suicidado sea un ejemplo de algo o referente a seguir en ese aspecto. También que todo tiene solución excepto la consumación de esa decisión, o que nadie quiere morir, solo dejar de sufrir. Acompañada de un buen tratamiento de la información y de los recursos de ayuda, la función sería claramente disuasoria para potenciales receptores con ideas suicidas, parecida a la que tienen los mensajes de las cajetillas de tabaco. Sin embargo, en este caso serían más efectivos porque la imagen tendría un papel protagonista, claramente visible con independencia de si se lee o no la información, y no quedaría reservada a un mero espacio residual.

Cifras, datos, números

Una última opción para acompañar una información sobre el suicidio sería aportar un gráfico con las cifras del número de suicidios. Aportaría una radiografía completa, ya que de un vistazo se podrían observar datos que, de primeras, asustan. Este recurso aportaría conocimiento, contexto e información para que los lectores (y el público de las redes sociales) entiendan mejor la magnitud del grave problema de salud pública que representa el suicidio. Según el ámbito de cada medio (nacional o regional) y la información de la que dispongamos, podemos aportar una imagen que, claro, lleva su tiempo y que necesita de una pizca de paciencia antes de salir publicada.

Conclusiones

Una frase que me encanta es la de “ponerse en la piel de las personas”. Mi intención con este artículo era ponerme en la piel de los periodistas para entender cuáles son las dificultades que se encuentran cuando tienen que ilustran una información sobre el suicidio y, por supuesto, ponerme en la piel de las personas que conocen de cerca este grave problema de salud pública. Personas que han pensado o que piensan en el suicidio. Personas que han perdido a un ser querido por suicidio. Personas en las que los periodistas debemos pensar cuando informamos del suicidio.

 

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